El Murallas de Ceuta se mantiene una jornada más en zona de
descenso tras la derrota cosechada el miércoles en el San
Rafael frente a Los Barrios. A pesar de que contaba con una
gran oportunidad para decir ascender por fin a puestos de
permanencia, el solitario tanto de Rafa Bado en el último
cuarto de hora de juego dejó al equipo caballa sin opciones
de superar al Racing Portuense y de mantener la estela del
Atlético Sanluqueño, que tras su triunfo sobre el Mairena
parece haber confirmado su continuidad en la categoría.
Tras haber dejado muy atrás al Cartaya y al Dos Hermanas,
los ceutíes, que nunca han perdido la esperanza de continuar
un año más en Tercera División, sigue manteniendo una ardua
lucha con el Racing Portuense y el Atlético Sanluqueño, que
se jugarán el tercer y último billete hacia el tan temido
descenso.
A falta de sólo tres jornadas para que dé por finalizada la
temporada, el Murallas ha conseguido empatar a puntos a los
del Puerto, con los que, sin embargo, tienen perdido el gol
average. Ello podría ser decisivo y lo que finalmente
decantase la continuidad de los gaditanos sobre los ceutíes
que, tras haber recortado una distancia de once puntos, no
están dispuesto a cruzarse de brazos.
Tras el tropiezo en el San Rafael, en donde un empate
hubiese sido más que suficiente para salir de descenso y
despejar en parte su futuro, el Murallas tiene ya toda su
concentración puesta en el importante partido que disputará
este domingo, a partir de las 17 horas, ante la Balona.
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El club ceutí recurre el partido y las expulsiones
Una vez finalizado el
enfrentamiento con Los Barrios, los dirigentes Murallas de
Ceuta decidieron impugnar el partido por alineación indebida
del barreño Christian, que tendría que haber cumplido un
partido de sanción -desde hacía tres jornadas- por ver la
quinta amarilla frente al Cartaya. Sin embargo, esta no es
lo único que ha recurrido el equipo caballa, ya que el club
ceutí, con el vídeo del encuentro como prueba, confía en que
el Juez de Competición anule las segundas amarillas que
vieron Álvaro y Albiol.
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