Hace ya muchos meses hemos escrito
sobre esto y siempre hemos comentado que no tiene una
explicación muy clara el que una ciudad como Ceuta, sin un
aeropuerto con movimiento cerca, sin una gran carretera de
mucho tráfico pesado que rodee, sin una estación de
ferrocarril con mucho movimiento y sin una industria pesada
que se dejara oír, sea en estos momentos una ciudad con
tanto ruido como hay, de día y hasta bien entrada la noche,
además de que ese ruido vaya en aumento.
El pasado día 28 fue el “Día Internacional de Concienciación
sobre el Ruido”, y por tal motivo la Consejería de Sanidad,
advertía de las consecuencias que puede acarrear la
contaminación acústica a la salud.
Así pues, se guardaron 60 segundos de silencio, como punto
de partida hacia una situación menos contaminada
acústicamente.
De momento, y yendo por el ruido extra que estamos teniendo
y que hay quien tiene que soportar todos los días y lo viene
soportando así desde hace tres meses, a la hora de siempre,
en esta ocasión desde la Plaza de África hasta la de los
Reyes, es lo que tocaba ese día, otros días alternativamente
es a la inversa, la marcha no fue en un silencio sepulcral
que digamos. Es el primer aspecto.
La Consejería de Sanidad y Consumo de la Ciudad Autónoma
organizó este año la campaña, que bien podría ser el lema de
Ávila, donde se oye el silencio, en estos términos “Escucha
el Silencio” y su emblema acústico fueron esos 60 segundos
de silencio cuando eran las doce del medio día.
Desde la Consejería, para algo están, han expuesto, desde
una explicación de lo que representa el ruido, especialmente
el desacompasado, hasta los efectos y el malestar que a
todos nos ha producido en algún momento. Lo malo de todo
esto es que no aparece acompañando otra Consejería, la que
tuviera que hacer frente a impedir este ruido y mostrar los
métodos que está siguiendo para evitar desde los “coches
discoteca”, tan frecuentes aquí, a cualquier hora del día o
de la noche, hasta tantas sirenas, a veces más que
sospechosas, que provocan parte de ese malestar que cita la
Consejería de Salud.
Y con lo que uno no puede por menos de quedarse totalmente
anonadado es con ese intento de explicarnos desde la
Consejería de Sanidad todas las intranquilidades o
desasosiegos que produce el ruido, basada esta explicación
en la definición que da de ello la Organización Mundial de
la Salud y tras ello la propia Consejería nos habla de un
Plan de Salud 2008-2011, por el que la Consejería de Salud y
Consumo “estableció un grupo de trabajo multidisciplinar con
diversos objetivos”.
Palabras y más palabras, no sé si al llegar el 2011, con
todos estos trabajos habrá disminuido el ruido, pero en
estos dos años parece que ha logrado los objetivos
contrarios a los que tenía la programación, con lo que el
propósito que usa como coletilla de “mejorando con ello la
calidad de vida de los ceutíes”, como adorno de palabras
bonitas que se dan con más frecuencia de lo deseado está
bien, pero como una realidad subsanada y efectiva ya, está
muy lejos de conseguirse.
El gesto de los 60 segundos de silencio está bien, pero las
actuaciones para eliminar cuanto más mejor, aún no se ve que
hayan llegado a Ceuta. En el año que falta, podrá realizarse
el proyecto, tal vez.
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