Esto último es lo de menos, porque estaba cantado. El
fracaso en el terreno de juego, sin embargo, ha sido el
resultado de una serie de incongruencias que, a lo largo de
varios meses, ha hecho del Ceuta un equipo mediocre en su
conformación y en su estructura, con líos y más líos, cada
día, y con un personaje, que se considera básico y que está
tan mal visto fuera como dentro del equipo, me refiero, para
empezar a Don Cecilio. Luego ya iremos dando pelos y
señales.
La cortina de humo
Que nadie intente echar una cortina de humo en la sentencia
del Comité Español de Disciplina Deportiva, porque eso es
engañar, o tratar de engañar, al personal y escudarse u
ocultarse “detrás de la mata” para que no contemos los
fracasos múltiples y repetidos.
Particularmente, desde hoy, hasta no sé cuando, iré
desgranando, uno por uno, los muchos fallos que hubo, para
llegar a este nuevo fracaso. En cuatro temporadas, tan sólo
en una, se llegó a los play off. Eso ya no es una simple
casualidad, es el más claro síntoma de la incompetencia.
Y que se trata de lanzar una cortina de humo para despistar
y disfrazar la realidad, lo vemos en unas manifestaciones
del secretario general de la AD Ceuta, cuando dice:” Esta
decisión hace saltar todas las alarmas de la RFEF”.
Entramos en los síndromes de la gilipollez, porque, en
principio, esta decisión no tiene nada que ver con la RFEF,
puesto que el CEDD es un organismo superior, dentro del
mundo del deporte, perteneciente al CSD.
La RFEF tiene sus comités, uno de ellos dio la razón al
Polideportivo Ejido, otro al Ceuta, las cosas no debían
estar demasiado claras y luego el CEDD falló a favor de los
almerienses.
Y sobre acudir a la justicia ordinaria sería hacer el
ridículo, un poco más y poner al Ceuta en el disparadero que
nunca debió ocupar, y en el que no hubiera tenido que entrar
si los puntos se hubieran ganado sobre el terreno de juego,
que es donde se dirimen los puntos.
Equipo con dinero pero sin estructuras
Sin lugar a dudas y gracias a la Santa Casa Madre, el Ceuta
era uno de los equipos que partía con dinero caído como el
“maná”, algo que los demás no tenían.
Esos 400 millones, euro arriba, euro abajo, de las antiguas
pesetas, es un presupuesto para hacer un equipo solvente,
ganador y con todo tipo de aspiraciones, algo que no tenía
el Ceuta de esta temporada.
En eso se confiaba, pero desde el primer momento, en cuanto
Don Cecilio se buscó un secretario técnico, que vino pero no
se quedó aquí, que “trabajaba” desde Madrid y que fue
confeccionando un equipo a base de retales y
complementándose con otros fichajes del gusto del anterior
técnico Carlos Orúe, desde ese momento quedaba claro que,
otra vez, habría chapuza. Y la hubo.
El mercado de invierno
Había que hacer algo, pero para ello había que volver a la
Casa Madre y con la luz verde se hace lo posible y lo
imposible por enmendar el mal, cosa que no se logra, porque
en esos momentos no había mucho de donde elegir y casi se
convirtió el Ceuta en un sucedáneo del Conquense, que no era
ni mucho menos el campeón de Europa, de donde vinieron
jugadores, a los que respetamos, pero que aquí no dieron la
talla, y para más INRI los que llegaron de otras partes
cubrieron una etapa con más sombras que luces, no destacó
nadie, por encima de los que se habían ido o se había
quedado sin ficha en la grada. Lamentable.
Los cuatro porteros
Es lo más llamativo, o una de las cosas más llamativas de la
temporada, no sólo del Ceuta, sino de todo este flojísimo
grupo de la segunda B, en el que militó el Ceuta. Y es que
se han fichado cuatro porteros y al final el equipo estaba
“casi” sin portero. La última prueba estuvo en Águilas,
donde se ganó, pero la primera pelota que llegó a la puerta
del Ceuta entró, menos mal que el árbitro estuvo “acertado”
y “generoso”que si no, volvemos a tener otro disgusto.
Esta ha sido una de las piedras de toque que ha llevado a
ese fracaso tan rotundo, por mucho que se quiera disfrazar
ahora, que ahora se quiere tapar por una decisión del
organismo superior del deporte que ..., de injusta no tiene
nada, al menos si se sabe leer lo que es un reglamento. Eso
antes que nada, y que no nos vendan un tranvía sin haber
puesto los raíles.
