A lo largo de las muchas
informaciones que se han venido dando, desde hace años,
habíamos asistido a la incautación de cargamentos
importantes de droga, pero siempre se hablaba de 100, de
200, incluso, en algún momento de 1000, pero que de una
tacada se pueda incautar una cantidad de 2300 kilos, es todo
un record, y más todavía que se localizara río arriba, por
el Guadalquivir, en una sola embarcación semirrígida.
El momento, como casi siempre, a tono con los días que se
avecinaban y si bien es cierto que la mayor parte de ese
cargamento podría haber cruzado todo nuestro país para
llegar hasta el corazón de Francia, no menos cierto es que
alguna parte podría haberse quedado en Sevilla, para
“animar” un poco más la feria, que ahora concluye.
Hay varias cosas que llaman la atención, lo tremendo del
cargamento en una sola embarcación, 79 fardos, bien
preparados, y luego el recorrido, siempre por agua, para
intentar despistar de Sevilla en adelante.
No cabe duda de que las cabezas pensantes, de todo este
tráfico, miden, palmo a palmo, el terreno que van a pisar,
pero, afortunadamente, la Policía ha medido antes ese
terreno y, a su debido tiempo, sabe como actuar para que el
“viaje” no llegue a su destino.
Lo malo de esto es que, una vez más, el nombre de Ceuta ha
vuelto a aparecer en este tipo de negocios, aunque, por
fortuna, los nueve narcos, con sede aquí y en Cádiz, han
sido detenidos y ¡ojalá! esas detenciones impliquen tiempo y
tiempo a la sombra.
Pero lo que sí tenemos que decir es que Ceuta también ha
aparecido en lo positivo, por la eficacia de la Jefatura
Superior de Ceuta que participó en la detención de uno de
los miembros de la banda.
Viendo el mapa, con el recorrido que estaba previsto hacer
con el “cargamento”, uno no puede por menos de admirar la
osadía de ciertas personas, a las que no debe importar nada
el valor de su vida, y mucho menos el valor de la vida de
los demás.
Porque si todo es complicado, el salto desde tierras de
Marruecos, a la altura de Tánger, en una semirrígida,
potente, con dos motores fuera borda de 250 cv que”serían
capaces de mover un avión”, hay que echarle mucho de...
“eso” para desafiar toda la travesía marítima que tienen que
hacer y por unos lugares en los que se mueve el mar de
verdad.
La parte mala de la navegación parece que la salvaron, pero
la Brigada Central de Estupefacientes, afortunadamente, iba
cuatro pasos por delante y en el terreno más inocente, en la
tranquilidad del Guadalquivir, a la altura de Lebrija, no
pudieron hacer el trasvase que tendrían programado.
Buen trabajo de la Policía. Así de claro. Mucho dinero en
juego que se va al fuego y un paso más salvando otra parte
de la integridad de algunos jóvenes y de otros menos
jóvenes.
París tendrá que esperar. No tardará en prepararse algún
otro cargamento, pero éste, uno de los cargamentos record,
no llegó a su destino, estaba marcado desde el principio y
con el dispositivo que se había establecido, les hubiera
dado lo mismo ir por río, como fueron, o haber saltado a
tierra antes, en el río les cogieron, en tierra, si hubieran
tomado esa ruta, les habrían cogido igualmente, y la carga
no hubiera llegado al destino marcado, a pesar de la
logística que tenían establecida y que fue incautada: 41
teléfonos móviles, 3 excavadoras, 1 boggie, 4 motos de agua,
2 motocicletas, 6 turismos..., increíble.
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