Damián Torres no quiere poner excusas, pero recuerda que “no
tuvimos suerte en el sorteo porque ‘caímos’ en un grupo
terrible con selecciones del nivel de Madrid, Navarra o el
País Vasco. Además hemos jugado en un campo de césped
natural y nuestros chavales nunca habían pisado esta
superficie. En la primera jornada perdimos contra Galicia y
Navarra y en el tercer partido nos enfrentamos a País Vasco
con el césped levantado porque no ha dejado de llover
durante el Campeonato... A los chavales no les puedes meter
presión y lo que ha hecho el cuerpo técnico es guiarlos para
competir; yo creo que se ha competido con mucha dignidad,
pero sin olvidar que estamos un peldaño por debajo de casi
todas las selecciones”. Después de entrenar a equipos
juveniles en categoría nacional, el técnico ceutí aceptó la
propuesta de Manolo Luque para hacerse cargo de la selección
alevín de fútbol-7. “La experiencia ha sido muy gratificante
porque los chavales han asimilado todo lo que hemos
preparado estos meses. Estos niños tienen una ilusión
tremenda porque antes de viajar hablas con ellos y te dicen
que van a llegar a la final. Cuando han perdido dos partidos
se dan cuenta del nivel del Campeonato; no es que dejen de
creer en tu trabajo, pero son conscientes de su inferioridad
y tienes que animarlos para que compitan con la cabeza
alta”.
De su permanencia en el staff técnico de la FFCE, señala que
“no sé nada; hemos culminado un año de trabajo, ahora toca
descansar y ya veremos qué ocurre”.
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