El Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso “no lo ve”
y, como él, el Catalán y el Vasco. Los dos primeros votaron
en contra de la toma en consideración de la iniciativa
legislativa que la Asamblea de Melilla defendió ayer en la
Cámara Baja para la ampliación al 50% y la extensión a todos
los sectores económicos de las bonificaciones en las cuotas
a la Seguridad Social vigentes. Los diputados del PNV se
abstuvieron “por respeto institucional”, aunque inútilmente
(PSOE y CiU suman 179 escaños, cuatro por encima de la
mayoría). El Grupo Popular (153), el Mixto (7) y el de ERC-IU-ECV
(5) votaron a favor.
El Congreso de los Diputados rechazó ayer tomar en
consideración siquiera para darle el trámite parlamentario
correspondiente la Proposición de Ley que defendió en la
Cámara Baja el portavoz del Ejecutivo melillense en nombre
de la Asamblea de la ciudad, Daniel Conesa (PP), para
ampliar al 50%, extender a todos los sectores económicos y
pasar de dos a cinco años prorrogables su plazo de vigencia
las bonificaciones en las cuotas empresariales a la
Seguridad Social de que disfrutan el Comercio, la
Hostelería, el Turismo y la Industria (excepto Energía y
Agua) de las dos ciudades autónomas desde 2004.
La propuesta se quedó en nada porque el Grupo Socialista
(PSOE) y el Catalán (CiU), que suman cuatro diputados más de
los imprescindibles para imponer su voluntad, votaron en
contra de la propuesta. El Grupo Vasco (PNV) se abstuvo “por
respeto institucional” aunque con las mismas reticencias que
los anteriores.
Sólo el Grupo Popular defendió con arrojo el contenido de la
iniciativa legislativa a través del diputado por la ciudad
hermana, Antonio Gutiérrez, mientras que ERC-IU-ICV se
pronunció con un sí “crítico”. El Grupo Mixto, al que en
esta ocasión le tocó poner voz el diputado José Luis
Perestelo, de Coalición Canaria, también votó a favor del
texto planteado asegurando ser “consciente” de las
dificultades intrínsecas a las dos ciudades autónomas.
Si los plazos políticos fuesen matemáticos, que no lo son,
dentro de seis meses (Melilla presentó su propuesta en
diciembre de 2007; Ceuta en junio de 2008) debería tocarle a
alguno de los pesos pesados del Ejecutivo de Vivas, o a él
mismo, pasar por el atril del Congreso. El secretario
general del PSOE local, José Antonio Carracao, volvió a
insistir ayer en que el sentido del voto de los socialistas
ayer “no prejuzga” lo que harán entonces, sobre todo porque
ni las formas ni el fondo del presidente ceutí son las
mismas, según su parecer, que las de Imbroda. Sin embargo,
no todos piensan lo mismo en su partido.
La diputada de referencia para Ceuta, la gaditana Mamen
Sánchez, nada menos que la portavoz adjunta del Grupo
Parlamentario Socialista, reconoció ayer que “probablemente
sí” se repita, cuando toque, su “no”.
Trámite inapropiado
Si son coherentes, los diputados de CiU, PNV y el resto de
partidos con representación institucional harán también lo
mismo. Más allá de la nula voluntad de alcanzar un consenso
previo con el PSOE melillense que la portavoz socialista,
ayer Isabel López i Chamosa, reprochó a Conesa e Imbroda,
las reticencias a respaldar las reivindicaciones de la
Ciudad Autónoma son más profundas.
Emilio Olabarría (PNV), Carles Campuzano (CiU), Gaspar
Llamazares (IU) y Perestelo (CC, del Mixto) coincidieron en
negar la mayor. Ninguno de ellos dijo creer que aumentar las
bonificaciones sea el mejor camino para propiciar la
creación de más puestos de trabajo.
Los dos primeros cuestionaron que la vía elegida para
plantear esta reivindicación (la de la iniciativa
legislativa, que Melilla ha utilizado por segunda vez para
este tema y Ceuta por primera) sea la más adecuada. El
peneuvista invitó a Melilla a llevarla antes a la Comisión
de Seguimiento del Pacto de Toledo; el segundo, a que el PP
la formule en el seno del debate parlamentario abierto en
torno a la política general de bonificaciones del Estado.
Ambos saludaron a la representación melillense con cariño y
dijeron tener la costumbre de apoyar casi por sistema
cualquier iniciativa procedente de una Cámara regional pero
el vasco acabó ofreciendo una abstención “por respeto
institucional” y el segundo un no directo.
