LUNES. 19
Mi relación con Salvador Doncel data desde mis
primeros días en Ceuta. Es decir, hace 29 años. La misma que
tuve con alguien tan cercano a él y que bien podría ser
considerado como parte de su familia: Julio Gallardo Bote.
De éste hablo hoy con Salvador cuando nos vemos en el
Parador de La Muralla. Le recordamos, pues Julio falleció
hace tres años en Almendralejo, su pueblo de nacimiento,
como lo que fue: un gran hombre. Y aprovecho el momento para
decirle a Salvador si se acuerda de los ratos que pasábamos
los tres hablando de fútbol. Y es que a JGB le agradaba
sobremanera oír mis comentarios sobre un deporte que a él le
chiflaba. Por medio de Salvador y de Julio tuve yo muchos
conocimientos de don José Benoliel, quien fuera un
presidente excepcional del primer equipo ceutí. Luego,
agotado el cupo de conversación futbolística, pasamos a
pegar la hebra de otros asuntos de la ciudad que están
vivitos y coleando. Y acabamos riéndonos. Que es lo que nos
tocaba hacer.
MARTES. 20
Ayer tuve la oportunidad de conocer al dermotricólogo
Fernando Herrero Obón en el Hotel Try. Fue con motivo
del congreso celebrado en relación con enfermedades de la
piel y del cabello. Me decía Fernando, campechano él, que el
congreso había sido un éxito. Pues habían asistido cincuenta
personas. Todas venidas de fuera. Y lamentaba que los
profesionales de Ceuta no hubieran asistido. Es algo que no
acabo de entender, me dijo de manera que se le notaba lo
molesto que estaba. “Eso sí, los asistentes se van
encantados de la estancia aquí”. Y me enumeró los nombres de
los profesionales más destacados que se sumaron al congreso
nacional. Tuvo palabras elogiosas y agradecidas para la
consejería de Turismo y también para los laboratorios
Kapiderm, por haber hecho posible que el Congreso se haya
celebrado en Ceuta. Y metidos ya en conversación, Fernando
no tuvo el menor inconveniente en hablarme por encima de la
psoriasis y de otras afecciones como son la pitiriasis o la
hidroseborrea. Las causas de sus apariciones y los mejores
remedios para combatirlas. Fernando Herrero nos pareció un
tipo con el cual hubiera merecido la pena charlar con
detenimiento. Otra vez será.
MIÉRCOLES. 21
Me consta que a Julián Muñoz le gusta nada y menos
que se hable de él en el periódico. Pero uno incumple su
voluntad a cambio de que nuestro hombre se nos enfade. Y es
que llevamos dos días, aprovechando que él ‘está de
rodriguez’, comiendo. Lo cual nos ha permitido charlar de
muchas y variadas cosas. Charlar con JM, créanme, es un
placer. Algo que yo me sabía de memoria pero que he vuelto a
comprobar, después de mucho tiempo sin haber tenido la
oportunidad de hacerlo. El propietario de ‘Alta Cocina’,
establecimiento de mobiliario y equipamiento de cocinas,
pone pasión en todo cuanto hace y dice. Lector empedernido,
me recomienda, sabedor de que yo leo a Fernando Savater,
que procure dedicarle tiempo a Gustavo Bueno. También
tuvimos tiempo para hablar de la política local y, desde
luego, de fútbol. Por cierto, que Julián no es partidario de
que en su familia el fútbol sea motivo de tanto interés. Y
yo le entiendo. Pero, ay, ¿cree alguien que si el tiempo y
la autoridad lo permite, su sobrino Ángel no está
llamado a ser un presidente de aquí te espero? En fin, que
me lo he pasado la mar de bien charlando con JM. Y no tengo
el menor inconveniente en contarlo.
JUEVES. 22
Es la hora del aperitivo y aparecen en el establecimiento en
el cual estamos varios conocidos charlando de todo un poco,
Isidro Hurtado de Mendoza, Alfonso Conejo y Jesús
Fortes. Los tres vienen endomingados porque han asistido
a una entrega de medallas concedidas por el Consejo General
de Relaciones Industriales y Ciencias del Trabajo. El
premiado con una cruz blanca ha sido el ex presidente de la
Ciudad. Con quien llevaba la mar de tiempo sin cruzar una
palabra. Aunque sé que cuando estuve unos días sin escribir
llamó a la redacción para enterarse de las razones que
motivaban mi ausencia. La pena es que tenían prisas
suficientes como para dejarme con las preguntas en la boca
que yo estaba deseando hacerles en relación con el
desconcierto que se está viviendo en el PP de Ceuta. Quizá
adivinaron mis intenciones y decidieron darse el piro para
no darme respuestas contraproducentes. Eso sí, los vi que
iban más contentos que en otras ocasiones. Parecían
realmente que estaban todavía viviendo la época de Fortes
como presidente, y que llegaban dispuestos a divertirse en
una cuchipanda. Como debe ser.
VIERNES. 23
Mis relaciones con Antonio Francia han sido siempre
tan buenas como protegidas por una capa de tolerancia y
respeto mutuo que nos ha permitido conservarlas a través del
tiempo. Llevamos años donde cuando nos vemos, que no son
muchas veces, solemos intercambiar saludos e impresiones. Y
casi siempre finalizamos nuestros encuentros con la anécdota
oportuna que nos proporciona esa risa que los médicos han
dado en concederle poderes terapéuticos. Hoy, como no podía
ser de otra manera, ha vuelto a suceder lo mismo. Y todo
porque nos ha sido posible tomar el aperitivo juntos,
rodeados de otras personas, que han escuchado atentamente lo
que en un momento determinado nos ha contado AF sobre el
momento actual que vive el Partido Popular de Ceuta. Debido
a los inconvenientes que se están produciendo por mor de lo
que se ha dado en llamar la competencia existente entre dos
marcas. Una, conocida como JV, y la otra como PP. Por lo que
se impone, cuanto antes, que la mucha militancia con la que
cuenta el PP, y que anda con el rumbo perdido, se vea
dirigida por alguien que sea capaz de proporcionarle no sólo
la tranquilidad debida, sino que a su vez la disponga a
favor del gobierno presidido por Juan Vivas.
SÁBADO. 17
Juanma López ha anunciado que esta tarde será la última que
se siente en el banquillo como entrenador de fútbol-sala. Y
me supongo que sus motivos tendrá para decir adiós a un
deporte que ha vivido intensamente, durante muchos años. Y
al que se entregó de lleno. Me imagino que en el momento
crucial, es decir, cuanto le toque despedirse de todos los
suyos, la emoción le podrá por más que él se haya estado
entrenando para evitar las molestias que a veces ocasionan
las retiradas. A Juanma López lo conocí yo jugando en el
Jerez, en el antiguo Domecq, cedido por el Madrid al equipo
jerezano. Y nunca he olvidado la jugada que hizo aquel día
en el último minuto del partido y que le dio los puntos a su
equipo. Y a mí se me quedó la clásica cara de tonto que se
nos suele quedar a los entrenadores cuando perdemos así.
Luego, dos temporadas después, volvió a hacerme otra faena
casi idéntica en el Alfonso Murube. Yo siempre pensé que
Juanma López terminaría siendo entrenador de fútbol. Pero
eligió serlo de fútbol-sala. Y de manera exitosa. Dada
nuestra amistad, yo me sumo desde aquí el homenaje de su
adiós. Un abrazo.
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