Fumar perjudica gravemente la
salud” o “Fumar mata”, son dos de los avisos que vienen en
las cajetillas de tabaco, advirtiendo a los fumadores de lo
perjudicial que es el tabaco. Por todo eso y por los miles
de muerto que se producen cada año por el asunto del tabaco
la nueva ley antitabaco va a poner las cosas más difíciles a
los fumadores.
Que digo, vamos por decir algo, en el probable caso que se
puede decir algo, por qué no acabamos, de una vez por todas,
con el tabaco y con los fumadores, todo consiste en sacar
una ley que se prohíba fumar en España. Como decía la sabia
de mía abuela “muerto el perro, se acabó la rabia”.
Perdóneme un momento, jefe, ¿usted está bien de la cabeza?.
Me da la sensación de que las escasas neuronas que le
quedan, le patinan más que un Ford cuatro pedales. Y de
dónde van a salir, entonces, los miles de millones de euros
que deja el tabaco a través de los impuestos que genera y
que, cada día, lo suben más. Usted, perdone, pero me da la
sensación, no extraña, que está como una regadera.
Vale todo lo que me digas, pero sería la mejor medida que se
podría adoptar si queremos, en verdad, que se evite el fumar
en todo el país. Así que sigue leyendo pero te estás
calladito, que calladito estás mucho más guapo, enano.
Gaspar Llamazares, el que ha llevado a IU a lo mínimo ha
declarado que se buscará el máximo consenso para aprobar la
nueva ley, para continuar diciendo:”En principio parece un
borrador positivo, porque va en la línea que nos viene
planteando la UE, que considera insuficiente nuestra ley
actual”.
Uno de los putos a aclarar es el referido a los bares y
restaurantes, según dijo, porque de las 50.000 muertes
anuales que produce el tabaco, 5.000 son de fumadores
pasivos que trabajan en esos locales.
Ahí en esos de los fumadores pasivos estoy, totalmente, de
acuerdo con usted. Nadie tiene por que tragarse el humo que
despide un fumador. Mí vecino, ese que vive en la planta
baja, cuando se pone a fumar, no se cómo lo hace, que me
llega a mí que vivo en la planta catorce, convirtiéndome en
fumador pasivo, con lo peligroso que es eso para mí
integridad física.
Tampoco se podrá fumar en los hoteles, hostales y
establecimientos análogos, salvo en los lugres que tengan al
aire libre. Muy bien, desde ahora, cuando vaya a un hotel
como soy fumador pediré una habitación que no tenga techo,
para estar, e esa forma, al are libre.
Y si es invierno y está cayendo “tela marinera de aguas” la
solución s fumar con el impermeable puesto y un paraguas.
Siempre, eso sí, al aire libre que es donde se me autoriza a
fumar.
También se va a prohibir fumar en los locales de uso público
cerrado inferior a cinco metros cuadrados, como son las
cabinas telefónicas y los cajeros automáticos de los bancos
que no estén al aire libre.
Vaya por Dios, con el placer que da fumar en un cajero
automático, sin saber dónde poner el cigarro, recoger el
dinero y el papelito que le da la maquinita.
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