El director territorial del Ingesa, Jesús Lopera, se hizo
acompañar del director gerente de Atención Sanitaria, Juan
Carlos Querol, y el director médico de Atención Primaria,
Diego Sánchez, para contestar a EL PUEBLO todas las dudas
que se han planteado durante los últimos meses sobre el
funcionamiento de la sanidad pública en Ceuta, abordando
aspectos como la contratación de especialistas para el nuevo
hospital o la redistribución de pacientes en Atención
Primaria, entre otros de los muchos aspectos que motivan la
protesta sindical prevista para mañana. Una protesta que
Lopera dice respetar pero que carece de fundamento con los
datos que ayer no paró de esgrimir durante el encuentro.
Pregunta.- ¿Cómo se ha llegado a este punto de
conflictividad laboral en el área sanitaria de Ceuta?
Jesús Lopera.- Para nosotros esta situación no es nueva. El
Ingesa tiene bastantes organizaciones sindicales en su junta
de personal, que en ocasiones se han unido en plataformas y,
otras veces, con carácter independiente cada una. han
realizado las reivindicaciones que han creído oportunas por
el procedimiento que han creído oportuno. En otras ocasiones
han sido paros en centros de salud, otras huelgas. Sobre
esto no tenemos mucho que decir porque está dentro del
derecho sindical el manifestarse de la forma que cada uno
estime oportuna. Nunca hemos criticado esto. Lo que a veces
ha llevado a controversia es que lo que han manifestado
algunas organizaciones sindicales es diametralmente opuesto
a lo que sucede en la realidad y esta confrontación de
puntos de vista entre lo que dice la central sindical y lo
que dice la Administración ha llevado a que ante la opinión
pública aparezca una situación de conflicto. Nosotros como
Administración tenemos la obligación de explicar a los
ciudadanos cuál es nuestro punto de vista sobre los temas
que se están debatiendo y sobre los que se está hablando en
la opinión pública. Los sindicatos deben entender que son
tan dignas las manifestaciones que ellos hacen en el
ejercicio de sus funciones como las nuestras. Y eso a veces
no siempre se ve bien en la situación de conflictividad a la
que se ha llegado en este momento.
P.- Sin embargo, en este clima, se ha llegado a
determinado nivel de acusaciones recíprocas entre los
directivos del Ingesa y los sindicatos.
J. L.- Cuando las críticas caen del lado de la
Administración parece que son razonables, pero cuando caen
del lado de personas que están ostentando una representación
sindical enseguida nos rasgamos las vestiduras. Hay cosas
que compartimos, otras que no y situaciones en las que
estamos en una posición diametralmente opuestas. Hay
organizaciones que están por autosustituir a determinados
colectivos y nosotros por la contratación de bolsa cuando
hay médicos disponibles. Y son posturas diametralmante
opuestas. Aunque ninguna de las dos son ilegales ni
anticonstitucionales. Simplemente opuestas.
P.- ¿Con qué expectativas aguarda la concentración ante
la Delegación del Gobierno de mañana?
J. L.- Somos respetuosos con las acciones que quieran
emprender las organizaciones sindicales que las han
convocado y estaremos a lo que allí ocurra. La opinión como
Ingesa es que no se dan condicionantes para ese tipo de
concentraciones. Con esto no queremos decir que no sean
legítimas, que lo son. Pero una cosa es la legitimidad y
otra que consideremos que haya argumentos para hacerla. En
Ceuta, los últimos cinco años han sido el periodo en el que
más inversiones se han hecho, en el que más se ha avanzado
en infraestructura, en recursos humanos, en equipamientos,
en negociación sindical... Por lo tanto, consideramos que no
hay elementos suficientes que justifiquen esa concentración.
Lo hemos dicho también en otras ocasiones en las que se han
hecho paros en Atención Primaria, o en el hospital. Algunos
secundados por poca gente otros por algunas más.
P.- El nuevo hospital constituía el gran logro del Ingesa
para este año, ¿cree que la conflictividad laboral y algunos
de los incidentes denunciados por los usuarios han podido
deslucir este logro?
