Y otra cosa no nos queda, pero con el sabor amargo de ver
los que se han colado, por sus méritos, mientras que otros,
como el Ceuta, han terminado y se van de vacaciones antes de
lo pensado.
Un proyecto más que hay que tirar a la basura y ya son tres
en cuatro años que lleva esta directiva al frente de la AD
Ceuta. Así no se puede seguir.
Calma aparente en la afición
No hay otra cosa, porque hacía muchas semanas, casi desde
que comenzó el campeonato, que se veía que no había nada que
hacer, cuando a un partido aceptable le seguían tres malos.
A lo largo de la temporada, ahí están las hemerotecas para
comprobarlo, ya veníamos diciendo que la afición, y eso era
lo malo, ni siquiera se enfadaba con los malos resultados y
las pésimas actuaciones del equipo.
La mayor parte de la gente ni habla del final de la campaña
del Ceuta, y el que habla, que no son muchos, es para
decir:” Si esto ya se veía venir”. Eso lo dice todo.
En la directiva de todo
Sería absurdo, por mi parte, decir que hubiera ahí alguien
que no habría querido que se estuviera jugando la fase de
ascenso, pero lo que sí es cierto es que más de uno, desde
dentro, ha dicho ya:” Así aprende el listo”.
Eso tiene un camino y el camino o el punto de arranque es
aquel que mira a muchos, por encima del hombro, y del no
gusta en absoluto, a nadie, su actitud, en los temas y las
posiciones que adopta.
Cuando el viernes, por la tarde, yo me encontraba con un
directivo “de los que ejercen” y le decía que no había
derecho a ciertas actitudes de ese mismo personaje, con
calma, pero también dolido, me respondía:” No es así, es que
es su forma, pero no es mala persona”.
En ese momento, y acordándome del último desplazamiento a
Águilas, me vino a la mente el título de una película de
éxitos, de hace muchos años: “El bueno, el feo y el malo”.
Lo que nos faltaba.
Las alegaciones
Desde esta página no queremos dejar de valorar lo que haya
que tenga su valía y creo que, aunque no con demasiado
acierto, pero sí con gran interés y con trabajo, desde el
secretario general se intentó todo para sacar hacia adelante
esos puntos, para mí más que discutibles, pero que se
intentaban lograr.
Con las alegaciones preparadas, lo mejor que había podido y
sabido, repito que habiendo trabajado a tope, el secretario
general del Ceuta, según información que nos ha llegado
desde dentro del club, quiso enviarlas a Madrid, cuanto
antes, antes de que se cumpliera el plazo, para que no
hubiera problemas por haber llegado tarde.
Pues bien, quien quiere ser el que más manda, aunque sea el
más ignorante, se opuso y decidió que las alegaciones esas
se llevarían en mano, cuatro días más tarde. Para entonces
ya había salido la cautelar para el Polideportivo Ejido. Una
casualidad.
Todo el trabajo de quien se había preocupado al máximo, se
había ido a la papelera.
¡¡ Y que conste que yo no hablo con el secretario general
del Ceuta, desde hace más de diez años, luego él no me lo ha
podido decir!!. Por si acaso.
La limpieza que hay que hacer
Al ser la Santa Casa Madre la que pone el dinero, desde ahí,
es de suponer, se marcarán las líneas a seguir en el futuro.
Y desde ahí se confiará en los que hay o se mirará hacia
otra parte.
Ahora bien, sería un error que, estando las cosas como
están, y viendo los enfrentamientos que ha habido dentro,
además de conocerse como se conoce, el rechazo que hay en la
afición, en la plantilla y en parte de la directiva,
siguiera de directivo el señor Castillo.
No sé, ni me importa, donde le pueden colocar, pero no para
tener contacto con cualquiera de los estamentos del club.
A partir de ahí y con gente que sepa, con personas de temple
que puedan encajar los golpes, cuando los tengan y con
personas carentes de protagonismo, es como se puede abordar
el nuevo plan del Ceuta.
Seguir como se estaba, desde hace muchos meses, es volver a
tropezar en la misma piedra y con ello, volver a fracasar.
Porque esto no se debe olvidar, la campaña ha sido un
fracaso en lo deportivo y en todo lo demás, desde hace
muchos meses.
Los errores que llevaron al fracaso
En primer lugar el tener que confiar en personas ajenas al
propio club, para hacer el equipo, siendo estas personas
desconocidas para la propia directiva.
La culpa de esto es, única y exclusivamente, de la directiva
y muy especialmente de quien hizo que se trajera un director
deportivo que luego no volvió a aparecer por aquí.
Con esto se hizo una plantilla descompensada, con unas
lagunas tremendas por la derecha, con una portería que era
un coladero, con cuatro delanteros centro, jugando cada uno
poco más de cinco partidos, por lesiones, por trasnochar
demasiado, por falta de ritmo o por haber llegado tarde.
No se cubrió, al final, una plaza, no sé por qué. Se tuvo en
la grada, pero cobrando, a varios jugadores y para ayudar un
poco más, alguno de los que se sentaba, directivo él, en el
banquillo tuvo que ser apartado para evitar otros mil
problemas.
Con todo y eso se estuvo cerca, porque el grupo era malo,
pero tal desorden dejó al Ceuta fuera. Esto es lo que ha
llevado al fracaso.
Y esto es lo que hace que ni dentro, ni fuera, se vea claro
por donde van a tirar para que esto se ponga en su verdadero
sitio. Yo tampoco veo, ni quiero decir nada, sobre como se
puede desmontar todo el lío que se ha creado, pero si se
tira de la parte alta, y nada tengo contra él, pero sí
contra sus modos, se irían suavizando las cosas y el orden
se podría restablecer.
Ahora tiene la última palabra la Ciudad
Naturalmente hará lo que crea más conveniente, y no seré yo
quien diga si tiene que dar más subvención o menos, pero lo
que sí diré es que ahora hay tiempo de suavizar todo esto, y
que en sus manos está. Así como también diré que el dinero
que se dé se emplee correctamente, que no se despilfarre y
que ese dinero se ponga en manos de quienes sepan
administrarlo para hacer un buen equipo.
Recorte económico, si es para salir del paso. Si es para
hacer y se hace un equipo de solvencia y categoría, nada
tendríamos que objetar.
El Ceuta ha sido y debe ser un equipo con aspiraciones si
sigue con esa buena subvención, lo que no puede ser es que
se gaste mucho dinero en medianías, o lo que es lo mismo,
mal gastado. Así es, así ha sido y así lo decimos.
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