Hasta cierto punto parece de lo
más lógico que todos, en tiempos de crisis que estamos
padeciendo, nos apretemos el cinturón. Lo que no parece tan
lógico, se mire por donde se mire, es que siempre seamos los
mismos los que tengamos la lengua fuera de tanto
apretárnoslo.
La última decisión adoptada por una propuesta de ERC de que
en el Senado se hable en todas las lenguas cooficiales,
(catalán, euskera, gallego y valenciano) porque según CIU,
PNV o ERC responde a “la normalidad democrática”.
Lo que responde a la “normalidad democrática”, de verdad, es
que todos hablen en el Senado el idioma español que todos
entienden y conocen porque, sin discusión alguna, en Senado
se sobreentiende que es la Cámara donde están representados
todos los españoles y que en ella se debe hablar el idioma
de oficial de España que es el español. Y punto pelota.
El asunto, como el que no quiere la cosa, según los
entendidos en materia económica nos va a costar a todos los
españoles más de un millón de euros. ¡Toma del frasco,
Carrasco!
Acabar con estas imposiciones es de lo más fácil que hay, de
todos esos partiditos que ni a partidos llegan, como es el
caso de ERC que tiene menos porvenir que un mono con
vértigo, puesto que en las próximas elecciones catalanas van
a tener en Cataluña un par de representantes y por supuesto
fuera del tripartito, que gracias a ellos, está haciendo más
agua que la patera de mi amigo el Puchi.
Pues como les decía, acabar con estas imposiciones, es de lo
más fácil basta, simple y llanamente, que si quieren
conseguir tener representantes en el Senado y en el Congreso
de todos los españoles, tienen que presentar su candidatura
en toda España.. Todo consiste en modificar un poquito esa
Ley Electoral que está pidiendo a voces ser cambiada para
acabar, de una vez por todas, con esos chantajes de
independentistas baratos.
Y si alguien pensaba que con la consecución de que se hablen
todas las lenguas cooficiales en el Senado se iban a acabar
las cosas, se equivocaba de medio a medio. Los
independentistas del tres al cuarto, su voracidad no tiene
límites y pedirán más y más. Nunca sacian su voracidad.
Ezquerra reactivará próximamente en el Congreso de los
Diputados su reivindicación sobre el uso de las lenguas
cooficiales tras admitirse a trámite la semana pasada su
propuesta para el Senado.
Su intención es que esta propuesta reúna el mayor número de
apoyos posibles, aunque dan por seguro que ni el PP ni Unión
Progreso y Democracia lo firmarán y, por supuesto, el PSOE
tampoco lo hará pues según su portavoz en el Congreso, José
Antonio Alonso, siempre ha defendido que la única lengua que
ha de halarse en la Cámara es el castellano.
Con lo fácil que sería solucionar el problema que plantean
todos estos independentistas del tres al cuarto. Todos estos
chantajes se acabarían modificando la Ley Electoral. Al que
no le convenga, pues puertas y a otra cosa mariposa. Más
vale, de una vez por todas, coger el toro por los cuernos, y
si es necesario morir de pie, que vivir siempre de rodillas.
¿O no?
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