PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 29 DE ABRIL DE 2010

 
OPINIÓN / COLABORACION

Políticos sin escrúpulos

Por Jorge Uriel Gómez López*


No seré ni el primero ni el último en preguntarme, ante el dislate continuado de noticias que asolan el ánimo del ciudadano más optimista, ¿Qué está ocurriendo con la ética? O lo que es lo mismo ¿Qué está ocurriendo con la escala de valores que nos permite vivir en paz y justicia con el vecino?

El actual triunfo del relativismo como incongruente valor supremo que obedece a la escasa y frágil formación, a la gigantesca vanidad del humano, y a la falsa autosuficiencia temeraria de opiniones. Contribuye a la implantación de la dictadura de la estulticia no reconocida. Dicho de otra manera, el relativismo nos hace tan estúpidos que ni siquiera somos conscientes de que lo somos. O transformando la frase de quien fue uno de los personajes más nefastos y perniciosos de la humanidad, Marx, el relativismo es el opio del pueblo.

No hace falta ser muy perspicaz para situar en el ámbito de políticos sin escrúpulos, los que desde siempre se han denominado tácticos, ciertas actuaciones esperpénticas que aprovechan el falaz relativismo o la ucronía para mover masas de ciudadanos bien intencionados o atraer, para utilizar como altavoz, a los medios de comunicación. Todo esto con un único y egocéntrico objetivo: aumentar su poder, su dinero y su enorme vanidad.

La sociedad no es inmune a estos males. Pagaremos un alto precio por esto, ya lo estamos pagando con una crisis económica que cada vez nos aleja más de un mundo civilizado, una crisis institucional con ataques a la independencia de los poderes, una crisis judicial en la que algunos creen que las buenas acciones anteriores son eximentes para cumplir la ley, una crisis militar en la que nuestros soldados pierden la vida sin saber muy bien porqué, una crisis social en la que cada día existe una fractura mayor, una crisis educacional en la que los profesores son agredidos, una crisis de valores en la que el dinero está por encima de todo, una crisis humana en la que la que matar es un derecho bajo la forma del aborto, una crisis cultural en la que no sólo no reconocemos nuestra cultura sino la despreciamos como si tres mil años de historia de la humanidad hubiesen sido un gran error, una crisis asistencial en la que los seguros sociales están en bancarrota mientras se priorizan las operaciones de cambio de sexo ante las enfermedades consideradas raras.

Ceuta no es indiferente a estos males, como corazón, pulmón, ojos y cabeza de España, siente, respira, ve y piensa como cualquier otro granito de arena de esta querida piel de toro. La diferencia radica en que los ciudadanos de Ceuta ya mostramos nuestro profundo desacuerdo con esta clase de políticos que sólo trajeron a esta Ciudad miseria, inestabilidad y descontento.

No esperemos actitudes mesiánicas, mucho menos de aquellos políticos que así se quieren ver. Ni tampoco hagamos sala a la grandilocuencia. Ni Edmun Burke, ni Rosseau, ni Tomás Moro, ni muchos otros excelentes personajes volverán a indicarnos donde está el camino. Elegir el camino correcto es cuestión de cada uno, de ser un pequeño ejemplo para nuestros hijos, de esforzarnos para que nuestros vecinos no tengan nada que afearnos, de hacer la vida más fácil a los demás, de realizar todo lo posible para que cuando extraños vengan a visitarnos vuelvan a sus sitios de procedencia alabando nuestra tierra.



*Diputado Asamblea de Ceuta
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto