La coyuntura económica nacional e internacional apunta
momentos de mayor dificultad, si cabe, para el desarrollo
económico. Ceuta, obviamente, no se mantiene al margen de
tales circunstancias. Pero nuestra ciudad se ve condicionada
por una serie de factores que también la hacen diferente.
Dichos factores conviene reiterarlos puesto que son claves
para determinar nuestras posibilidades de crecimiento.
Factores que habría que dividirlos en negativos y positivos.
En cuanto a los primeros habría que comenzar por la escasez
de territorio y recursos básicos. Así, la limitada
superficie y los múltiples condicionantes que la afectan
(terrenos del ejército y cumplimiento de las normas de
protección ambiental) determinan la imposibilidad de
establecer actividades agrícolas o ganaderas e industriales
intensivas. Adicionalmente, tales limitaciones condicionan
la expansión urbanística en nuevas zonas de Ceuta.
Otro factor negativo determinante es el aislamiento. Es
evidente que la ‘barrera’ del Estrecho, fundamentalmente por
el elevado coste del transporte, condiciona, en buena
medida, el desarrollo turístico y la importación y
exportación de mercancías.
El carácter fronterizo es un fenómeno que Ceuta padece en
primera línea. Somos receptores de inmigración subsahariana
y también de origen magrebí. Ello trae como consecuencia un
mayor esfuerzo en el gasto público para la atención de
determinados servicios como la sanidad, la asistencia
social, menores, limpieza y seguridad; por citar los más
relevantes. Pero esa inmigración consolidada termina
adquiriendo derechos que el ordenamiento jurídico español
consagra como la educación, el empleo o una vivienda.
Las diferencias macroeconómicas con nuestro vecino país,
fundamentalmente en términos de renta per cápita, salarios y
niveles de protección de los trabajadores, implican, por
leyes de mercado, que al empresario le pueda resultar más
‘rentable’ la incorporación de trabajadores transfronterizos.
Dichos trabajadores, obtienen retribuciones sensiblemente
superiores a las que obtendrían en su país de origen y,
teóricamente, mejores condiciones laborales.
También actúa como factor negativo la liberalización del
comercio mundial. La supresión de los aranceles aduaneros,
para la importación a Marruecos, supone neutralizar uno de
los factores característicos de nuestro régimen económico:
nuestra condición de puerto franco.
Las características de la población desempleada y niveles de
formación, por factores diversos, son bien diferentes a las
del resto de España: Mayor porcentaje (casi el doble) de
mujeres y jóvenes desempleados y sobre todo un muy bajo
nivel formativo: el 35% de nuestros desempleados no tiene
estudios frente al 8% de media nacional.
Por último entre los rasgos negativos que concurren en Ceuta
figuran los problemas de índole administrativa.
Frecuentemente nuestros empresarios topan con múltiples
problemas relacionados con la interpretación negativa que
muchos funcionarios de la Península hacen de nuestro Régimen
Económico y Fiscal. Más adelante haré un apunte a este
respecto.
Pero, tal y como he referido anteriormente, Ceuta también
atesora unas condiciones muy peculiares que pueden
detallarse a continuación como factores positivos a tener en
cuenta.
De entrada, su ubicación geográfica estratégica. La
geografía no sólo nos depara inconvenientes sino también nos
abre oportunidades de desarrollo económico en varios
sentidos:
a.- Debemos aprovechar el desarrollo de la zona Norte de
Marruecos. Ceuta tiene unos niveles de servicios en
comercio, hostelería y restauración, sanitarios,
asesoramiento, financieros… que no se encuentran al otro
lado de la frontera y que nos convierten en punto de
referencia para los turistas de la Bahía de Restinga y para
los usuarios del macro puerto Tánger-Med.
b.- El Puerto de Ceuta se encuentra ubicado en una de las
principales vías de transporte marítimo del mundo. Nuestros
competidores (Algeciras, Gibraltar y Tánger) nos llevan
cierta ventaja en infraestructura y equipamiento. La
tendencia debe ser la pretendida por la Autoridad Portuaria
de Ceuta: especialización en determinados avituallamientos y
servicios tales como el biodiésel, esfuerzo en la captación
de cruceros e implantación de más atraques para
embarcaciones de recreo.
Resaltable es, sin duda, el potencial de desarrollo
turístico que Ceuta encierra. La evolución del número de
turistas y pernoctaciones en los últimos años (según el
Instituto Nacional de Estadística) así lo evidencian. Muchos
comercios y touroperadores locales lo acreditan. Turismo
procedente de Andalucía y, también, del vecino Reino de
Marruecos. Nuestro litoral, el producto vinculado al mar
(submarinismo, pesca, vela, gastronomía, Parque Marítimo)
hacen que los interlocutores socioeconómicos,
administraciones y fuerzas políticas decidieran de manera
unánime la especialización en el turismo náutico-deportivo.
Lo acredita el potencial de desarrollo turístico, que es el
sector donde más empleo, en términos relativos, se ha
generado en los últimos tres años.
La indudable implicación de las administraciones es otra de
las grandes bazas que juegan a nuestro favor. Sin embargo,
algunos critican con desazón y tintes de desprecio el
importante papel que el sector público desempeña en la
economía local. Ciertamente más del 50% de nuestro Producto
Interior Bruto deviene de la inversión y el gasto de las
administraciones. No menos cierto es que ese papel de las
administraciones hace que Ceuta sea la segunda región
española a la que menos afecta la crisis en términos
macroeconómicos. Estas mentes pensantes consideran que Ceuta
es una ciudad dependiente y subsidiada. A estos agoreros,
que no aportan soluciones y sólo discursos catastrofistas y
que ya tuvieron la oportunidad de adoptar soluciones cuando
gobernaron y la desaprovecharon, les haría la pregunta al
revés ¿qué hubiera sido de la economía local si las
administraciones no hubiesen mantenido el pulso inversor y
no hubiesen incrementado la prestación de determinados
servicios públicos como el mantenimiento y limpieza de los
espacios públicos o la asistencia social? Quizás se les
olvide que desde que Juan Vivas accedió a la Presidencia de
la Ciudad más de 1.200 personas se han incorporado al
mercado de trabajo, bien a través del Ayuntamiento o de sus
sociedades municipales, bien incrementando servicios como el
de limpieza, la ayuda a domicilio o la atención y
mantenimiento de barriadas.
El empresariado ceutí ha sufrido en las últimas décadas
serias sacudidas a las que ha respondido con solvencia y
celeridad. La empresa ceutí se repuso a la entrada en la
Unión Europea y la apertura de la verja de Gibraltar que
supusieron el final de nuestra economía del bazar. También
reaccionó a la caída del tráfico de buques y de la
desaparición del servicio militar obligatorio. Hoy hace
frente a la liberalización del comercio mundial y lo hace
creando un producto de calidad que nos distinga de los
mercados más cercanos. Basta con dar una vuelta por el
centro comercial de Ceuta, tras su peatonalización, para
verificar la cantidad de establecimientos nuevos o
remodelados que radican en dicha zona. En concreto en las
zonas remodeladas, más del 35% de los establecimientos han
registrado modificaciones sustanciales. Citaré como ejemplos
Zara, Charol, San Pablo, Cortefiel, Daniela o Imaginarium,
entre otros. Del mismo modo los establecimientos hoteleros y
de ocio y restauración han hecho apuestas similares. Sirvan
como ejemplo el Hotel Ulises, el ‘Complejo Rural Miguel de
Luque’, los pubs del Poblado Marinero, el Puerto Deportivo o
el restaurante ‘El Cielo’, en el Casino del Parque Marítimo
del Mediterráneo. Y no me puedo olvidar de los
touroperadores como Viajes Trujillo o Viajes Flandria, en
continua expansión por la Península (ambos tienen sedes en
varias ciudades andaluzas). Estamos ante un sector
empresarial maduro.
Pero si hay algo que no se puede obviar en este capítulo es
que Ceuta cuenta con un régimen fiscal atrayente para el
inversor. No obstante, desde el Gobierno de la Ciudad
entendemos imprescindible una mejora del mismo en varios
aspectos. En primer lugar pretendemos aportar la seguridad
jurídica de la que a veces adolece, principalmente en lo
concerniente al ciclo mercantil completo y a la
aplicabilidad del régimen a determinadas operaciones (tanto
en término de Impuesto de Sociedades como en la no
aplicación del IVA).
En segundo lugar pretendemos incrementar las bonificaciones
vigentes en nuestra fiscalidad así como en la Seguridad
Social (incrementándose al 50% y para todos los sectores).
En tercer lugar, pretendemos que se implementen nuevos
mecanismos para favorecer la inversión en Ceuta como el
establecimiento de la reserva para inversiones de forma que
los beneficios de las empresas queden casi exentos del
Impuesto de Sociedades siempre que se reinviertan en nuestra
ciudad, o el establecimiento de nuevos atractivos para la
matriculación de embarcaciones de recreo, por referir
algunas de las medidas propuestas al Gobierno de la Nación
hace ya varios meses.
El papel de la ciudad
Los Gobiernos presididos por Juan Vivas no han rehuido su
responsabilidad en materia de desarrollo económico y empleo
pese a no tener competencias reales en ambas materias. No es
mi objetivo enumerar todas y cada una de las actuaciones
llevadas a cabo al efecto porque sería ciertamente aburrido
pero si me atrevo a enumerar actuaciones concretas que
verifican dicha aseveración:
1.- Fomento de la inversión pública con la consiguiente
generación de empleo
Los casi 600 millones de euros presupuestados por los
gobiernos de la Ciudad desde 2001 han supuesto la
contratación media diaria de 620 trabajadores en obras
públicas de la Ciudad. Indudablemente, el objetivo
irrenunciable es que dicha contratación sea mayoritariamente
de ceutíes. Para ello, desde el Gobierno se están
implementando medidas específicas como fomentar de manera
preferente la formación en el sector de la construcción, la
obligatoriedad de contratar un 30% de desempleados en todas
las obras públicas de la Ciudad, o la bonificación en el
IPSI para las empresas de construcción que generen empleo.
2.- Impulso de medidas paliativas
Cerca de 8.000 personas se han beneficiado de los Planes de
Empleo, programas formativos o itinerarios de inserción
llevados a cabo por la Ciudad en los últimos 9 años.
Conviene recordar como hitos concretos que los primeros
Planes de Empleo se acometieron en el año 2001, que en los
próximos meses se inaugurará la Escuela de la Construcción
que permitirá formar aproximadamente a 400 desempleados en
nuestra ciudad, o la importancia de los itinerarios
integrales de inserción que se llevan a cabo en el
Polifuncional del Príncipe con procesos formativos que
incluyen alfabetización, adquisición de hábitos prelaborales
y formación en oficios.
3.- Apoyo a sectores estratégicos
Son una realidad los dos planes dinamizadores de turismo
acometidos en los últimos cinco años. El vigente plan (Ceuta
2+2) alcanza su momento álgido con la creación de la
Estación Náutica de Ceuta y su inclusión en el selecto club
de la Asociación Española de Estaciones Náuticas. La
evolución en el número de visitantes y pernoctaciones y el
grado de implicación de los empresarios ceutíes (más de 50
forman ya parte de la Estación Náutica).
Otro sector que se pretende potenciar es el sector del taxi.
Ya en 2005 se impulsó un plan de remodelación que supuso la
modificación del 50% de la flota. En la actualidad está
vigente un nuevo plan para la adquisición de nuevos
vehículos o la remodelación de los actuales.
El sector comercial ha recibido múltiples incentivos en
varias líneas. Hacia referencia antes a la remodelación del
centro acometida en los últimos años y el impacto que la
misma ha tenido en los establecimientos de la zona. También
deberíamos considerar una medida de impacto en el comercio
la habilitación de aparcamientos públicos en la Plaza de los
Reyes, o en la Manzana del Revellín.
El desarrollo industrial se ha visto seriamente condicionado
por la poca claridad del sistema de las Reglas de Origen y
por los factores antes reseñados de escasez de territorio y
aislamiento. No obstante desde el Gobierno de la Ciudad se
ha habilitado un Polígono Industrial en Loma Larga y en el
próximo Plan General de Ordenación Urbana se habilitarán
nuevas zonas de uso industrial en el entorno de Loma
Colmenar.
El sector de concesionarios de vehículos ha sido
beneficiario de la implicación de la Ciudad en 2009 en el
Plan 2000E para la adquisición de vehículos. En el año 2010
el Gobierno de la Ciudad ha prorrogado su línea de
subvención para la compra de turismos.
Muchas de las empresas de los sectores antes referidos han
recibido en los últimos nueve años 1.670 subvenciones por
autoempleo, contratación indefinida o inversión en nuevos
establecimientos, por un importe total de 16,9 millones de
euros.
