Esto no es nuevo, ni parece que
lleve camino de que termine, hasta el punto de que hay quien
lo llega a justificar, alegando que de esta forma esos que
se hacen taxistas sin su documentación, pueden sacar para
comer sin tener que dedicarse a otras prácticas más
peligrosas para todos.
Sin embargo, aquí, menos que en otras muchas actividades, el
fin no puede justificar los medios, por cuanto, además, lo
que uno de esos no robaría “a mano armada” se lo está
quitando, poco a poco, a otras personas, unos profesionales
que viven, si es que pueden vivir, de su trabajo, durante
muchas horas al volante de un taxi.
Pero es más, tal como está hoy la circulación, aquí y en
cualquier parte, el problema de los accidentes está a la
orden del día y en caso de un percance, estamos convencidos
de que el seguro del coche, si es que tiene seguro ese “taxi
pirata”, no iba a cubrir ninguno de los múltiples problemas
que se pueden derivar de un accidente.
Ni es esta la vez primera, aquí en Ceuta, ni creo que vaya a
ser la última que un individuo cualquiera se coloque donde
mejor le parece, con su coche, y en tres minutos se ha hecho
taxista.
Ahora bien, es cierto que la Policía tendrá que intervenir,
en cuanto hay situaciones de este tipo, pero no menos cierto
es que quienes mejor conocen el asunto, porque ellos están
en la calle, durante muchas horas, son los taxistas, los
propios afectados y si ellos no denuncian a quienes les
están haciendo la competencia, fuera de la ley, la Policía
tendrá más complicado descubrir muchos de estos casos,
porque hay más de uno.
Veo, efectivamente, que ha sido la propia Policía Local, la
que pilló “con las manos en la masa” a un taxista pirata, en
las inmediaciones de la frontera del Tarajal, lugar que es
de los más apropiados aquí en Ceuta, tanto para esto, como
para otras muchas actividades que se llevan a cabo, al
margen de las leyes establecidas, y que son muchas las
personas que las conocen.
Por la mañana, ya con sol y bien entrado el día, el pasado
martes, agentes de la Policía Local, mientras estaban de
servicio en sus propias labores, se dieron cuenta de que en
un vehículo, que no era precisamente un taxi, perfectamente
localizado, llegaban unos viajeros y descendían de dicho
vehículo.
Los propios agentes, percatándose de que era un taxi ilegal,
identificaron al conductor, levantaron acta de esta
situación y pasaron las incidencias al organismo competente
para este tipo de actuaciones.
Hasta ahí la labor de la Policía, pero el vehículo en
cuestión ¿Quedó bloqueado? ¿Sigue circulando con total
libertad?. Si es que sigue circulando como otro cualquiera,
a mí no me extrañaría que los próximos viajeros en vez de
llegar a la frontera del Tarajal vayan a la misma Plaza de
los Reyes, a la Plaza de África o al Puerto, con lo que se
ha descubierto el final de una carrera ilegal, pero se le ha
dejado en condiciones de seguir haciendo eso mismo, todas
las veces que se lo proponga.
De todo esto se puede deducir algo de lo que más de un
taxista se viene quejando, por lo bajo, puesto que quejas
abiertas no las hace ninguno de ellos, para no perder ningún
tipo de prebenda para el futuro.
La labor de la Policía ahí, como en otros muchos asuntos ha
sido perfecta, pero la labor de otros que tendrían que
secundar a la Policía falta por llegar.
|