La corrupción es una de las causas
que más preocupan, en estos momentos, a los españoles que
ven la cantidad de trincones y aprovechados que pululan por
nuestro país, llevándose calentito el dinero de todos los
españoles-
En la actualidad el caso de corrupción del que más se habla
es del caso Gürtel en el que están implicadas varias
personas algunas de ellas, al parecer, pertenecientes al
Partido Popular. Lo cual, según los entendidos y menos
entendidos, puede perjudicar gravemente a Mariano Rajoy en
su camino hacia la Moncloa.
Ese era el debate que se mantenía el sábado por la noche en
el programa “La Noria”. Y un a vez más, para no salirse le
guión establecido, los de uno y otro bando defendían a capa
y espada a los suyos, aplicando el slogan “con razón o sin
ella”. Algo, por supuesto, que queda como muy mono para
arrancar los aplausos del público pero que, en realidad,
sólo vale para eso.
Hablar y defender las ideas sin razonamiento alguno, por el
mero hecho de que como son los míos llevan toda la razón del
mundo y jamás cometieron corrupción alguna, además de un
caso de estupidez suprema, se asemeja muchísimo a aquellos
animales que llevan orejeras para no ver más que el mismo
camino y no se desvíen de él.
Es una forma de hacer un juicio paralelo, unos defendiendo y
otros atacando, sin esperar que los jueces sean los que
decidan cual es el grado de culpabilidad de cada uno de los
imputados.
Entre los que mantenían que el caso Gürtel era una
financiación ilegal del Partido Popular, se encontraba ese
ser superior, mente privilegiada, que levita cuando habla,
elevándose por encima de todos los mortales intervinientes
en el debate, Enric Sopena.
Pues como decía la sabia de mí abuela “todo el que anda con
miel se chupa los dedos”. Esta eminencia que además de
levitar sobre el resto de los mortales cuando habla, cierra
los ojos para escucharse, tienen mala memoria, ha habido
otros casos de corrupción juzgados y condenado, mientras
este aún no se ha realizado juicio alguno de donde salga las
condenas si es que las hay y, al mismo tiempo, se demuestre
que el Partido Popular se ha financiado ilegalmente.
Los trincones, los sinvergüenzas, que se están llevando
calentito el dinero de todos los españoles, porque todos los
españoles tengan las ideas que tengan estamos siendo
estafados por esa fauna de mandantes y sinvergüenzas, no
deberían ser defendidos por nadie, dejando que la justicia
cumpla su cometido, enviándolos a la cárcel que es donde
deben estar, se llamen como se llame y pertenezcan al
partido que pertenezcan.
Lo que no es admisible, desde ningún punto de vista, es
hacer un juicio paralelo y condenarlos porque siempre existe
la presunción de inocencia. Cosa esta que, al parecer, no
entienden aquellos acérrimos que en defensas de sus ideas,
sólo son culpables los contrarios y miran para otro lado
cuando los trincones son de su partido.
Para desgracia del pueblo español, esta fauna de
sinvergüenzas, existe donde menos uno se piensa y es la
justicia la única que les debe poner en su sitio.
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