Ya ha acabado el plazo de presentación de solicitudes y en
veinte días se abrirán las ofertas de las empresas que hayan
optado a hacerse con el servicio de limpieza del nuevo
Hospital Universitario de Ceuta, un contrato licitado por un
importe de 4,5 millones de euros y un periodo de ejecución
de tres años. El pliego de prescripciones técnicas revelan
las estrictas normas que rigen la limpieza del centro médico
para evitar la proliferación de agentes patógenos. El
hospital está dividido en zonas de alto, medio y bajo riesgo
desde el punto de vista de la higiene, y para cada área
existe un exhaustivo protocolo de actuación.
En el plazo de veinte días se abrirán las ofertas de las
empresas que hayan optado a la concesión del servicio de
limpieza del nuevo hospital. Un contrato licitado por 4,5
millones de euros y un plazo de ejecución de tres años,
hasta 2012.
La organización del servicio obedece a unas estrictas
precisiones técnicas y está caracterizada por el riesgo de
la zona a limpiar y desinfectar. Existen las zonas críticas
o de alto riesgo, las zonas semicríticas o de riesgo medio y
las zonas generales o de bajo riesgo.
Las zonas hospitalarias críticas desde el punto de vista de
la limpieza son aquellas donde la concentración de placas
patógenas es alta y es necesaria una mayor incidencia de la
higiene. Se trata de los bloques quirúrgico y obstétrico, la
unidad de cuidados intensivos y reanimación, la unidad de
neonatos y de esterilización, el laboratorio del
microbiología y parasitología, la hemodiálisis, la sala de
autopsias y todas aquellas otras unidades que puedan ser
designadas por el Servicio de Medicina Preventiva en cada
momento. El servicio de limpieza en estas zonas tendrá un
carácter especial, debido a su singularidad. Siempre se hará
con el uniforme reglamentario y en ningún caso podrán salir
con él fuera de estas zonas de alto riesgo.
En las zonas semicríticas o de riesgo medio la concentración
de placas patógenas es menor que en la anterior. Estas son
las áreas de hospitalización, CMA, hospital de día,
urgencias, laboratorio y banco de sangre, unidad de
radiodiagnóstico, gabinetes de exploraciones especiales,
fisioterapia y rehabilitación, farmacia, consultas externas,
cocina, lavandería y lencería, obituario, cuartos de aseo y
baños de los enfermos y aquellas unidades que designe en
cada momento el servicio de Medicina Preventiva. Las zonas
generales o de bajo riesgo hacen referencia al resto de
instalaciones del hospital.
Los residuos también deberán ser objeto de un minucioso
depósito selectivo. Las bolsas para papeleras, de color
negro, sólo sirven para productos como papeles, envoltorios
plásticos o no, etc. De color azul son las bolsas para
residuos domésticos, fundamentalmente los restos de comida.
En color amarillo, las bolsas para residuos clínicos sirven
para depositar estos productos y otros orgánicos no
contaminados. Finalmente, las bolsas para residuos
contaminados, en color rojo, llevarán la impresión de
‘contaminado’ y en ellas se depositarán productos
procedentes de quirófanos, urgencias, paritorios, etc, los
que procedan de laboratorios de bacteriología,
microbiología, cristáticos, etc, y también los que procedan
de otras zonas o unidades que determine Medicina Preventiva.
Definiciones
Se entiende como limpieza el conjunto de operaciones que
permiten eliminar la suciedad visible o microscópica de una
superficie. Una limpieza regular y periódica tiene además un
efecto higienizante, ya que reduce la presencia de
microorganismos patógenos, reduciendo además la necesidad de
desinfectar.
Por contra, se entiende por suciedad las impurezas
indeseables, ya sea porque facilitan el desarrollo de
microorganismos patógenos, porque deterioran los materiales
o porque afectan a la estética. Para la limpieza se utilizan
métodos físicos, métodos químicos y desinfección. Los
detergentes deben ser aniónicos, cuando el grupo liposoluble
está formado por un ácido orgánico, de capacidad antiséptica
baja aunque no produce selección de gérmenes; catiónicos,
cuando el grupo liposoluble está formado por una base, de
capacidad antiséptica más alta; o iónicos, que actúan como
catiónicos o aniónicos dependiendo del medio en el que se
encuentren.
También existen una serie de protocolos de actuación
dependiendo de la zona del hospital en la que se trabaje.
Así, en una habitación de aislamiento la limpieza puede ser
de rutina y en este caso el material de limpieza será de uso
exclusivo para cada habitación o desinfectado previamente a
su reutilización. La indumentaria debe ser adecuada a cada
tipo de aislamiento. Pero las habitaciones de aislamiento
también pueden ser objeto de una limpieza terminal. En este
caso el sistema propio de ventilación de la habitación debe
mantenerse funcionando mientras se realiza la limpieza,
evitando abrir puertas y ventanas. Al finalizar la limpieza,
se procedería a la desinfección individualizada de todo el
material utilizado.
Para la limpieza de las salas de operaciones se sigue otro
protocolo consistente en la recogida de residuos por la zona
sucia, el barrido húmedo con gasa y limpieza con detergente
del campo operatorio.
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