La jueza de lo Penal número 1 se vio ayer obligada a
suspender la vista oral del procedimiento por daños y
lesiones que se sigue contra S. D. D., en este caso por
incomparecencia del perjudicado en el suceso, citado como
testigo por el Ministerio Público.
El fiscal explicó a EL PUEBLO que había pedido la suspensión
del juicio por la imposibilidad de practicar la prueba de
cargo por un incidente ocurrido el 17 de mayo del año pasado
en el bar del Hostal Rufino, en la Avenida Martínez Catena.
Según el relato del fiscal, el acusado se enzarzó en una
discusión con el dueño del establecimiento, esto es, el
testigo que no compareció ayer, provocándole determinadas
lesiones y daños en su propiedad.
El acusado dejó claro desde un momento que no mostraría
conformidad con ninguna pena a pesar de la intención de la
Fiscalía de modificar la calificación de los hechos de daños
a falta de lesiones, aduciendo que sólo discutió con el
dueño del bar, sin herirlo ni dañar su patrimonio.
El Ministerio Público pedía diez meses de multa a razón de
seis euros diarios por los daños, mientras por las lesiones
reclamaba cuarenta y cinco días de multa a seis euros
diarios. En concepto de responsabilidad civil se pedían 638
euros por los presuntos daños y 90 por las presuntas
lesiones. Sin embargo, como se viene explicando, la vista no
se pudo celebrar.
La defensa aprovechó el aplazamiento del juicio, que quedó
señalado de nuevo para el 29 de abril a las 12 horas, para
presentar un nuevo testigo presencial de los hechos
encausados.
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