El secretario general de UGT-Ceuta, Antonio Gil, lanzó ayer
una arenga a la ciudadanía y a las instituciones para “no
conformarse ni caer en la pasividad” en estos momentos de
“desaliento y casi impotencia” que vive la ciudad autónoma y
el resto del país a causa de la crisis económica y sus
derivadas, especialmente la que ha multiplicado el número de
desempleados.
UGT-Ceuta se limitará mañana a hacer entrega de un
manifiesto con sus demandas en la Delegación del Gobierno
para conmemorar el Día Internacional del Trabajo. El
sindicato ni siquiera organizará una fiesta, como hizo en
2008, cuando tampoco se sumó a la manifestación que recorrió
el centro de la ciudad, como no hará este año tampoco al no
compartir el lema elegido unilateralmente por CCOO para
encabezar la marcha.
El líder de la central en la ciudad, Antonio Gil, compareció
ayer ante los medios para explicar esa decisión y pedir a
ciudadanos y responsables políticos que no se dejen vencer
por el “desaliento, casi impotencia” vigente.
“La crisis ha evidenciado tres fracasos, el moral de haber
vivido por encima de nuestras posibilidades; el intelectual
de no haber sabido prevenir la crisis y el institucional de
no haber reaccionado adecuadamente”, señaló Gil, que se
mostró radicalmente contrario a “conformarse” o a “caer en
la pasividad”, pero también a dejarse llevar por quienes
“pretenden recortar derechos laborales aprovechando la
coyuntura”.
“La mejor política social es el empleo, que también es el
mejor mecanismo de vertebración de una sociedad”, argumentó
el ugetista, que cargó contra “el ventajismo empresarial y
el oportunismo político” y contra quienes “en la búsqueda
del máximo beneficio” han llevado al país y al mundo a esta
depresión económica y animó a crear “un movimiento social lo
suficientemente fuerte como para evitar recortes en los
derechos adquiridos y que siga apostando por la negociación
colectiva y el diálogo social”.
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