A lo largo de los últimos años,
hemos observado o nos hemos enterado de multitud de
percances surgidos o cometidos, mil fechorías de todo tipo,
merecedores de intervenciones policiales e incluso, algunos,
de cárcel.
Sin embargo a lo que no habíamos llegado aquí en Ceuta era a
que alguien, pistola en mano, a plena luz del día y cuando
se estaba a punto de cerrar una oficina bancaria, fuera
asaltada, además, por un solo individuo.
Bien estudiado debía de tener el “presunto” atracador, que
sabía que a aquella hora la policía no andaba por el lugar,
que los clientes ya eran los últimos de la semana para coger
o para depositar dinero, con lo que el golpe, de momento, le
salió perfecto.
Ahora, se habla de un hombre “mayor”, no un jovencito, con
gorro, gafas y barba descuidada. Es el tipo que, por primera
vez, en la historia reciente de Ceuta, ha sido capaz de dar
un golpe con éxito momentáneo, al menos.
El botín, como no podía ser de otra forma, en este tipo de
entidades, no fue muy grande, se habla de unos 6.300€, pero
lo suficiente para traer de cabeza a todo el personal de esa
sucursal de Unicaja, en la Avenida de Lisboa, y lo
suficiente, también, para espantar a la clientela, al menos
de momento, por el miedo a una posible repetición en otro
instante.
El trabajo ahora, especialmente, para la Policía, que cuando
estamos escribiendo, en la tarde del sábado, puede tener
pistas pero ..., todavía nada fijo.
Al atracador le salió todo de cara, final de semana, en
cuanto a horario, sin clientes en la oficina, los tres
empleados casi preparando el cierre, con lo que estos fueron
encarados y el “presunto” atracador exigió que le dieran lo
que había y con toda rapidez se perdió por las inmediaciones
de la oficina bancaria.
Del dinero nunca más se supo, hasta ahora, del individuo
otro tanto, a pesar de que desde pocos minutos después se
montó el dispositivo para peinar todos los alrededores y
tener mucha atención sobre la frontera y el puerto.
También empezó a buscar todo tipo de pruebas la Brigada de
Policía Judicial e igualmente agentes de la Científica.
Esperemos que haya dejado algún rastro de pruebas.
Ahora habrá que ver qué tipo de cámaras de seguridad y qué
imágenes se han grabado, elemento básico para poder saber
quien ha sido y poder dar con su paradero actual.
Otro aspecto que ya iremos viendo como se puede descifrar es
el de la compañía ¿Iba solo?¿Quién le acompañaba?. Las
pruebas por las circunstancias y la hora en que sucedió son
mínimas, con lo que se hará más complicado, primero
identificar al individuo y luego saber si iba solo o si le
acompañaba algún otro.
Las descripciones físicas que se han aportado no parecen
ayudar mucho:”unos 50 años de edad, pelo rizado, barba
descuidada...”, pocas pistas para ir en busca del individuo
que va a tener el desdichado “honor” de ser el primer
atracador de un banco en Ceuta.
La “operación jaula” está montada, la efectividad de la
Policía suele ser grande, lo malo es que las imágenes no
acompañan en demasía, para poder ver la cara del atracador,
de verdad, y tras eso poder intentar apresar a dicho
individuo.
Una modalidad más, esta era desconocida aquí, de la
delincuencia, en este caso apropiándose de un botín que no
le pertenecía, y que ocasiona otro tipo de preocupaciones
para el futuro.
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