El PSOE de Melilla organizó ayer en el cementerio de la
ciudad, coincidiendo con la celebración del 1 de mayo, un
acto de homenaje a personas que sufrieron las represalias
del régimen franquista y que lucharon por defender los
derechos y las libertades. Alrededor de unas cuarenta
personas han ido recorriendo las tumbas en las que se
encuentran enterrados las primeras víctimas de la Guerra
Civil en Melilla, ciudad en la que se inició el alzamiento
militar el 17 de julio de 1936.
De la mano del investigador Francisco Narváez, socialistas,
así como representantes del sindicato UGT, que también se
han sumado al homenaje, han recordado algunos nombres como
los de Antonio Díez, último alcalde republicano de Melilla.
También han visitado la lápida de Manuel Romerales, el
entonces comandante general de la ciudad, que no respaldó el
alzamiento y que fue fusilado, al igual que Virgilio Leret,
jefe de la base hidrográfica del Atalayón.
En declaraciones a los periodistas, el secretario general
del PSOE de Melilla, Dionisio Muñoz, ha señalado que la
jornada de ayer representa una fecha importante para los
socialistas melillenses, ya que es un día “con muchos
matices y muchas formas de interpretarlo y de vivirlo”.
“Desde el PSOE aprovechamos este día para hacer un homenaje
y recordar a muchos de los que dieron su vida por la
libertad, por la justicia y la igualdad en nuestra ciudad”,
ha manifestado.
Muñoz ha recordado a aquellos que fueron “sacados
salvajemente” de la sociedad mediante el asesinato o el
encierro.
En este contexto, ha aludido al debate que existe en torno a
la Ley de Memoria Histórica y ha criticado el hecho de que
se quiera “enjuiciar” al que no ha pretendido más que buscar
el “recompensar” a quienes padecieron la persecución y el
asesinato.
En opinión del socialista, existe una “deuda” que hay que
saldar, no solamente con las víctimas que fueron
ajusticiadas, sino también con las generaciones futuras que
“tienen derecho a saber” qué es lo que ocurrió realmente y
dónde están muchas de esas personas.
El recorrido por el cementerio se ha prolongado durante unas
dos horas y con él se ha querido escenificar “esa memoria
colectiva” y la sensibilidad de lo que representa esta
jornada.
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