J. L.- Claro que sí. Estamos un poco apenados por esta
circunstancia. La puesta en marcha del nuevo hospital se
verá con mayor perspectiva dentro de unos años. La ciudad de
Ceuta y los trabajadores sanitarios, cuando los temas están
tan broncos, no son los suficientemente consciente del gran
proyecto que se ha puesto en marcha. Ceuta cuenta con un
hospital de un nivel altísimo y para el año 2010 se ha
puesto en marcha, porque así tiene que ser, para unas
instalaciones determinadas y para unos servicios
determinados. No se puede llevar la sanidad de la nada al
todo en unos meses. Ceuta tenía una infraestructuras
sanitarias de principio del siglo XX y hoy tiene una
infraestructura, unos equipamientos y una tecnología del
siglo XXI, con uno de los mejores hospitales de toda España.
Pero qué duda cabe que hay un periodo de adaptación, porque
un hospital no se pone en marcha al cien por cien durante
los primeros años. La actividad que se ha pactado para 2010
tiene equipamientos y recursos humanos suficientes. La
opinión pública que ha pasado por las consultas externas o
por hospitalización se ha podido dar cuenta del notable
avance y, sobre todo, de algo que nosotros llevamos a gala:
que es un hospital público. Mientras que en España se está
apostando por gestión privada, por privatización, por
externalización y por algunas formas de gestión distintas a
la nuestra, nosotros estamos apostando por un hospital
público para una sanidad universal, para todos los
ciudadanos.
P.- ¿Qué solución se le piensa dar a la falta de médicos
especialistas para cubrir muchos servicios del hospital?
J. L.- Seguimos negando la mayor. El hospital no tiene falta
de especialistas al nivel que se dice. Se puede ir uno a
cualquier hospital de la Península y verá que hay
situaciones similares en muchos servicios. El hospital no
tiene falta de especialistas más que en situaciones
concretas. En los últimos años ha crecido el número de
profesionales. Y no porque lo digamos nosotros, sino porque
es fácil de saber. En el año 2004, servicios fundamentales
del hospital como cirugía, traumatología, anestesia,
pediatría, por citar algunos, tenían especialistas
localizados. Un señor se ponía malo, una señora de parto,
otro necesitaba una intervención de urgencia y había que
llamar al especialista a su casa. Tardaba en llegar un
determinado tiempo. Uno de los mayores avances del hospital,
y del que se habla poco, aunque nosotros nos sentimos
bastante orgullosos, es que todos los especialistas están de
presencia física. Unos en 2004, otros en 2005, otros en
2006, pero ya llevan años funcionando. Y para eso hacen
falta efectivos suficientes. Yo he conocido en el hospital
de la Cruz Roja un solo pediatra los 365 días del año. Hoy
hay un equipo de pediatría con siete especialistas que hacen
una guardia de presencia física y resuelven el problema
inmediatamente. Eso mismo ocurre con anestesia, donde había
tres especialistas, y hoy hay siete. O en cirugía o
traumatología y todas las especialidades importantes donde
hay guardias de presencia física en el hospital. Es verdad
que ha habido situaciones puntuales en las que en una
determinada especialidad ha podido haber una falta de
especialista, pero ahora mismo no hay ninguna descubierta en
nuestra cartera de servicios. Que el hospital ha crecido en
número de especialistas, y sobre todo en especialistas en
presencia física es innegable.
Juan Carlos Querol.- Hay suficientes especialistas y eso es
algo que se está negando. Pero es tan fácil como contarlos.
Ir por los servicios y ver la dotación que tienen. No sólo
se ha conseguido durante los últimos años ocupar las plazas
vacantes de forma permanente. También hemos ido cubriendo
las plazas que se han ido creando. Por eso queremos que la
opinión pública ceutí sepa que hay más especialistas que
nunca. A todo el que lo pregunte se le dará incluso nombres
y apellidos si es que se nos permite. Si es cierto que en
algunas especialidades, como pediatría o anestesia, incluso
a nivel nacional, ha habido una carencia importante que, de
alguna manera, se ha notado, pero nosotros, hoy en día, las
tenemos cubiertas. Y esto ha sido así porque desde el Ingesa
se ha hecho un esfuerzo por apostar por Ceuta, por fidelizar
a las plantillas y hacer la ciudad atractiva pese a que la
gente no lo quiere ver. Porque la carrera profesional es
muchísimo mejor que en otras comunidades autónomas. Y eso
también hace que los especialistas hayan mirado a nuestra
ciudad. La construcción del nuevo hospital se conoce en
muchos sitios de España. Anteayer, sin ir más lejos, me
sorprendió que desde Málaga se hablara de la maravilla de
hospital que se ha construido en Ceuta. Esto un motor de
enganche para los especialistas. A fecha de hoy hay
especialidades, muy difíciles de cubrir hace unos años, en
las que ahora tendremos que hacer baremos para llevarnos al
mejor candidato. Se ha pasado de una situación coyuntural
mala a tener listas de espera de especialistas. Eso es
importante y hay que saberlo.