Manifestaciones ponderadas
Naturalmente el presidente de la Ciudad tenía que salir a
escena y salió con un talante tranquilo y consciente de lo
que hubo y de lo que no tendría que haber habido:
“Tenemos que aceptar la decisión e intentarlo de nuevo si es
posible”. Palabras de quien sabe ganar en política y ahora
ha sabido perder en el capítulo deportivo, pero en ese saber
perder de ahora tendrá que analizar con minuciosidad el por
qué de ese fracaso y tratar de poner de su parte todo lo
necesario para evitar que, otra vez más, se repita esto.
Además, las palabras de Juan Vivas aparecen en un momento en
el que ha habido quien se confundió al interpretar que desde
la RFEF no se había asistido al Ceuta y eso que, en aquellos
días, Ceuta estuvo generosa con la RFEF.
Quienes han hecho esa interpretación o no quieren o no saben
por donde va todo esto, por cuanto una cosa es la RFEF y sus
comités y otra muy diferente es el CSD y sus tribunales. La
cosa que quede clara.
El presidente del Ceuta
Felipe Escane es, sin duda, el más afectado por esta
situación, porque desde hace tres meses, él, más que nadie,
veía y decía, a mí me lo dijo, que no entrar en los play off
sería un fracaso.
No se ha entrado, el fracaso está ahí, y a partir de aquí
hay dos salidas posibles, o coger, de verdad, “el toro por
los cuernos” y, sin miramientos, limpiar lo mucho que hay
que limpiar en el club, o agradecer la confianza que
depositaron en él y en su equipo y marcharse.
Naturalmente, eso será él quien lo tenga que decidir, pero
lo que sería un nuevo error es que siguieran mareando la
perdiz y para tapar un fracaso andar, ahora, a vueltas con
la justicia. Ahí quien iba a perder sería el Ceuta, como ha
perdido en todo este entramado.
Con todo, Felipe Escane ha dado la cara, sale al paso, por
la responsabilidad que tiene, pero y el otro , el de ordeno
y mando ¿Por qué no sale a escena en esto?. Ese que tendría
que ser el primero que se fuera, pero prefiere estar en “la
gatera” y si alguien dice de irse, a él no lo echan ni con
agua hirviendo, porque cada uno tiene sus “razones” y entre
otras cosas ..., ya sabemos y no voy a entrar en asuntos
personales, me quedo únicamente en lo deportivo, salvo que
siga dándome pie para ello. ¿De acuerdo, Don Cecilio?.
Volver a empezar
Pero eso tendrá que ser pronto, para no ir recogiendo la
“chatarra” que sobre y pagarla aprecio de materiales de
primera.
No sé, ni me importa, ahí están los resultados, si será esta
directiva o será otra, pero cada día que pase y no se haya
avanzado algo es ir perdiendo terreno.
Hacer un equipo competitivo y compensado, lo tiene que hacer
alguien que sepa, que conozca el mercado, que tenga
relaciones y que no se deje engañar o no “quiera” dejarse
meter gato por liebre.
Si hacen falta dos delanteros centros, no hay por qué fichar
ahora dos y luego otros dos más, uno de ellos lesionado.
Si hace falta un centro del campo, habrá que fichar calidad
con vistas al presente y al futuro, no ficharemos “viejas
glorias” con 37 años.
Y si en los alrededores de los jugadores tiene que haber una
o dos personas, que sean personas que sepan por donde van,
no enchufadetes políticos, que lo único que hacen y han
hecho desde hace mucho tiempo ya, ha sido envenenar más el
ambiente.
Hay mucho terreno por delante, pero ese terreno hay que
recorrerlo con estas tres premisas: querer, saber y poder.
-Lo de querer no creo que le falte a nadie.
-Lo del saber ha sido, es y seguirá siendo el talón de
Aquiles de esta directiva, tanto este año, como en
temporadas pasadas.
-Lo del poder, jamás ninguna directiva de un equipo, hasta
ahora, tuvo más apoyo institucional que el Ceuta ha tenido
este año.
Con todo esto se ha llegado a lo que tanto temía el
presidente del Ceuta, Felipe Escane, al fracaso.
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