La suspensión del tráfico aéreo en el noreste de Europa es
una medida “totalmente justificada”, además de necesaria, ya
que la ceniza volcánica, formada por partículas y gases, que
emite el volcán islandés Eyjafjalljökull puede provocar, al
fundirse en el contacto con los motores de una aeronave, la
detención de todos ellos al mismo tiempo. En un comunicado,
el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) explica que
esta erupción provocó, hace dos días, la apertura de un
nuevo centro de emisión o boca con una columna eruptiva de
la que emerge una nube que imposibilita el tráfico aéreo en
Europa. Cuando la densidad de la columna es igual a la de la
atmósfera, las partículas más finas se expanden propagándose
lateralmente a favor del viento, mientras que las más
gruesas caen por gravedad.
En cuanto a la duración de esta erupción, desde el IGME se
advirtió de que no se puede predecir si serán “semanas,
meses o incluso años”.
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