Las obras de urbanización de la Agrupación Norte, un área de
3 hectáreas en la barriada de Príncipe Alfonso, han
requerido de una nueva prórroga, la segunda, que se
extenderá hasta el próximo mes de agosto. La razón en este
caso ha estado en la necesidad de demoler media docena de
casas, infraviviendas cuyos habitantes fueron realojados en
febrero en las 225 VPO de Loma Colmenar. Las modificaciones
que ralentizan las obras responden además, según explican
los responsables de las mismas, a la necesidad de
reconstruir los cierres de otras casas situadas en la zona,
compuestos en muchos casos de forma precaria.
Una labor de “microcirugía” urbanística. Así definen los
responsables de las obras de urbanización del Príncipe el
trabajo que se desarrolla en la primera de las distintas
fases previstas, por agrupaciones, y que corresponde al
sector Norte. Debido a las continuas modificaciones que han
de solventarse “a pie de obra”, se ha concedido por parte de
la Ciudad una segunda prórroga para finalizar la actuación,
que se previó acabar en abril y se extenderá hasta agosto.
Las obras de reforma interior de la Agrupación Norte, con un
presupuesto de 3,7 millones de euros a los que las
modificaciones de plazo no han añadido sobrecostes, según
aclaran por parte de la dirección del Plan de Urbanización
del Príncipe, comenzaron en mayo del pasado año. En
principio, la actuación, adjudicada a la Unión Temporal de
Empresas (UTE) formada por Dragados y Corsán, tenía un plazo
de ejecución de 5 meses y medio. La primera prórroga se
concedió, tal como informó entonces EL PUEBLO, en octubre
pasado y finalizaba este mes de abril. El motivo de esta
ampliación de plazos fue la necesidad de coordinar la
intervención en la zona externa de la Agrupación Norte con
la construcción del vial que enlaza la barriada con el
Tarajal, que incluyó la instalación de las infraestructuras
subterráneas que han de conectar el Príncipe con la red
general de la ciudad.
En lo que respecta a las calles y a la urbanización del
perímetro exterior de este sector del barrio, tanto desde la
Oficina Técnica del Príncipe como por parte de la dirección
de la obra se destaca la gran “complejidad” que entraña. En
el primero de los casos, la estrechez de las callejuelas del
Príncipe conlleva, tal como mostraron a este diario, la
dificultad de un trabajo que se hace sin maquinaria pesada y
teniendo que transportar los materiales prácticamente a
mano.
Por otra parte, en el anillo exterior de la barriada
aparecen todo tipo de construcciones precarias y
desordenadas que en algunos casos dan acceso a las viviendas
y que han debido sustituirse por construcciones ajustadas a
la normativa urbanística y de seguridad. Además, ha sido
necesario el derribo de seis infraviviendas, para lo que
hubo que esperar a los realojos de los 225 pisos de
protección oficial de Loma Colmenar, donde en febrero se
trasladó a las familias.
En lugar de los vertidos incontrolados que antes poblaban
esta ladera de Príncipe Alfonso y de las chabolas y vallados
de chapa, se han construido muros de hormigón, aceras,
escaleras y rampas por los que los vecinos pueden acceder a
la zona del nuevo vial.
La reforma de la Agrupación Norte, separata número 3 del
plan especial del Príncipe, ha sido proyectada por el
ingeniero Desiderio Morga y consiste en la rehabilitación
integral de un área de unas 3 hectáreas que se encontraba,
según se hacía constar en la Memoria, “muy degradada”, “con
graves deficiencias en todas sus infraestructuras, déficit
de servicios urbanos y problemas de accesibilidad y
movilidad interior, así como de accesos y conexiones con el
exterior”.
Las obras recogidas en el proyecto contemplaban
demoliciones, movimientos de tierra, obras de fábrica,
pavimentación, instalación de alumbrado público y jardinería
y mobiliario urbano. En cuanto a las infraestructuras
subterráneas, incluyen la instalación de las redes de
saneamiento, agua potable, pluviales y de riego, así como de
electricidad de media y baja tensión, telefonía y acometidas
domiciliarias para cada una de ellas.
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