El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de
Cádiz en Ceuta dictó ayer sentencia condenatoria para cuatro
‘narcos’ que traficaban con hachís a pequeña escala desde la
ciudad autónoma. Estos utilizaban tres domicilios ubicados
en la barriada El Recinto para ordenador a los ‘culeros’ la
ingesta de varias cápsulas de hachís que posteriormente
trasladaban a diferentes puntos de la península aunque dos
de los encausados fueron puestos en busca y captura mientras
que el séptimo y último, declarado en rebeldía. Las penas
oscilaron entre uno y tres años de prisión y multas de
50.000 y 500 euros.
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
dictó ayer sentencia condenatoria ‘in voce’ para cuatro
hombres que se sentaron en el banquillo de los acusados por
tráfico de drogas, en este caso, a pequeña escala, ya que
los pases que se efectuaban a la península constaban de
pocas cantidades de hachís al ser trasladados en el interior
del organismo de los conocidos ‘culeros’.
Pese a la condena de cuatro de ellos, otros dos imputados
fueron puestos en busca y captura ya que se desconoce su
paradero actual, mientras que el séptimo y último, fue
declarado en rebeldía. Tras dos intensas horas de debate
entre los abogados de la defensa, la representante del
Ministerio Fiscal y los tres magistrados que componen el
tribunal de la Sala, los procesados reconocieron los hechos
que se les imputaba, por lo que el juicio se celebró bajo
los términos de la conformidad evitando así que la vista
oral se dilatase durante los tres días que estaba prevista,
con las intervenciones de diez agentes de la Guardia Civil
en calidad de testigos, y las escuchas de las intervenciones
telefónicas realizadas para esclarecer las investigaciones
del equipo de delincuencia organizada y antidroga de la
Benemérita, cuyo debate no tuvo lugar.
El primero de los acusados deberá hacer frente a tres años y
seis meses de prisión y el pago de 50.000 euros de multa ya
que su misión era dar indicaciones a los siguientes
encausados sobre dónde, cuándo y cómo debían ingerir la
sustancia estupefaciente para luego desplazarse a la
península, donde posteriormente establecería contactos para
la distribución de la droga. El mismo reconoció que desde
junio de 2008 utilizaba los domicilios de la calle Pasaje
Alhambra, Pasaje Estrella y Sevilla para esconder ciertas
cantidades de hachís que luego los conocidos como ‘culeros’
absorvían.
Otros dos imputados fueron condenados a tres años y un día
de prisión y el abono de 50.000 euros de multa ya que estos
se encargaban de suministrar las cápsulas de droga a los
también llamados ‘correos’; cantidades que rondaban las 89
bolas, en algunas casos, y 26, en otros aunque el total
intervenido por la Guardia Civil en la entrada y registro de
los domicilios ubicados en la barriada El Recinto del
operativo fue de 25 kilos de resina de hachís valorada en
35.770 euros. Tanto estos dos como el anterior procesado
llevaban cumpliendo prisión preventiva desde sus detenciones
en 2008, por lo que para uno de ellos, el presidente de la
Audiencia acordó la aplicación de la condicional debido al
diagnóstico de diabetes profunda, por lo que este no podrá
volver a delinquir durante el periodo de dos años o, de lo
contrario, ingresaría en la cárcel. El cuarto procesado fue
condenado a un año de prisión y el pago de 500 euros de
multa ya que el 26 de julio de 2008 fue detenido por la
Guardia Civil en el domicilio de la calle Pasaje Alhambra
con 41 cápsulas de hachís, con un peso neto de 378 gramos y
un valor de 541 euros. Al igual que el resto de los
encausados, este también cumplía prisión preventiva por lo
que la Sala acordó su puesta en libertad en la misma jornada
de ayer.
Tras dictar las diferentes penas, los magistrados de la
Audiencia Provincial preguntaron a los cuatro letrados de la
defensa si pensaban recurrir la sentencia y ante la negativa
de estos, el presidente del tribunal declaró la firmeza de
la misma.
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