Y en parte con dinero de las
subvenciones que salen de la Ciudad para los equipos de
Ceuta.
Ahora mismo, está terminando la temporada en la categoría de
juveniles de División de Honor y el Goyu Ryu, con la
victoria del pasado sábado, de penalti en el minuto 82 de
partido y con Celadero de árbitro, ya es casualidad, va a
mantener la categoría una temporada más. Creo que la próxima
será la 18ª o la 19ª del Goyu Ryu en la División de Honor,
algo que no había logrado jamás un equipo de Ceuta.
Sin embargo, echando una mirada a las alineaciones de hace
15 años, hace 10, hace 7 o hace, tan sólo, 2, no vemos que
de esas alineaciones haya pasado al primer equipo de la
Ciudad en tercera división o en segunda B un solo jugador
que luego haya permanecido en este primer equipo ceutí.
¿A qué se debe esto?. Entre otras cosas, a que cada año se
ha ido confeccionando ese equipo de División de Honor con
jugadores de Andalucía (Sevilla, Málaga, Cádiz...) y tras
permanecer en el equipo de Ceuta unos meses, al año
siguiente han pasado a equipos andaluces, si servían para
superior categoría, y desde ahí el Goyu Ryu debía volver a
comenzar la faena.
¿Importaba esto al propio Goyu Ryu?. Yo lo dudo, porque aquí
lo que parece que ha interesado, sigue interesando y va a
interesar en el futuro, es tener una buena subvención, por
encima de los 20 millones de las antiguas pesetas, con las
que no un equipo de juveniles, sino de superior categoría
podría mantenerse, en un régimen como están viviendo los
jugadores foráneos del Goyu Ryu, que vienen cada dos semanas
para el partido de casa y ... poco más.
El pasado sábado, tras finalizar el encuentro frente al
Nervión, en el Goyu Ryu la alegría era doble, primero por
haber mantenido la categoría, otra temporada más, y en
segundo lugar porque, como consecuencia de esto, estaba
asegurada ya otra subvención para la temporada que viene.
En muchas ocasiones he escrito sobre este asunto, y es que
el tema de las subvenciones es uno de los puntos negros en
el deporte, especialmente en estas categorías, que hace que
la subvención dada para el equipo permita vivir como en el
Paraíso a quienes las reciben y administran.
Las ayudas al deporte me parecen bien, pero dar el montón de
euros para que se administren como lo crea conveniente el
dueño del club de juveniles, me parece nefasto.
Y la última prueba de que la base del equipo de División de
Honor es de fuera, la tenemos en el encuentro del pasado
sábado, cuando por culpa del levante en el estrecho, hubo
que esperar y empezar el partido ante el Nervión casi una
hora más tarde de la hora programada, no porque llegara
tarde el Nervión, sino porque faltaban los jugadores, parte
de ellos, del Goyu Ryu.
El árbitro agotó todos los recursos para poder jugar el
partido pero ¿Hubiera hecho lo mismo el ínclito Celadero, si
el Nervión se hubiera demorado una hora, pongamos por caso?.
Es una de tantas, pero que el Goyu Ryu podría haber evitado,
teniendo desde dos días antes a los jugadores aquí, en
Ceuta. Claro que eso cuesta dinero y parece que las
subvenciones están para otras cosas.
Está claro que para tener una buena paga de “funcionario” no
siempre hace falta haber competido en unas oposiciones.
|