| 
					El acuerdo que permitirá el soterramiento de la red 
					eléctrica en el barrio de San Antonio, un proyecto 
					largamente esperado por el vecindario, no ha terminado de 
					contentar a los residentes. El presidente del ente vecinal, 
					Ignacio Becerra, se ha quejado de que la obra termine en el 
					mirador y no llegue hasta el transformador, lo que obliga a 
					mantener al menos seis postes de tendido aéreo, con el 
					riesgo que conlleva. 
					La esperada obra para soterrar el tendido eléctrico del 
					barrio de San Antonio, que recibió el martes el visto bueno 
					del Consejo de Gobierno, no termina de contentar a los 
					vecinos.
 La obra de soterramiento tiene un montante económico 
					aportado a tres bandas: 63.942 euros de la Ciudad, idéntica 
					cantidad del Ministerio de Industria y 239.168 de la empresa 
					Alumbrado de Ceuta.
 
 Sin embargo, el presidente de la Asociación de Vecinos San 
					Antonio-Monte Hacho, Ignacio Becerra, lamentó ayer que el 
					proyecto anunciado por la portavoz del Ejecutivo Local, 
					Yolanda Bel, sólo contemple el soterramiento de la red 
					eléctrica desde la última fase del Pueblo de San Antonio 
					hasta el mirador del enclave, sin llegar hasta el edificio 
					que alberga el transformador. De esta manera, prosiguió 
					Becerra, a pesar de la envergadura de la obra, quedarán al 
					menos seis postes con el tendido aéreo.
 
 Así los residentes, después de tanto esperar, podrían seguir 
					padeciendo el mismo problema: los cortes en el suministro 
					que han debido padecer cada vez que un temporal azota el 
					Monte Hacho.
 
 Becerra lamentó que la Ciudad Autónoma sólo se haya ocupado 
					de eliminar el impacto visual que tienen los postes con el 
					tendido aéreo desde el mirador del barrio, lo que obedecería 
					a un objetivo puramente estético y no de seguridad, como 
					reclaman los vecinos.
 
 El presidente de la Asociación de Vecinos San Antonio-Monte 
					Hacho apuntó que para acometer el soterramiento completo 
					sólo habría que extender la zanja y la obra pertinente unos 
					quinientos metros más allá del punto donde pretende 
					terminarlo el proyecto anunciado por la Ciudad Autónoma.
 
 Además del problema de los postes aéreos, los vecinos se 
					quejaron de que el proyecto tampoco contempla la eliminación 
					del cable de alta tensión que transcurre por el centro de 
					esta barriada del Monte Hacho, lo que constituye otro motivo 
					de intranquilidad para los residentes.
 
 |