Así es como interpretamos las
quejas de los vecinos por las obras en Fuerte Mendizábal,
debido a las continuas polvaredas que tienen que soportar
con el paso de los camiones que realizan los trabajos de
movimiento de tierras.
Y no es que nos pongamos a pensar que las obras esas no se
hagan, o que los movimientos de tierra no se realicen, es
que aquí, y digo aquí especialmente, eso de controlar las
molestias y la carga que se puede derramar por el suelo, o
que puede molestar a los demás, no se tienen en cuenta para
nada, con lo que no me extraña que una población que no vive
en el centro y que tiene los problemas y las incomodidades
de la lejanía y de otros servicios, tenga que saltar de sus
asientos con este “plus” de incomodidad que les ha venido
ahora por el paso de los camiones con su carga al lado de
sus casas.
Y que nadie nos venga ahora con que es imposible atenuar
eso, porque consideramos que no es así. Del asunto de
camiones y su carga que puede derramarse o puede molestar,
algo sabemos, por lo que no creo que los camiones de una
obra deben tener un tratamiento especial, si derraman parte
de su “mercancía” con las molestias que eso trae consigo,
del tratamiento que tienen otros trasportes de paja para el
ganado, a los que se exige, para poder circular, que
coloquen una red que impida que se vaya perdiendo su carga
por la vía pública, calles o carreteras.
¿Quién va a controlar eso aquí?. Los mismos que lo controlan
cuando lo que se lleva es mercancía para el consumo de
animales, que en cuanto se ha caído algo en la vía pública
llega la “receta”, traducida en un importe, a veces,
superior a las ganancias de un porte en cuestión.
Los vecinos de Fuerte Mendizábal ya han cortado, días
pasado, durante un buen rato, la zona de tierra por donde
pasan los camiones que están realizando los movimientos de
tierra para el asentamiento de una futura cárcel.
Y es que argumentan, con toda su razón, tres asuntos que les
perjudica, por un lado, el estado de la vía en esa zona,
luego la acumulación de más tierra que se desprende de los
constantes viajes y que, a todo esto, no se pone ninguna
solución para que las molestias sean menores o nulas.
Y como siempre que hay problemas, a poner una primera
solución tuvieron que ir los mismos de otras veces, la
Guardia Civil, que viendo, in situ, las razones de estos
vecinos aconsejaron que presenten una “denuncia formal” con
lo que se evitará que haya otros problemas mayores.
No quiero ser parcial al enjuiciar esto y lo sería si sólo
viera las caídas de parte de la carga al pasar los camiones
por un lugar determinado. Eso, aquí, puede que sea lo menos
importante, porque aquí no pueden ir muy rápidos esos
camiones, pero a esa queja hay que añadir y eso se puede
haber previsto de antemano, que las pistas por las que
tienen que circular, día y noche, esos camiones estuvieran
mejor acondicionadas que con un firme, únicamente, de
tierra.
Una obra de esa envergadura se habrá hecho con unos cálculos
y unos proyectos en los que se prevean esos movimientos de
materiales, cuesten lo que cuesten, y teniendo en cuenta,
creo, que las familias que viven en ese trayecto, tienen
derecho a poder estar en casa con la ventana abierta para
que les entre aire, cosa que ahora no pueden hacer. Urge una
solución para estos vecinos.
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