La Policía sostiene la hipótesis más cierta de un
autodisparo por accidente tras el suceso ocurrido en la
madrugada del pasado lunes cuando un joven llegó a las
Urgencias del Hospital Universitario alegando haber sido
tiroteado. La pericial practicada indica, por el ángulo del
disparo y la herida producida que no requirió más que una
cura en el centro hospitalario, que el individuo se disparó
a sí mismo fortuitamente. Agentes de la Brigada de Policía
Judicial y, en concreto, de la Científica han practicado la
prueba de la parafina con la que despejarán toda duda. Los
investigadores creen que se trata de una herida fortuita
pese a las declaraciones de supuesta persecución y disparo
de un tercero. La evidencia del autodisparo, en caso de
testimonio directo, implicaría el delito de tenencia ilícita
de armas, penado por la Ley. La Policía, que no descarta
nada, no cree al cien por cien esa declaración.
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