Se celebra en Tiquipaya (Bolivia)
el Congreso Mundial de los Pueblos sobre el Cambio
Climático. Y al ínclito presidente de Bolivia, Evo Morales,
el del jerselito de colorines, no se le ocurre mejor idea,
en su intervención que dar explicaciones sobre la tesis que
vincula a los transgénicos con la calvicie e incluso con la
homosexualidad. ¡Ele el arte y las patas en amarillo!. Eso
sólo, hablando del Cambio Climático, se le puede ocurrir a
una mente privilegiada y lúcida como la del presidente de
Bolivia. Ahí queda eso.
Uno siente vergüenza ajena comprobar, que el presidente del
un gobierno, soltará esa memez de que la calvicie y la
homosexualidad son “desviaciones provocadas por la ingesta
de alimentos transgénicos y “pollos hormonados”.
Para irnos entendiendo, porque lo dicho por este señor no
hay un dios que lo entienda, que usted si come pollos de
granja, por un suponer, con toda seguridad se queda calvo o
se vuelve homosexual. Así de fácil. Así de sencillo.
Teniendo en cuenta que el pollo es el alimento más usado por
los pobres, para poder meterse algo de alimento, que no
cuesta mucho, en su cuerpo serrano. Todos los pobres
deberíamos ser calvos o homosexuales. Y mire usted, por
donde, ni todos los pobres somos calvos ni homosexuales. Con
todo mi respeto a la desviación sexual que cada uno tenga.
Las cosas claras para que no haya equívocos.
Ni te cuento, serrana del alma mía, el cachondeo que se armó
entre los asistentes al acto, al escuchar las palabras de
esta mente tan lúcida, se destornillaron de risa. Otros, no
se lo tomaron a cachondeo, se lo tomaron muy en serio e
incluso, algunos de ellos, abandonó el recinto donde se
celebraba el acto.
Uno de los asistentes, el representante de Argentina al
acto, que ya digo se trataba sobre el Cambio Climático y no
sobre los alimentos transgénicos, en este caso el pollo,
manifestó:”no tengo problemas con la caída del cabello. Lo
empecé a perder muy joven pero lo que ha dicho, Evo Morales,
está bien para una comedia, no para una conferencia en la
que se tratan temas cardinales para el futuro de la
humanidad”.
En Bolivia, para no quedase calvo o tener desviaciones
sexuales, seguro que no comerán pollos “hormonados”. Bueno,
la verdad es que allí, a lo mejor es que los pobres no
tienen muchas cosas para comer. Oiga, todo puede pasar. No
se extrañe de nada. En Venezuela, amigo de Evo, para poder
adquirir dos huevos, se tiene usted que poner en cola
durante dos horas. Las mismas para coger el pan o un litro
de leche.
Bertold Dupont asesor técnico de un organismo que ayuda a
los indígenas del estado brasileño del Amazona y otros
cuatro compañeros, ante la paparruchada de Evo, decidieron
no participar en la mesa del debate que le asignaron e
incluso pensaron en hacer las maletas y marcharse, pero no
llegaron a ello, por no hacer un desaire a los anfitriones
bolivianos que se habían esmerado en la organización.
Ante tan solemne estupidez, manifestada por Evo Morales, me
ha dado la risa y no puedo seguir. Mañana nos vemos.
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