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elecciones a la cámara de comercio
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Bulaix, el candidato ¿ignorante? |
La
atrevida ignorancia de Karim Bulaix en sus
declaraciones, dejando interesadas sombras de dudas,
ataca directamente a la honorabilidad de los
miembros de la Junta Electoral creada para estos
comicios de la Cámara de Comercio y, por extensión,
al organismo que la nombra, la Dirección Provincial
de Comercio
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El candidato a presidir el Pleno de la Cámara de Comercio,
Industria y Navegación de Ceuta, Karim Bulaix ha desbarrado
incomprensiblemente en sus declaraciones públicas de ayer en
las que pone en duda, nada menos, que a la Junta Electoral
nombrada y elegida por la mismísima directora provincial de
Industria, Turismo y Comercio quien, como representante de
la Administración General del Estado, tutela no ya el actual
proceso electoral, sino a la propia Cámara ceutí.
Es posible que los nervios, provocados por defectos que la
propia Junta Electoral ha detectado en su candidatura, hayan
jugado una mala pasada a quien gusta de comparecer en
público y en privado embutido en corrección y educación
exquisita. Probablemente incitado e influenciado -pudiera
parecer así- por quienes, detrás de él, permanecen en la
sombra para evitar más de un sonrojo a la ‘cara visible’ del
grupo de aspirantes.
Es un hecho manifiesto que siete miembros de la candidatura
Bulaix no han cumplido lo reglamentado para las elecciones
camerales, de cuyo cumplimiento vela la Junta Electoral.
Circunstancia similar ha ocurrido en tres de los miembros
que apoyan al candidato Moreno Naranjo.
La atrevida ignorancia de Karim Bulaix en sus declaraciones,
dejando interesadas sombras de dudas, ataca directamente a
la honorabilidad de los miembros de la Junta Electoral
creada para estos comicios de la Cámara de Comercio y, por
extensión, al organismo que la nombra, la Dirección
Provincial de Comercio.
El juego de la desinformación y de las mentiras interesadas
para menoscabar la limpieza de un proceso electoral que
sigue evidentes reglas democráticas tuteladas por la
Administración General del Estado, desenmascara a quien lo
practica.
Enturbiar el proceso electoral apelando permanentemente a
las dudas del mismo es una estrategia burda e insana que
sólo utilizan los que se sienten perdedores. Su uso huele
más bien a mediocre excusa. Un candidato joven como él, de
pretendido dinamismo, debe centrarse en explicar y dar a
conocer su proyecto, su programa, defendiendo la Cámara en
la que cree y no dejarse llevar por absurdas creencias
infundadas.
A Karim Bulaix se le vio ayer con poco convencimiento de lo
que afirmaba en Ceuta TV. Dejó por su boca un interesado
rastro de dudas que su cara no terminaba por reflejar. Era
como si se encomendara a un guión previamente engendrado y
peor parido.
El joven candidato ha pecado de inexperiencia y de
ignorancia. Jugar a candidato significa conocer las reglas
electorales y si éstas se incumplen como ha sido el caso en
siete de los miembros de su candidatura, el fallo debe
buscarlo en su entorno. Justificar el error propio lanzando
una sarta de mentiras para generar sospechas, retrata además
de la indignidad, la cobardía.
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