Los libreros de Ceuta no le tienen miedo a las descargas de
Internet, que según la Federación de Gremios de Editores de
España (FGEE) han causado en 2009 pérdidas de 150 millones
de euros. Todos afirman que “los libros son cosas tangibles
que la gente desea poseer”, que leer desde la pantalla de un
ordenador “pasa factura a la vista” y que “imprimir el libro
descargado sale más caro que comprarlo original”.
A la polémica que suscitan las descargas de música y
películas de Internet se le ha unido, recientemente, la de
las descargas de libros. Y es que los editores españoles
registraron el pasado 2009, según un informe de la
Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), un total
de 150 millones de euros en pérdidas debidos a las descargas
de libros desde la red, que han llegado a superar incluso a
las mismas fotocopias ilegales, que dejaron 100 millones de
pérdidas.
Sin embargo, los libreros ceutíes no le tienen miedo a estas
descargas y basan su afirmación en el hecho de que “nunca
será lo mismo leer un libro sentado en un parque que leer
desde una pantalla”.
“La gente quiere tener libros, y la prueba es que los libros
antiguos se venden igual de bien que los nuevos”, explica
Antonio Cárdenas de la ‘Librería Cervantes’, que añade que
“un producto audiovisual no es lo mismo: es menos ‘tangible’
y los formatos cambian de manera constante”.
Los propietarios de la ‘Librería General’ están de acuerdo,
y señalan que, “además, leer en un ordenador es incómodo y
pasa factura a la vista, mientras que imprimir el libro
descargado sale más caro que comprarlo original”.
Manuel Lorenzo, dueño de la ‘Librería Tucán’, vuelve a hacer
referencia al ‘formato’ y explica que “un libro es algo que
se puede tener, que se puede coleccionar: no es lo mismo que
una película o la música”. Lorenzo sin embargo afirma que
“habrá, aún así, que esperar al futuro para ver si el papel,
con las nuevas generaciones, sobrevive”.
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