El
debate sobre el estado de la ciudad ha dejado de manifiesto
que el Gobierno se ha empleado notablemente en cambiar y
mejorar la ciudad. Lo ha logrado. Y ello, pese a las
críticas -viene en el guión- de una oposición de reciente
presencia histórica política por un lado y aderezada, por
otro, por la bisoñez entusiasta de quien habla en nombre de
unas centenarias siglas en la Cámara parlamentaria de la
Asamblea de la Ciudad Autónoma. Casi una década después
desde la entrada de un Gobierno Vivas, ha supuesto que Ceuta
disponga claramente de una fisonomía distinta, mejorada, más
cuidada y que ha significado además la consecución de una
estabilidad institucional que no se conocía en más de 25
años de historia democrática municipal. Por tanto, nueve
años en los que, con aguas tranquilas en lo que a los
constantes vaivenes políticos se refiere, se ha logrado
trabajar por fin en serio por Ceuta. Nunca antes se hizo
tanto por una ciudad que permanecía en la permanente bronca
institucional. Esta aseveración es una constatación de la
realidad que sólo los veteranos pueden corroborar. Un
tiempo, estos de gestión de los gobiernos Vivas, en los que
la preocupación por la prestación de los llamados servicios
comunitarios -los que directamente sienten los ciudadanos-
se han venido realizando con la escrupulosidad y la
cobertura de medidas económicas que han implementado la
calidad de los mismos y, por ende, ha generado empleo. Las
inversiones públicas en obras de infraestructuras y
equipamientos han sido y son notorias y palpables. La
lealtad institucional, verdadero bálsamo para la
recuperación de la estabilidad que la ciudad necesitaba, ha
servido para que Ceuta cuente con mayores ingresos
garantizados por Ley. Un colchón mucho más mullido y ancho
hoy que con el que se inició la primera década del siglo XXI,
lo que garantiza posibilidades de mayores consecuciones para
mejorar equipamientos para los ciudadanos, sin menoscabar la
horquilla del límite del déficit. Más ingresos, mayor
capacidad de endeudamiento. Una puerta para mejorar Ceuta
desde esa máxima municipal de un buen alcalde que dice: "Haz
todo lo que debas, aunque debas todo lo que hagas". ¿Los
beneficiados?, los ciudadanos.
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