No se asusten: “Deberíamos hablar de confrontación más que
de diálogo entre la comunidad Cristiano-Occidental (C-O) y
la Árabo-Musulmán (A-M)”. “Aunque haya algunos sectores que
no lo compartan, profesores y familias C-O manifiestan
claramente unos estereotipos negativos hacia los árabes que
se agudizan con la aparición de una nueva clase enriquecida
rápida e ilegalmente con el contrabando”. “Sin embargo, para
los A-M el racismo hacia ellos está disminuyendo y cada vez
se produce más integración, aunque no se aleja el peligro de
la asimilación”. “Asimismo, los avances de la mujer
musulmana para salir de las ataduras de la tradición son
tangibles, aunque queden aún por superar muchos obstáculos”.
Son “algunas conclusiones” del trabajo ‘¿Diálogo o
confrontación de culturas en Ceuta? Un estudio de caso en un
Instituto de Secundaria’, una investigación cualitativa
realizada por el profesor de la Universidad de Cádiz Rafael
Jiménez Gámez que ha publicado en su último número, el del
mes de mayo, la publicación ‘Revista de Educación’, del
Ministerio, en el que también se proponen medidas
paliativas.
El estudio analiza el “interesante contacto de valores” que
se produce en ese ámbito escolar y su entorno; repasa “la
situación actual de la relación entre ambas poblaciones
desde un punto de vista sociopolítico”; y se para en “el
análisis de los estereotipos que los cristiano-occidentales
han ido construyendo sobre los árabo-musulmanes, que son
vistos como cerrados y fundamentalistas, aunque esta visión
no sea compartida por todos los sectores del profesorado del
instituto”. “Sin embargo, para los árabo-musulmanes, el
racismo hacia ellos está disminuyendo”, advierte el autor,
que concluye que “por lo tanto, deberíamos hablar de
confrontación más que de diálogo entre ambas culturas”. “El
dilema”, llama la atención el informe, “se produce entre la
asimilación, que los cristianos exigen de los musulmanes, y
una auténtica integración intercultural”.
“Creemos que sería necesario incentivar la mezcla entre
ambas culturas y cualquier iniciativa para superar los
estereotipos que dificultan el conocimiento y la convivencia
entre ellas”, apuesta el texto de Jiménez Gámez para mejorar
la coyuntura con la que se encontró cuando realizó el
trabajo de campo, en 2004. “Por eso”, defiende, “es
fundamental que los niños y jóvenes se eduquen juntos en
escuelas e institutos”.
“Nos encontramos con dos culturas que, durante mucho tiempo,
se han ignorado a pesar de coexistir en un espacio cerrado”,
diagnostica el estudio, que aboga claramente por “incentivar
cualquier tipo de mezcla, de mestizaje” entre las dos
culturas mayoritarias “para superar los estereotipos que
dificultan el conocimiento y la convivencia entre ambas”.
“Por eso es fundamental que los niños y jóvenes se eduquen
juntos en escuelas e institutos”, reitera el estudio, para
pasar página y reemplazar esa relación “condicionada por un
pasado dominado por la asimilación por parte de la comunidad
C-O, la mayoritaria y la que ostentaba la única voz en la
esfera pública y de poder hasta hace muy poco tiempo”.
Desde una perspectiva de género el autor llama la atención
sobre los avances de la mujer musulmana, pero considera que
“habría que incentivar su participación para que esta supere
la posición de postergación respecto al hombre”. “Es
fundamental el desarrollo de programas de promoción social y
cultural, con especial énfasis en su formación, por lo que
se debe velar por la permanencia en la escuela más allá del
periodo obligatorio”, defienden las conclusiones del
informe.
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