Es “igualdad” soltar en el patio
de un módulo de hombres a una funcionaria de cincuenta y
cinco kilos sin más posibilidades de defensa ante una
agresión que quitarse los zapatos y salir corriendo? Pues
sí. Porque si la funcionaria es experta en kárate shaolin o
miembra cualificada del Mossad seguro que está capacitada
para repeler un ataque. Aunque no existe cualificación
estética para soportar el espectáculo de tipos despendolados
tomando el sol o rascándose la entrepierna al paso de la
fémina.
¿Es “igualdad” el que, las reclusas no puedan marujear de
chabolo en chabolo en camisón porque hay funcionarios
varones por medio?. No es “igualdad” es pérdida de intimidad
y una innecesaria invasión masculina en un reducto de
internas que, al menos, entre el mujerío, pueden estar
cómodas.
Dicen que, los grandes pecados tienen largas sombras (para
todos menos para Santiago Carrillo) y los grandes melindres
de la corrección política en manos de cursis irredentas,
desembocan en incomodidades, frustraciones, ridiculeces y
situaciones que nos hacen la irrisión de toda Europa. O en
situaciones dantescas como las vividas por las presas del
Centro Penitenciario de Madrid 1. Es decir, de las presas al
cuadrado, porque a la pérdida de libertad han tenido que
añadir, de ser cierta la historia, la pérdida de dignidad al
ser objetos de funcionarios rijosos.
Eso es inevitable. En todos los colectivos profesionales hay
un porcentaje de “perlillas” y el oficio que esté libre de
riesgo, que no se moleste en tirar la primera piedra, porque
la perfección no existe. Siempre puede solaparse alguna
oveja negra ¿Por qué me increpan? ¿Qué me exigen una
rectificación y que cambie “negra” por “subsahariana”?.
Vale. Y que le incoen unas previas al xenófobo de mierda que
puso de moda aquella cancioncilla que decía “Mami ¿Qué será
lo que tiene el negro?” Y que de paso imputen a todos los
degenerados que bailotearon y corearon la melodía en
verbenas y fiestas patronales de toda España. Por apología.
Y los del Cola Cao a la cárcel por lo de “Yo soy aquel
negrito, del África tropical…”. ¡Todos engrilletados! Todos
menos el presunto etarra excarcelado por el juez Garzón para
que cuide de su mamá. Se ve que, humanitarios somos a
mogollón, por lo menos con los abertzalosos asquerosos, que
no con los pobres enganchados y los desdichados enfermos
mentales que se pudren en nuestros Centros Penitenciarios,
eso sí, enganchados, locos, enfermos y demás que al menos se
recrean la vista viendo pasar a las funcionarias y encima,
si se arma una pelea, los kíes encontrarán una tibia
respuesta. Y cuando los presos pidan la libertad por tener a
un familiar enfermito se la tendrán que dar en virtud del
art. 14 de la Constitución que es el Principio de Igualdad.
Un Principio muy talentoso y muy justo si no estuviera
sujeto a la interpretación del juez de turno. ¿Los
Principios se interpretan o se aplican? Pues no deberían
“interpretarse” sino aplicarse a lo bestia como, en el caso
de Instituciones Penitenciarias cuando se lanza a las
funcionarias a los patios de tíos y a los funcionarios a los
módulos de mujeres. Se jode a los dos colectivos : internos
y funcionarios y, la “igualdad” degenera en pura frivolidad,
en política de escaparate, en ridículos delirios y en “pan y
circo” para taponar malamente la hemorragia de la ruina y de
la desesperación de los españoles.
La situación no puede estar más negra, disculpen,
subsahariana y pese a la respuesta fulminante y las
destituciones en la cúpula de Madrid 1 por parte de la
Secretaria General, eso no pasa de ser un apaño, un limpiar
“lo que ve la suegra” metiendo la mierda bajo las moquetas.
Y la genuina mierda es el “integrismo igualitarista” del
innecesario Ministerio de Igualdad, exponente puntero de los
errores que conllevan las prisas por tratar de conciliar el
“hacerse el moderno” y colocar de paso a los amiguetes.
Pero, no pasa nada, queda poco tiempo para que la cosa
cambie y para que, las miserias del “integrismo
igualitarista” queden relegadas a una de las muchas
caricaturas de la sombría etapa socialista.
|