J. L.- Porque además hay un aspecto muy significativo y que
llevamos diciendo durante meses porque no se nos termina de
entender: estamos negando la mayor porque tenemos datos para
hacerlo. Todas estas especialidades podían haber estado
cubiertas en otras épocas y otras etapas y no han estado. La
realidad es que se han venido a cubrir y a hacerlo en
presencia física a partir de 2004 ó 2005. En Ceuta se está
haciendo docencia que se podía haber hecho hace diez años.
En aquellas áreas donde había falta de personal como eran
matronas o médicos familia, tenemos una unidad docente, y
ahora estamos peleando para formar médicos especialistas en
Obstetricia y Ginecología y médicos del trabajo. Se ha hecho
un esfuerzo no solamente en traer profesionales sino también
en formarlos. Se pudo hacer en otra etapa y no se hizo.
Entonces, cuando se hacen esfuerzos y lo que trasciende es
que hay pocos especialistas hay que decir que no es verdad.
Todo es mejorable, pero tenemos que ver de dónde venimos y a
dónde vamos, porque el salto hacia adelante ha sido muy
elevado cuantitativa y cualitativamente. Aunque estemos
hablando de médicos especialistas, tampoco se puede decir
que ha habido un incremento en los últimos años del 15 por
ciento de celadores cuando ha sido de un 45 por ciento. Ni
que no hay matrona cuando se han incrementado un 85 por
ciento, de siete a trece. Además, cada año salen de la
unidad docente cuatro matronas. De ahí nuestra necesidad de
dar estos datos, porque a fuerza de repetir muchas cosas
parecen que son reales.
P.- El Gobierno quiere regular la contratación de médicos
de países extracomunitarios. ¿Se crearán más barreras
lingüísticas en la relación médico-paciente si Ceuta recurre
a estos profesionales?
J. L.- El decreto se publicó ayer en el BOE. En todas las
comunidades de España se ha estado contratando médicos
comunitarios y extracomunitarios desde hace bastante años. Y
cuando ocurre aquí parece que somos los malos. Este decreto
pone en evidencia lo que veníamos diciendo. Que existe una
carencia endémica en España y en otros países de la Unión
Europea y que los gobiernos tienen que dar soluciones.
Primero, la libre movilidad de médicos dentro de la Unión
Europea, que es una norma. Respecto a las barreras
lingüísticas, de los médicos extranjeros que tenemos en
Ceuta hay cuatro o cinco que conocen perfectamente el
castellano porque han estudiado en España, sólo que son de
origen marroquí. Sin embargo, han estudiando en Granada como
extranjeros y tienen la mayoría el título de la universidad
de allí. También tenemos una comunidad polaca que lleva unos
años trabajando en Ceuta y perfectamente integrados. Ojalá
vinieran más porque son gente de una gran profesionalidad y
una altísima cualificación, y cuando ha habido problemas
lingüísticos no se le incorpora al trabajo sino que se le
dan clases, se les perfecciona en el idioma y están
trabajando de una manera tutelada, sin hacer ningún
diagnóstico ni prescribir ningún tratamiento. Cuando ya han
aprendido el idioma, entonces se les incorpora. A veces se
transmiten las cosas de una manera que pone los bellos de
punta, porque parece que nos lo traemos de no sé dónde y lo
ponemos en una consulta a ver pacientes, y eso no es así. La
oncóloga lleva con nosotros cinco años perfectamente
integrada, tenemos pediatras, anestesistas, también
integrados.
P.- Las circunstancias que rodearon a la muerte de Pedro
Calle, ¿son el síntoma de una mala organización o de
insuficiencia de personal? ¿Qué resultados ha arrojado la
investigación que abrió el Ingesa sobre este caso?
