La vigilancia y erradicación de las fugas de agua en la red
de abastecimiento están permitiendo a la ciudad ahorrar
3.000 metros cúbicos diarios, no necesitándose ya más de
27.000 metros cúbicos para satisfacer la demanda de los
hogares, empresas y servicios públicos ceutíes. Los pantanos
aportan al inicio del estiaje 4.000 metros cúbicos diarios a
la red.
El control de las fugas de agua que viene desarrollando la
Ciudad Autónoma está permitiendo ahorrar una media de 3.000
metros cúbicos diarios. Así, la red de abastecimiento ha
dejado de bombear los 30.000 metros cúbicos que venían
siendo habituales y se está sosteniendo con unos 27.000 sin
que se haya visto mermado el suministro a los hogares,
empresas y servicios públicos de Ceuta.
Con todo, se espera que esta situación cambie y que la
demanda aumente cuando comience el verano y se pongan en
marcha, por ejemplo, los servicios de playa. Aunque la
situación dista mucho de ser preocupante.
Los pantanos de la ciudad se encuentran al 99 por ciento de
su capacidad al comenzar el estiaje. Concretamente, El
Renegado tiene embalsados 1.740.000 metros cúbicos y El
Infierno 650.000. Además, el primero de ellos ha dejado ya
de desalojar agua de sobra y arrojarla al mar desde el
pasado fin de semana.
De toda la cantidad consumida diariamente por la ciudad, los
embalses están aportando un promedio de entre 4.000 y 4.500
metros cúbicos. El resto de los recursos hídricos que se
consumen provienen de la planta desalinizadora. Así las
cosas, todo hace pensar que, si no ocurre nada anormal, la
ciudad tendrá garantizado el suministro durante todo el año.
Una situación que será aún más holgada en 2011, cuando
empiece a funcionar el quinto módulo de la desaladora.
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