Llamazares, que hilvanó un discurso breve pero profundo
alabado hasta por sus adversarios en el hemiciclo, justificó
el voto “favorable con reparos” de su grupo en las
“reservas” que tanto sobre el porcentaje de aumento como
sobre su extensión mantiene. “Los problemas en medio de esta
crisis son similares, pero también específicos en Ceuta y
Melilla, que precisan de respuestas especiales solidarias”,
argumentó el político asturiano, que llamó la atención sobre
la “importante magnitud económica” de lo solicitado y
cuestionó abiertamente “ese círculo vicioso que defiende el
PP según el cual las rebajas fiscales y en las cotizaciones
dinamizan la economía y acaban generando más recaudación,
algo que nosotros no vemos por ningún lado”.
“Los estímulos no son tales si son generales, cuando se
convierten en la normalidad”, concluyó Llamazares, “y
tampoco si son continuos y estructurales”.
Ellos cuatro fueron los primeros en fijar posición sobre los
argumentos de Conesa, que pidió el respaldo de la Cámara
para mejorar unas bonificaciones, las vigentes, que
reconoció como “estimuladoras” y cuya prórroga agradeció
explícitamente al Gobierno de Zapatero.
“Ajustada, justa y necesaria”
Como queriendo salvar los muebles el portavoz melillense
hizo algunos matices en su discurso que no tenía la
propuesta por escrito. Habló de ampliar a todos los sectores
“en crisis” las ayudas y trató de cuadrar el círculo
económico aventurando que de ampliarse y extenderse las
bonificaciones la explosión del empleo podría ser tal que
las nuevas cotizaciones el saldo de la Tesorería de la
Seguridad Social podría acabar siendo incluso superior al
actual. Además, se esmeró durante toda su intervención en
ligar el futuro de Melilla y Ceuta en este asunto.
Ese fue el argumento novedoso de su exposición, en la que
enumeró de nuevo todos esos “condicionantes” que lastran la
actividad económica de las dos ciudades autónomas (escasa
superficie, alta densidad de población, frontera terrestre
exterior de la UE, servicios saturados, escasez de recursos
naturales, carestía del transporte, extrapeninsularidad...)
tanto que no es capaz siquiera de absorber en sus mercados
laborales de su alto porcentaje de población joven,
disparando sus tasas de paro por encima del 20%.
Cuando le tocó hablar, penúltimo, a Gutiérrez en nombre del
PP ya sabía que la jugada estaba perdida. Tal vez por ello
el diputado melillense tendió la mano “a todos” para
alcanzar un consenso durante la tramitación parlamentaria en
Comisión de la propuesta. Dijo que comprendía las dudas
expuestas e insistió en que lo que se debatía allí era “una
toma en consideración”, nada más, y que había que votar sí
“para enmendar y enriquecer el texto posteriormente”. “No es
un capricho provisional o aleatorio ni para tener ventajas
sobre otras Autonomías”, dijo Gutiérrez, quien advirtió de
que votar no seería “apriorístico” y vetaría “el debate”.
Al final, su tono se volvió más crispado: “Las razones
objetivas de esta iniciativa son obvias y algunos tendrán
que explicar, aquí y en Melilla”, avisó a los socialistas,
“del sentido de su voto” sobre una reivindicación que tildó
de “ajustada, justa y necesaria para los intereses de España
y las dos ciudades autónomas”.
“¿Ahora buscan consenso?”
Cuando la gallega López i Chamosa, del PSOE, tomó el
micrófono no se apiadó de los Populares: “No lo podemos
admitir”, dijo casi nada más empezar a hablar. “¿Quieren que
bonifiquemos al 50% a BBVA, al Santander y a Endesa?”, se
preguntó. “No lo vemos. ¿Están en crisis?”, siguió
rebatiendo. “Ahora ofrecen consenso, pero deberían haberlo
buscado antes en Melilla, donde nuestros compañeros
socialistas ya les han dicho que apoyan ampliar las
bonificaciones al 50% pero no para todos los sectores, sino
para aquellos que realmente lo necesitan, como también
recomienda un informe de la patronal de las dos ciudades”,
reprochó al Gobierno de Melilla, al que, como los
nacionalistas, aconsejó derivar esta petición al Pacto de
Toledo.