J. L.- Esa investigación está todavía por concluir. Falta
una comparecencia y todavía no está cerrada. Pero hay que
decirlo alto y claro a la gente: hay una forma científica y
consensuada de cómo determinar el personal que tiene que
tener un hospital. Los directivos no se levantan por la
mañana diciendo hoy voy a poner dos médicos o tres
enfermeras. Nos movemos por una fórmula que es el contrato
de gestión, que se establece de acuerdo a la necesidad de
años anteriores y la demanda de la población. Así se prevé
para el año siguiente una determinada actividad en
hospitalización, en intervenciones quirúrgicas, consultas
externas, pruebas complementarias, y en Atención Primaria,
visitas de médicos de familia, de pediatría, de enfermería,
unidades de apoyo, etc. Esta actividad prevista tiene unas
necesidades de personal y ese es el personal que se pone. El
Hospital Universitario tiene una capacidad máxima de 252
camas y la previsión de funcionamiento para 2010 es de 167
camas. En el contrato de gestión, el gerente del hospital
tiene para las 167 camas y para la actividad prevista un
presupuesto. Si por algún motivo esa actividad no fuera la
prevista y fuera superior o actividades extraordinarias, se
está facultado para incrementar de manera puntual o no
puntual el personal que requiera. Sin embargo, también hay
que aclarar que cuando un hospital se abre tiene un periodo
de adaptación de seis a ocho meses o incluso más. Abrimos el
hospital un 9 de febrero y en un medio de comunicación al
que no fuimos nos citó dos días después con una organización
sindical para debatir sobre el hospital ¡Dos días después!
Uno tiene el aliento en el cogote, como se suele decir.
Teniendo en cuenta que el hospital tiene dotación suficiente
para la actividad prevista, se incrementará cuando lo
requiera la actividad.
J. C. Q.- Existen unos estándares y recomendaciones
establecidos durante 2009 que te orientan sobre cómo
organizar los recursos humanos. Esto es una herramienta de
gestión que también deberían tener en cuenta los sindicatos.
Estas fórmulas nos ayudan a ver qué se está haciendo por ahí
y qué es lo mejor, por ejemplo, para nuestras mamás. Donde
se habla de la estancia media, de la ocupación, del número
de partos, de los que necesitan cesárea... Esto es lo que
tendrían que hacer los sindicatos cuando se sientan con
nosotros.
P.- Entonces, ¿cómo se tiene previsto el aumento de
plantilla en el hospital?
J. C. Q.- Acorde a la actividad prevista. En 2009 ya subimos
en 43 personas. En 2010, 28, de las cuales ya se han
incorporado un traumatólogo, cinco celadores y dos pinches.
Eso está pactado y reflejado en el contrato de gestión. Así
se hace en toda España: los hospitales se dotan en función
de la actividad que se prevé.
P.- ¿Y la extensión de las instalaciones no influye?
J. L.- En determinados aspectos, en otros no. Puede influir
en la limpieza, puede influir en la seguridad, o en algún
colectivo. Un ejemplo muy simple: en la dirección
territorial del Ingesa, cuando yo llegué en 2004, cada vez
que llovía había que poner cubos de agua para que no se
inundara. Hoy tenemos un edificio diez veces mayor que el
anterior, e incremento de plantilla no ha habido ninguno.
Antes no había sala de juntas, sólo una mesa en mi despacho
donde cualquiera que venía se sentaba. Hoy cada funcionario
tiene su despacho, los pacientes son atendidos
correctamente, antes tenía personas trabajando en el pasillo
y en la escalera y hoy trabajan dignamente. Pero incremento
de plantilla no he tenido ninguno, ni conflictividad
tampoco. Por eso ahora el discurso de algunos sindicatos
respecto al hospital ha cambiado, ya no va tanto a la
superficie y se está diciendo últimamente que hay mucho
demanda. Pero estamos haciendo un estudio de la actividad de
2009 a 2010 para verificar si esto es así. Si hubiera más
actividad de la prevista en el contrato de gestión habría
que poner más unidades y dotarlas, pero primero hay que
verlo.
J. C.Q.- La actividad ha crecido poco, un dos o un tres por
ciento. Independiente del crecimiento de actividad y de
superficie, en estos últimos seis años la plantilla ha
crecido en 151 trabajadores, lo que supone un 27 por ciento
y, en absoluto, hemos crecido tanto en actividad. Si hablan
de los extranjeros de Marruecos que se atienden, eso está
medido.
J. L.- A veces interesa trasladar datos inespecíficos:
aumentan el 12 por ciento los ingresos, el 15 por ciento las
urgencias y el 30 por ciento los partos. Pero el hospital
está dotado para la actividad que tiene con independencia de
la procedencia del paciente. Se ha mandado un mensaje
perverso: nosotros tenemos equis personas para los
autóctonos, luego lo que hagamos para los extranjeros, es de
más. La sala de parto del hospital está dotado para hacer
1.500 partos, de los cuales, el 30 por ciento es extranjero.
