Hilarante el cruce de acusaciones
entre populares y socialistas, con el proceloso tema de las
mangurrinosidades como arma de combate. Rajoy y sus chicos,
amén de los Arriolas que fallan más que una Visa Oro
falsificada con papel de periódico, manteniendo a duras
penas a Bárcenas el ex tesorero que, si ya no está en el PP
no tiene por qué estar en el Senado sino hacer correr la
lista y apañándoselas con los Gurteles y con los trajes del
relamido Camps. Los socialistas flojitos en el ataque porque
carecen de oradores brillantes y los peperos arremetiendo
contra José Bono. Precisamente el único del PSOE que supone
un riesgo para la derecha ya que es un hombre muy querido.
Es el momento de echar mano de encuestas y de barómetros,
para determinar quien tiene a más pillos entre sus filas. Y
luego capitalizar el asunto de cara a las elecciones, en
plan árnica, vidilla y cuartelillo, porque es más socorrido
pasarse los mítines tildando al contrario de fotocopia ética
de José María el Tempranillo, que presentar, no la
eufemística “promesa electoral” que suele ser mentira, sino
soluciones concretas a asuntos concretos. Con papel y
bolígrafo, las cuentas hechas y datos específicos.
Un ejemplo “A ver ¿Qué vamos a hacer con los banqueros, más
enriquecidos que nunca cuando España pasa hambre? Pues
obligarles a estar al servicio de los ciudadanos, legislar
severamente el delito de usura para castigar las prácticas
abusivas, impedirles que se conviertan en agencias
inmobiliarias y revendan los pisos esquilmados a los pobres
ciudadanos arruinados y si no dan créditos ni benefician a
la sociedad, nacionalizarlos y que se jodan. Por tiburones.
Y que digan por qué bancos van a empezar a dar caña. ¿Y que
me dicen de esas entidades de “créditos exprés” que
proliferan de forma descontrolada ofertando sus servicios de
forma tentadora, ideal para hacer caer a los incautos y
cuyos intereses harían palidecer a los usureros de antaño?
¿Qué organismo de control se va a establecer para impedir
que se arruine a las familias? ¿Sirve para algo el
desaparecido Defensor del Pueblo? Por cierto ¿Han escuchado
ustedes algo últimamente de alguna actividad del Defensor
del Pueblo que haya favorecido a algún ciudadano o
colectivo? Servidora no. Lo mismo le han cesado y no nos
hemos enterado. O trabaja denodadamente pero, como no sale
en televisión ni en los programas de casquería rosa,
sencillamente, no existe. O, amargadito se ha alargado a por
tabaco y no ha vuelto. Y es por ello por lo que, el pueblo
al que defiende, no puede dirigirse a él para pedirle
opinión sobre qué partido político reúne en sus filas a más
imitadores de Luis Candelas, con la salvedad de que ya no
utilizan trabuco, sino elegantes plumas Montblanc para
culminar sus picardías echándole una firma a la
recalificación, al contrato, al convenio o al chanchullo.
Nada, el Defensor missing y el presidente del Sevilla, el
abogado José María del Nido, haciendo méritos dialécticos e
intelectuales para defender, no al pueblo español, sino a
todo Occidente. ¿Le han visto en el juicio del Caso Minutas
que se juzga ahora en Málaga? ¡No vean que show! El Roca
esposado cinco horas cada mañana, todo dolorido, el tribunal
a lo suyo, el fiscal anticorrupción interrogando y el Del
Nido que se come al fiscal cada vez que el pobre hombre abre
la boca, porque ese sevillano sabe más derecho que todos los
que se encuentran en la sala juntos y multiplicado por dos y
no se calla ni debajo del agua. ¡Que cojones tiene el tío!
Al fiscal le pregona jurídicamente y no hay quien le tosa.
¡Ese, ese tiene huevos para defender a los ciudadanos!
Y para vocear a los mangurrinos, sean de las siglas que
sean. Pero Del Nido es muy carismático y tiene mucho tirón
popular para el electorado, un auténtico peligro para los
grises pepitos de las cúpulas de los partidos y para los
maquiavelos de barrio que son sus asesores . ¿Qué preguntan?
¿Qué si los mangurrinos de los diferentes grupos son al
menos pícaros, graciosos o de la España de Torrente? No, que
va, son unos listillos “esaboríos”, pijos, afectados y
tremendamente cursis.
¡Hay que tener mal vagío para, ni haciendo malabarismos con
las mangurrinosidades, ser capaces de interesar al hastiado
pueblo español!
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