Permiten las normas
constitucionales majar a palos a los ciudadanos? Estamos
solos.
Si. Si lo permiten. Porque ningún juez ni ningún fiscal de
Valencia ha puesto los huevos sobre la mesa y ha imputado a
los culpables de ordenar a la policía la carga sobre los
vecinos. Majar a palos a hombres y mujeres de todas las
edades, sentados ante las casas del otrora precioso y
marinero barrio de El Cabanyal valenciano, legado del
patrimonio cultural de la ciudad levantina y apetitoso
bocado para las faraónicas, innecesarias y carísimas “obras
públicas” municipales, golpear con crueldad a personas
indefensas que se tapaban la cabeza, aterradas y llorosas,
esa brutalidad repugnante e infame, entra dentro de “la
normalidad democrática”.
Es “normalidad democrática” el que ustedes o servidoras
votemos a un tipo o a una tipa, para solucionarle la vida, a
costa de la teta del Estado, nutrida con nuestro sudor y
nuestras fatigas, durante cuatro años y que esa-esa mismo
mangurrino ordene apalear a aquellos que “osen” a oponerse a
sus órdenes. ¿A que resulta absolutamente asqueroso?.
Y nadie puede sospechar que, dado mi conservadurismo
ideológico, no suela respaldar la labor policial, en
absoluto, yo, como la abrumadora mayoría de los españoles,
admiro a quienes defienden el orden. Y eso hace que me
horrorice aún más cuando, esos servidores de la ley, son
obligados a atacar al pueblo soberano. El Poderoso de turno
“entiende” que los vecinos y vecinas que ven destruir su
corazón junto a su barriada son “elementos peligrosos” y
“levantiscos”. Los de la kale borroka, años y años
incendiando, atacando y destruyendo, nunca han merecido
tamaña contundencia y no digamos al chusma de greñudos y
gandules antisistema cuando, utilizando alegremente el
terrorismo urbano, destrozan las calles, rompen escaparates
de los comercios, incendian coches, siembran el terror y
detienen a cuatro de cuatrocientos.
¿Sale gratis por lo tanto cuando, los políticos,
ensoberbecidos y borrachos de poder, ordenan desde sus
despachos que las “fuerzas de orden” golpeen sin piedad a
ciudadanos indefensos? Esta letrado contemplaba con angustia
el miedo de los vecinos, las porras de goma, dale que te
pego, majando a personas que estaban sentadas… No estaban
quemando contenedores. Ni reventando escaparates de
comercios. Ni incendiando coches. Ni llevaban armas de
guerrilla callejera. Ni las caras tapadas con trapos negros.
Estaban allí, acurrucados, defendiendo lo suyo y yo hubiera
estado con ellos. Y sin duda ustedes también. Como esas
señoras a las que metían en las ambulancias, negritas de
golpes y desmayadas, como las mujeres jóvenes arrastradas
por los pelos, como los hombres desmayados por los impactos.
Sangre de nuestra sangre, pueblo de España que late con
nuestro latir y siente con nuestro sentir.
Pero eso es pura mierda. Lo que importa es si el Bárcenas
sigue agarrado al escaño en el senado en lugar de hacer
correr la lista, las quejas de Jaume Matas por verse él y su
señora, tan finos y con tanta clase, imputados como la gente
vulgar. ¡Y eso que la policía-fiscalía, no les han hecho
esposar y dar el paseíllo! Eso sí, para paseíllo público y
con el rostro demudado el del ex alcalde socialista de
Estepona, el doctor Barrientos ¡que risa! ¡Se la saltaban
las lágrimas de la vergüenza! ¿Y cuando salieron las
empleadas del bufete del abogado Del Valle, todas
engrilletadas y llorando como magdalenas? ¡Para mearse!
Bueno, vale que luego no las imputaran. Bueno, vale que al
juez que las mandó detener y pasear no se le cayera el pelo,
a Ellos nunca se les cae el pelo porque, por ahora, no hemos
conseguido que los delitos perpetrados por funcionarios sean
juzgados por jurados populares del Pueblo Español (ya vendrá
el PP a enmendar la plana).
Y mi viejo esposo y servidora, asustaditos ante el
televisor, viendo llover palos contra la multitud indefensa
y agazapada. Ese era el sentimiento : sencillamente miedo .
Tal vez si, entre los desdichados vecinos, hubiera habido
algún empresario o algo por el estilo al que se pudiera
imputar “blanqueo” la fiscalía hubiera actuado. Preguntaban
en un foro de internet, con angustia, ¿a quienes podemos
recurrir para que nos defienda ante la injusticia si no
creemos en la justicia? A nadie. Estamos solos .Solos. Para
muestra los palos de El Cabanyal.
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