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La visita del líder nacional de
Comisiones Obreras a la Ciudad Autónoma de Melilla estuvo el
lunes revestida de normalidad institucional. Ignacio
Fernández Toxo compartió su preocupación por la crisis, y
sus efectos en la ciudad hermana, con el presidente del
Gobierno autónomo y con su delegado del Gobierno. Sin
embargo, en Ceuta no hizo lo mismo. Un lamentable desaire a
las instituciones ceutíes y, por tanto, a la inmensa mayoría
de sus ciudadanos, que estuvo inducida desde las instancias
directivas del sindicato local. Una oportunidad que
Comisiones Obreras perdió como institución en favor -una vez
más- de los particularismos en el que, desde hace 20 años,
lleva imbuido el sindicato en Ceuta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
