A.G./CEUTA.- Mientras Abbas El Fassi llama al diálogo a
España para “desocupar” las ciudades de Ceuta, Melilla y los
islotes españoles, en Ceuta se tramitan diariamente un
número importante de empadronamientos solicitados por
ciudadanos marroquíes que han logrado unirse en matrimonio
con musulmanes españoles de Ceuta. Una situación que sirve
de clara base para mantener, a Marruecos, una posición de
fuerza -por causa de la población- más allá de los
razonamientos de índole histórico-jurídico válidos
internacionalmente.
Invasión legal
La Ley obliga al empadronamiento de los extranjeros, y más
allá de eso, incluso, a la reunificación familiar.
Ceuta, como lo es también Melilla, se convierten en
escenario donde practicar el ‘matrimonio de conveniencia’.
Diariamente el Registro Civil ha de validar matrimonios de
musulmanes donde una de las partes procede de Marruecos (ya
sea el hombre o la mujer), y esto según analistas
consultados “se le está escapando a España por acción o por
omisión”. En un año la población ceutí ha crecido en casi
1.900 personas. Ya somos 80.570.
Mensaje recurrente
Cada cierto tiempo, y para consumo interno, las autoridades
marroquíes llaman la atención sobre Ceuta y Melilla. La
crisis y la situación política-económica del país provoca
que sus gobernantes “entretengan a su población en objetivos
como las dos ciudades autónomas españolas”, por un lado, y
por otro “porque ven a un gobierno español muy débil”, han
admitido expertos en política internacional consultados al
hilo de esta noticia.
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