Desde mi llegada a Ceuta, hace ya
muchos años, hay una barriada que he visitado en muchas
ocasiones y siempre me ha atraído, no porque tenga algo
destacado, que creo que no lo tiene, sino porque sus gentes
son de lo más tranquilo que he visto y es la barriada que
menos aparece en ningún tipo de conflictos, la que menos se
deja ver y la que aparece, casi siempre, resguardada de todo
lo que implique problemas o alteraciones.
Por ello me ha extrañado que los vecinos de esta barriada se
muestren reivindicativos desde hace algún tiempo, con lo
que, de antemano, lo primero que se me ha venido a la cabeza
es:” Si reivindican algo será con razón”.
En esta barriada no cabría otra alternativa, y ahora sí
podemos decir que tienen razón en exigir que se les arreglen
los cables telefónicos, que su iluminación esté como tiene
que estar, o que se marquen los aparcamientos de dentro de
la barriada, con lo que el espacio estará mejor distribuido
y quienes tienen que aparcar tendrán menos problemas.
No piden otras cosas. No exigen algo que lleve unos gastos
extras, porque ni la pintura de los aparcamientos, ni que se
pongan unas “bandas sonoras”, son costes que puedan
desequilibrar un presupuesto como el de Ceuta, pongamos por
caso.
El presidente de esta barriada, con todo tipo de calma, pero
sabiendo lo que necesitan, de verdad, asegura que aunque ya
se han hecho cosas, “aún faltan otras, muy necesarias por
hacer”.
No exigen con malas maneras, no fuerzan la situación, pero
reclaman una mejora en esta barriada que, ya digo, es una de
las que “menos ruido” hace en Ceuta, por ello Juan de Dios
Díaz dice:”Sabemos que tenemos que tener paciencia, pero hay
necesidades urgentes que se deben hacer”.
Una conclusión a la que llegaríamos cualquiera, cuando vas a
pedir, únicamente, lo que se está necesitando para evitar
riesgos que podrían ocasionar problemas serios en cualquier
momento.
Con quien no se muestra tan amable, y con razón, el
presidente de la barriada es con telefónica, por el abandono
de las cajas telefónicas en alguna de las zonas de la
barriada.
Aquí es claro y contundente:” Es indignante que esto esté de
la forma que está. No se preocupan ni de cambiar
instalaciones, ni de cambiar cajas, cosa que aparece
lamentable”.
Y tras este recorrido por la barriada, uno tiene que
decir:”¿ Es que para que a uno le pongan las cosas en orden
tiene que estar actuando siempre como mosca cojonera?”, o
esto otro:”¿Sólo se solucionan las cosas si uno o una
barriada actúa por la tremenda?”. Es incomprensible, como lo
es, también, el que en toda la barriada no haya un buzón
para echar las cartas, con lo que si una persona tiene que
echar una simple carta se tiene que desplazar al
centro.¡¡Qué pasa con Correos!!.
Todas las quejas y reivindicaciones, pues, de una barriada
típica de Ceuta, pero de las que no dan que hablar a menudo,
se reduce, además de solicitar un simple buzón para poder
echar una carta a tres cosas, y no más:
Que se les marquen los lugares y se pinten los
aparcamientos.
Que los cables del alumbrado y de telefónica se pongan en
orden, en vez de tenerlos colgados de cualquier forma.
Que se coloquen unas simples papeleras en una de las zonas
que no las tiene y que hacen falta.
La Barriada de Zurrón no pide mucho. ¿Es cuestión de
dejación?
|