Tras la visita a Belén y Jerusalén de la ceutí África
Trujillo, que habló sobre la multiculturalidad y la
convivencia en la ciudad, el Centro UNESCO de Ceuta ha
ofrecido a la Universidad Católica de Belén información,
asesoramiento y ayuda con vistas a la creación de un posible
club. La presidenta del organismo local, Mercedes Cuevas,
explica que no hay ningún proyecto formal aunque se podría
estudiar su viabilidad.
De momento, no hay ningún proyecto formal pero la idea y la
posterior colaboración e interés podrían ser los cimientos
de un nuevo club UNESCO, ni más ni menos que en Belén.
Después de la visita a Jerusalén y la conferencia impartida
en la Universidad Católica de Belén por la docente ceutí
África Trujillo, quien habló de la multiculturalidad y la
convivencia en la ciudad autónoma, es real que el Centro
UNESCO de Ceuta asesorará e informará a la propia
universidad de los procedimientos, los objetivos y la
función que cumplen los centros y clubes UNESCO, que
actualmente existen a nivel mundial. “Por el momento, a
través de la docente ceutí, sí les hemos dado a conocer qué
es un centro o club UNESCO, qué pretensiones conlleva y
facilitarles todo aquello que soliciten con vistas a que la
propia universidad quisiera implantar un club allí. Pero
también habría que estudiar la viabilidad del proyecto y
conocer cuál es al idea que tienen los ciudadanos de Belén”,
explicó Mercedes Cuevas, presidenta del Centro UNESCO en
Ceuta.
Las asociaciones, centros y clubes UNESCO son grupos de
voluntarios de diferente edad, profesión y clase social que
se convierten en militantes al servicio de los ideales de la
UNESCO. Estos clubes actúan sobre los problemas globales con
repercusiones locales que por ende, contribuyen al proceso
de reflexión de las prioridades sociales. Este movimiento
confirma el papel cada vez más importante que la sociedad
civil desempeña en todo el mundo y la influencia que los
ciudadanos pueden ejercer en la toma de decisiones
socioeconómicas. Los casi 3.700 clubes que existen en 100
países, tienen tres funciones principales: la formación, la
información y la acción.
Los clubes deben ser capaces de llevar a cabo sus
actividades por sí mismos: la UNESCO de forma explícita ha
manifestado que no participa ni en su establecimiento ni en
su gestión. Además, son financieramente y legalmente
autónomos, y por ello son responsables de sus acciones. Sin
embargo, la UNESCO puede proporcionar asistencia a nivel
intelectual, financiero y/o material para actividades
específicas que considere de significativa relevancia.
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