Este era el caso de Abdoulaye Kone, el joven marfileño de 20
años de edad que murió atropellado la semana pasada en la
AP-7 a su paso por la localidad malagueña de Manilva, cuando
viajaba oculto en los bajos de un camión. Había pasado siete
meses en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)
de Ceuta y tenía la 'tarjeta amarilla', el documento que
autoriza su residencia y libertad de movimiento en toda
España mientras se resuelve la petición de asilo.
Para Abad, el deseo de Kone y del resto de solicitantes de
asilo por salir de Ceuta se explica en términos de
"diferencia de oportunidades" ya que si bien en el CETI "las
condiciones son buenas porque es un centro abierto, la
diferencia con estar en la Península es muy grande", porque
"hay más posibilidades de integración, de encontrar trabajo
o de establecer relaciones, por ejemplo".
La Adjunta Primera al Defensor del Pueblo, María Luisa Cava
de Llano, afirma que la Oficina del Defensor ha recibido
"varias quejas interpuestas por solicitantes de asilo que
estaban en Ceuta y Melilla" motivo por el cual la Alta
Institución abrió una investigación que se saldó con la
conclusión de que "no hay ningún motivo que justifique" que
estas personas no puedan viajar a la Península.
El Defensor, 'disconforme'
"Se nos comunicó que estas circunstancias se debían a una
cláusula de reserva que existe para Ceuta y Melilla suscrita
por España en la aplicación del Convenio Shengen (espacio
único europeo), pero estudiamos esa normativa y manifestamos
nuestra disconformidad con esa interpretación", explicó Cava
de Llano en declaraciones a Europa Press. En concreto, se
trata de una cláusula por la que España no debe autorizar el
paso a la Península de extranjeros que sólo dispongan de
autorizaciones para entrar en alguna de las ciudades
autónomas. La Oficina del Defensor del Pueblo entiende que
esta norma se refiere a personas que puedan entrar a Melilla
a través de Marruecos con un permiso transfronterizo porque
vivan en poblaciones de la frontera o trabajen en la ciudad.
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