La Memoria Histórica que versará sobre las investigaciones
del yacimiento del Abrigo y la Cueva de Benzú estará lista
para el primer trimestre de 2011. Así lo aseguró el co-director
del proyecto y profesor de la Universidad de Cádiz, José
Ramos, quien tiene el deseo de que los ceutíes participen en
la próxima visita que se realizará dentro de las jornadas
que la Consejería de Cultura y la UCA están organizando
todos los martes del mes de abril sobre los orígenes y la
Prehistoria de Ceuta.
El profesor de Prehistoria y co-director del proyecto de
investigación del yacimiento del Abrigo y Cueva de Benzú,
José Ramos, se mostró satisfecho con los estudios que se han
estado desarrollando: “Se ha llevado a cabo una
investigación interdisciplinar en la que han participado
desde geólogos hasta expertos en fauna terrestre y
arqueólogos especializados en diferentes ramas”. En total,
el titular de la Universidad de Cádiz (UCA), calculó que han
trabajado unos “30 investigadores, además de algunas
colaboraciones puntuales y siete centros de investigación”.
El profesor espera que la Memoria Histórica del proyecto se
finalice para finales de año o principios de 2011.
En el yacimiento se han podido concluir “aspectos de la
cronología absoluta, de la ecología y del cambio climático y
además indicaciones relacionadas al conocimiento de los
aspectos de vida”. Y es que la vida en el Estrecho en el
Paleolítico Medio fue “muy oscilante, era más húmedo que en
el momento actual y había una gran vegetación. La oscilación
incidió en los cambios de la vida pero sobre todo fueron
cazadores, recolectores y pescadores los habitantes del
Abrigo en época Pleistocena”. Se habla así de cronologías de
aproximadamente de entre 300.000 y 700.000 los habitantes en
el Estrecho de esa época.
El co-director del proyecto aseguró que la constante de
estos habitantes fue la “explotación de recursos marinos”.
Además, dada la situación del yacimiento, se podría decir
que era un “punto de oteo, claramente un cazadero. Desde ahí
se observaba el movimiento de fauna y allí se procesaban y
despiezaban los animales y también las plantas”. El hallazgo
ha supuesto un total de aproximadamente 50.000 piezas
datadas durante ese período. Ramos afirmó que es “muchísima
información” la que se está generando para llegar a las
conclusiones “más históricas y de los modos de vida”.
A nivel internacional, el yacimiento de Benzú tiene una
situación estratégica muy importante: “Una de las líneas que
estamos trabajando es la definición del Estrecho como región
histórica. Hemos acudido a más de diez conferencias
internacionales, a muchos congresos y ahora mismo hay varios
libros publicados y artículos de prensa. Es un yacimiento ya
conocido, no sólo en España (revista ‘Zethylus’) sino
también en revistas internacionales. Eso le ha dado una gran
notoriedad al tema. Hay mucho que publicar”.
Objetivo: Divulgación
El co-director del proyecto junto al arqueólogo de la UCA
Darío Bernal, cree que todavía queda mucho por publicar,
pero que se está en el “proceso de sacar rendimiento
científico al yacimiento”. Además, las jornadas
(‘Descifrando los orígenes de Ceuta’) que se realizan
durante todos los martes del mes de abril en el Salón de
Actos del Palacio Autonómico van a servir, según Ramos, para
“socializar. De ahí el interés de dar a conocer en Ceuta
todos los resultados que se han hecho. Es un sentido de
divulgación y la primera sesión está teniendo una gran
acogida”. El profesor invita a todo el que quiera a
disfrutar del yacimiento y de las bahías de la Ballenera y
Benzú para que “vean la importancia del descubrimiento” en
la próxima visita que se realizará in situ al yacimiento.
Ramos está muy interesado en la “juventud y los estudiantes,
porque ya que se valora y se defiende lo que se conoce y
también la idea es pasar por los colegios e institutos para
crear conciencia. Un sitio como estos debe de ser para
Ceuta. La zona del Estrecho no fue una frontera, sino un
filtro de paso de las poblaciones y no es un hecho aislado,
estaba interconectada tanto hacia el sur, hacia el norte
como a un ámbito Mediterráneo como Atlántico. Le da por lo
tanto una dimensión geográfica y cultural importante, aunque
no sólo por las ocupaciones pleistocenas sino también por la
importancia histórica”, continúa Ramos.
Por otra parte, el equipo de la UCA está trabajando en una
carta arqueológica del norte de Marruecos, algo que está en
estrecha relación con el descubrimiento que se realizó hace
ya ocho años en Ceuta. Esto puede llegar a dar una enorme
profundidad al asunto de Benzú: “Hasta el presente no hemos
encontrado en Tetuán todavía una zona como Benzú, pero al
aire libre sí hay sitios. Otra de las actividades a un medio
plazo para Ceuta sería hacer algo parecido a lo que estamos
haciendo en Tetuán, una prospección exhaustiva de tipo
cuaternarista, es decir, estudiar las terrazas de las
playas, desde la playa de Calamocarro hasta la bahía de la
Ballenera porque hay restos de esa época”.
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