Además, López i Chamosa destacó que el coste de aplicar lo
solicitado por Ceuta y Melilla supone un coste extra “del
300%” con respecto al actual (alrededor de 8 millones
anuales aquí y 7 en la ciudad hermana). “Aquí hay que ser
coherente”, replicó a la amenaza del PP, “porque ustedes nos
critican en la televisión por gastar y al Parlamento no
dejan de traer propuestas que exigen mayores desembolsos,
pero yo no tendré problemas para explicar, aquí y en
Melilla, nuestro voto de hoy porque hemos sido también los
socialistas quienes hemos prorrogado cada dos años unas
ayudas que el PP aprobó apenas unos meses antes de las
elecciones generales de 2004”.
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Las posiciones de los grupos parlamentarios en el Congreso
GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA
(169 ESCAÑOS), Isabel López i Chamosa. La representante
socialista dijo que su grupo “no puede admitir” una
reivindicación como la melillense (extender las
bonificaciones a todos los sectores económicos, ampliarlas
al 50% y llevar su vigencia a cinco años prorrogables),
sobre todo por la primera de las peticiones. Criticó que el
Gobierno de Imbroda no buscase “el consenso” en la Asamblea
y le recomendó derivar su planteamiento al Pacto de Toledo.
Además, cuestionó que este tipo de medidas sirvan realmente
para crear empleo si se plantean en esos términos y
cuestionó la coherencia del PP por pedir más gasto “mientras
en televisión nos critican por lo contrario.
GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR (153 ESCAÑOS), Antonio
Gutiérrez Molina. El parlamentario melillense insistió
en que lo solicitado no viene a reportar “ningún privilegio”
a las ciudades autónomas sino “la compensación de unas
circunstancias que lastran su desarrollo económico”.
Gutiérrez tildó de “poco entendible” la posición de los
grupos que rechazaron la toma en consideración de la
iniciativa legislativa y consideró “razonables” las dudas de
quienes pusieron en cuestión la efectividad de las
bonificaciones para crear empleo. “Podemos enmendar y
enriquecer el texto por consenso”, ofreció el político
Popular, que destacó lo “solidarias” que son Ceuta y Melilla
con el resto del país y pidió “que no se hagan excepciones”
con ellas a los grupos que, como el Catalán y el Vasco,
reconocieron no haber hecho nunca lo que hicieron ayer.
GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN (CiU, 10 ESCAÑOS), Carles
Campuzano. Convergencia i Unión (CiU) votó, como el
PSOE, en contra de la propuesta melillense, “contra solemos
hacer con todas las que llegan desde cualquier Asamblea
autonómica”, porque según dijo la fórmula elegida por
Melilla, la de la Proposición de Ley, no le pareció a su
grupo “la mejor” posible. Campuzano instó a la Ciudad
Autónoma a llevar su propuesta al Pacto de Toledo o a
tramitarla a través del Grupo Popular en el seno del debate
abierto en las Cortes Generales alrededor de la política
general de bonificaciones, sobre cuya efectividad real para
generar empleo también llamó la atención entre
interrogantes.
GRUPO PARLAMENTARIO VASCO (PNV, 6 ESCAÑOS), Emilio
Olabarría. El veterano congresista del PNV se abstuvo en
nombre de su grupo “por respeto institucional” a la Asamblea
melillense, pero calcó los argumentos de CiU. Dio cuenta de
la “reserva política” que le generaba el hecho de que la
propuesta no hubiese ido a la Comisión de Seguimiento del
Pacto de Toledo, como toca con todo lo relativo a la
Seguridad Social, y también subrayó la “manifiesta
ineficacia” de estas políticas de ayudas para crear empleo.
“Hay problemas específicos y hay que hacer algo, pero esto
tal vez no sea lo mejor”, reflexionó.
GRUPO PARLAMENTARIO ESQUERRA REPUBLICANA-IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA VERDS: (5 ESCAÑOS), Gaspar
Llamazares. El antiguo líder de IU emitió un sí
“crítico” a la propuesta en términos muy ideologizados.
Cuestionó ese “circulo virtuoso” que propone el PP según el
cual “la rebaja de las cotizaciones dinamiza la economía,
crea empleo y acaba propiciando mayores recaudaciones” y
expuso sus “reservas” sobre la ampliación y extensión de las
bonificaciones que plantean las dos ciudades. Anunció que de
tomarse en consideración la Proposición de Ley la
enmendarían “a fondo” y llamó la atención sobre la
“importante magnitud económica” de lo pedido.
GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO (7 ESCAÑOS), José Luis
Perestelo. Por rotación, al diputado de Coalición
Canaria le tocó anunciar un sí a la propuesta melillense, de
la que dijo que “sin duda se puede mejorar”. “Dudamos de que
sirva para dinamizar la economía de la ciudad, pero somos
conscientes de sus dificultades”, resaltó.
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