En mi paseo matinal, de hoy
sábado, que es cuando escribo, me han parado para
preguntarme si es verdad que Juan Vivas está pensando en no
presentarse como candidato a las próximas elecciones a la
alcaldía. Y he respondido que yo no tengo la menor idea de
ello.
-Pues se rumorea insistentemente que su desánimo es grande y
que ha dejado caer que muy bien podría no presentarse –dice
mi interlocutor.
-Bueno, mire usted, a veces cuando los problemas se nos
amontonan todos decimos cosas que luego no cumplimos.
-¿Quiere decir que Vivas tiene muchos problemas?
-Vivas tiene los problemas que dan el llevar nueve años
gobernando. Ni más ni menos.
-Ya... ¿Cree usted que está intacta su popularidad?
-Me hace usted unas preguntas, amigo... A ver... La
popularidad está para gastarla gobernando. Y a partir de
ahora, Vivas ha de conquistar más con los resultados de su
gestión.
-O sea, De la Torre, que debo entender que la
popularidad de Vivas ha descendido.
-No tome usted mis palabras al pie de la letra. Lo que le
quiero decir es que el crédito del alcalde, después de nueve
años en el poder, debe basarse en sus aciertos políticos y
no en su popularidad.
-Bien. Pues si es así, mejor para él. Ya que la gestión de
Vivas ha sido más que buena. Y, por lo tanto, no entiendo
los motivos que ha tenido para comentar entre los suyos que
está cansado de ser alcalde.
-Con todos mis respetos para usted, permítame decirle que
Vivas no diría nunca que está cansado de ser alcalde. Lo que
quizá haya dicho es que ser alcalde exige una dedicación
plena. Que absorbe total y absolutamente. Lo cual aboca al
cansancio físico y mental. Nada que no pueda solucionarse
con un viaje de placer y algún que otro descanso entre gente
de confianza.
-¿Acaso lo de Pedro Gordillo le está pasando factura?
-No quiero hablar de ese asunto.
-Sí; pero hay personas que no cesan de hurgar en la herida y
hasta se permiten el lujo de proclamar que si Gordillo se
decidiera a hablar...
-Pedro Gordillo nunca hablará en contra de Vivas. Es una
opinión.
-¿Tan seguro está de lo que dice?
-Sí. Pero debo decirle que la conversación se ha propiciado
no por Gordillo, sino porque usted quería saber si Vivas se
va a presentar a las próximas elecciones.
-¿Usted qué cree?
-Que sí... En principio, porque ya lo puso de manifiesto en
el Debate del Estado de la Ciudad. Y, además, porque hay
circunstancias que le impiden, aunque quisiera, dar la
espantada.
-No sé a qué se está refiriendo...
-Ni yo se lo voy a aclarar. No voy a ser tan tonto como para
caer en esa trampa que usted me está tendiendo.
-Cambiemos de tercio, pues: ¿Piensa usted que la modestia es
la virtud de los tontos?
-¿A qué viene esa pregunta...?
-Porque es cualidad que la gente aprecia mucho.
Le diré lo siguiente: yo comparto el parecer de Tony
Leblanc.
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