Pero para hacer 1.500. Si se quiere ver de forma positiva,
se podría decir que la asistencia a los extranjeros
posibilita que Urgencias o partos crezcan. Hemos
incrementado las matronas en un 85 por ciento y los partos
en un once. Del total de parto, el 30 por ciento son
extranjeros.
P.- Los problemas en Primaria, sobre todo la sobrecarga
de las ratios que deben atender los médicos de familia y la
alegada falta de sustituciones, ¿tienen solución?
J. L.- Volvemos a negar la mayor. No hay sobrecarga de
Atención Primaria. El número de tarjetas sanitarias que se
asignan a los médicos de familia en España está entre las
1.500 y las 2.000. En Ceuta, en el centro 1 y en el 2,
estamos en torno a los 1.600, que es la porción baja del
rango. Son datos oficiales que conoce todo el mundo. Y en el
centro 3 en torno a los 1.400. No estamos dando datos
imprecisos, que están en el contrato de gestión. En los
últimos años se ha incrementado la plantilla de los médicos
de familia, cuando hubo muchos años que no se aumentó un
solo médico. Respecto a la frecuentación, se dice, es que un
médico de paciente ha visto 70 pacientes, pues no es verdad.
La media de pacientes por médico y día es de 36 usuarios y
en la Península de 40. Luego estamos como en otros sitios,
un poco mejor. ¿Por qué el conflicto? A nosotros nos pasó
que teníamos médicos de familia en cantidad suficiente, 35
en los tres centros de salud. También era suficiente la
frecuentación. Si embargo las demoras no iba así. Había
centros de salud donde se esperaba 7, 8 y hasta 10 días para
ver al médico. Te pones malo tú o tu hijo y pides cita en el
médico de familia, que te tiene que ver en el día o al día
siguiente, y te daban cita para dentro de siete días, y eso
no estaba bien. Entonces, se reajustaron las agendas de los
médicos, algunas consultas estaban programadas para realizar
la actividad de tres a tres horas y media, y se cambiaron a
cinco horas, de las cuales hay media hora para desayunar y
otra para actividades programadas. El resto es para atender
la demanda no programable. Y eso hace que hoy la
frecuentación sea normal, porque ya lo era, que no haya
sobrecarga porque no la había y que las demoras estén
ajustadas. Eso ha causado cierto malestar porque lo que
antes se hacía en un horario se ha incrementado en hora y
media más. Respecto a las sustituciones, los criterios son
los siguientes: repartir a los médicos del resto del equipos
y cuando hay demasiada actividad o demasiado absentismo
nuestro criterio es tirar de la bolsa. Y en casos
excepcionales, cuando no haya médicos en bolsa, se
autocontrata al personal fuera de su jornada y se le paga un
incentivo que está en torno a los 190 euros. Se ha hecho el
mismo sistema que en Melilla, donde nadie ha puesto ningún
problema jamás.
P.- Algunos de los sindicatos que están liderando la
protesta argumentan que se ha perdido la filosofía de los
centros de salud, que ya no se ponen en marcha programas de
salud y que se ha vuelto al viejo concepto de ambulatorio y
a la simple atención de demanda?
J. L.- No es verdad. Una organización sindical puede decir
lo que le parezca, pero deberían hacerlo con datos. Hemos
roto con el sistema tradicional donde se concentraba las
consultas en un determinado tramo horario, más o menos
masificados, lo que generaba demora.
Diego Sánchez.- El problema que se plantea en verano es que
si no tienes médico de bolsa o no hay sustitutos se
sobrecarga el médico y tiene la mitad de tiempo para ver a
sus pacientes. El médico gana dinero pero pierde el usuario.
Paso el último verano y dijimos que no nos interesaba eso
sino un tiempo extra para ver ese cupo adicional. Por otro
lado, hemos sacado un horario para atención programada y
otras actividades que se deben ver en equipo.
P.- ¿Qué va a traer de bueno para Ceuta el contrato de
gestión firmado para este año?
J. L.- En una época de crisis con un plan de ajuste
importante del Gobierno y las comunidades autónomas, en el
Ingesa, en Ceuta, no va a haber restricciones sino que
crecemos en el capítulo de personal un 4,6 por ciento, en
gastos corrientes un 12,14 por ciento debido al hospital
nuevo. Lo cual supone un incremento presupuestario del 6,77
por ciento. Esto posibilita hacer la actividad prevista para
2010 y cumplir con nuestros profesinales, que es lo
importante de todo. En otras comunidades autónomas el
crecimiento ha sido cero.
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