La Fiscalía solicitó ayer 10 meses de prisión, dos años de
alejamiento e incomunicación y 150 euros de indemnización
para un hombre por supuestos malos tratos a su mujer aunque
el imputado y un testigo negaron los hechos manteniendo que
la denunciante padecía una enfermedad psíquica y que se
“autolesionaba” en varias ocasiones.
El titular del Juzgado de lo Penal número dos sentó ayer en
el banquillo de los acusados a un hombre por un presunto
delito de malos tratos por el que la representante del
Ministerio Fiscal pidió 10 meses de prisión, dos años de
alejamiento e incomunicación con la supuesta víctima y el
pago de 150 euros en concepto de indemnización por los
presuntos daños a su mujer, de la que actualmente se está
divorciando.
Al parecer, los hechos se produjeron el 15 de marzo del
presente año en el domicilio familiar aunque de los mismos
no se tuvo conocimiento hasta el juicio celebrado ayer ay
que en anteriores declaraciones la víctima se negó a
relatarlos por “miedo y coacción”, manifestó la misma. Esta
aseguró que aquella noche el imputado la golpeó, “me tiró
contra la bañera, me dio patadas, me insultó y me maltrata
psicológicamente desde hace tiempo. Nunca lo denuncié porque
es el padre de mis hijos pero ya no puedo más”, esgrimió.
Por su parte, el acusado negó todos los hechos e insistió en
que nunca le había “puesto la mano encima” e incluso que sus
suegros le habían proporcionado el acuerdo para llegar al
divorcio sabiendo que ella se “autolesiona por una
enfermedad psíquica ya que muchas veces yo mismo la he
tenido que llevar al hospital”.
La misma versión mantuvo el testigo quien reveló haber
estado presente en esos daños que “ella misma se provocaba e
incluso he visto mensajes de ella que amenazaban y
coaccionaban a mi amigo”, alegó.
Un agente de la Policía Nacional declaró en el juicio en
calidad de testigo, ya que en su día trasladó a la supuesta
víctima hasta el hospital para el consiguiente parte de
lesiones. El policía manifestó que la denunciante estaba
“nerviosa y excitada” sin corresponderse al perfil normal en
el que las víctimas se muestran “asustadas”. Además, por su
“experiencia profesional como agente”, esgrimió que la misma
parecía estar bajo influencia de “algún tipo de sustancia”.
Tras solicitar la defensa la libre absolución para su
cliente, el magistrado declaró el juicio visto para
sentencia.
|