4.- Medidas de carácter general
Desde el Gobierno de la Ciudad consideramos que uno de los
principales problemas para el desarrollo económico de Ceuta
y, en particular, para el desarrollo turístico es el elevado
coste del transporte marítimo. A tal efecto se ha hecho un
planteamiento muy concreto a la administración competente
(Ministerio de Fomento): el establecimiento, vía resolución
de carácter general, de una tarifa máxima para todas las
navieras que operen en la línea del Estrecho de manera
análoga a la fijación de tarifas para el servicio de taxis
por el Pleno de la Ciudad. Alternativamente pretendemos que
dichas tarifas máximas se establezcan en el nuevo contrato
de la línea de servicio público que entrará en vigor en
2011.
Igualmente consideramos estratégico modificar y mejorar el
vigente régimen económico y fiscal en los términos expuestos
anteriormente y de conformidad con la propuesta entregada en
el Ministerio de Política Territorial el pasada año.
Es imprescindible que el Gobierno de la Nación defienda en
las instituciones comunitarias el reconocimiento de un
status específico para Ceuta que permita seguir percibiendo
fondos de la Unión Europea, independientemente de nuestros
niveles de convergencia, que suponga mantener un régimen
particular de ayudas de estado, que tenga en cuenta las
peculiaridades de nuestra ciudad en lo concerniente a la
normativa vinculante al transporte marítimo y que potencie
programas específicos para el desarrollo económico en
analogía a lo que sucede con las Regiones Ultraperiféricas.
También defendemos de manera clara la implantación de una
aduana comercial en la frontera como elemento imprescindible
para poder convertirnos en plataforma logística de
mercancías en el norte de África. No obstante, reconocemos
que tal pretensión no depende de la voluntad exclusiva del
Gobierno de la Nación, sino que requiere aunar voluntades
externas.
Expectativas de futuro
Indudablemente las cifras de paro de la ciudad, fuertemente
condicionadas por los Planes de Empleo, y las tendencias de
la economía nacional e internacional suponen inquietud y
preocupación para la administración de la Ciudad. Hacer
frente a las cifras del paro en Ceuta requiere la
implantación de empresas y/o servicios públicos que no
necesiten mano de obra de elevada cualificación (conviene
recordar que casi 4 de cada 10 desempleados no tiene
estudios). Igualmente procede intensificar la
alfabetización, la formación profesional y estar vigilantes
al abandono escolar.
Las administraciones, aunque a algunos no les guste, deben
procurar mantener los niveles de inversión y gasto en
servicio público. Eso parece en cierta medida asegurado con
la construcción del nuevo centro penitenciario, la
construcción del campus universitario, el nuevo albergue
para personas necesitadas, las nuevas guarderías, la
remodelación del chalet de Ybarrola, los nuevos
aparcamientos en barriadas o el sellado del vertedero de
Santa Catalina, entre otras actuaciones. Desde el Gobierno
intensificaremos los esfuerzos, si cabe y en el ámbito de la
legalidad, en la contratación de personas de Ceuta. Las
medidas adoptadas (cláusulas sociales, formación e
incentivos a la contratación) deben surtir efecto.
Seguiremos procurando la captación de proyectos
empresariales estratégicos. A tal efecto, incentivaremos la
construcción de un nuevo hotel (ya hemos puesto una parcela
pública a disposición del inversor y hemos entablado
contacto con las principales cadenas hoteleras), apoyaremos
los proyectos industriales que se quieran implantar en el
Puerto de Ceuta (como la prevista planta de biodiésel) y
facilitaremos la implantación de grandes marcas comerciales
en nuestra Ciudad de igual manera que a otras que ya lo han
hecho como Zara, Lidl o el Centro de Oportunidades de El
Corte Inglés. Adicionalmente a lo anterior vamos a contactar
a expertos del mercado de las Nuevas Tecnologías para ver la
posibilidad de implantar empresas y servicios relacionados
con este sector y que se puedan acoger a nuestro Régimen
Económico y Fiscal especial.
Seguiremos defendiendo ante el Gobierno de la Nación las
propuestas relativas a la modificación y mejora del REF, el
abaratamiento del precio del transporte marítimo, el
reconocimiento de un status equivalente al de las Regiones
Ultraperiféricas y el establecimiento de una aduana
comercial en nuestra frontera.
Fijaremos la posición definitiva de Ceuta respecto a la
integración en la Unión Aduanera. La propuesta debe ser
ampliamente consensuada, bien analizada y siempre
condicionada al establecimiento de un paquete de medidas
para el fomento de la economía local, medidas compensatorias
para los empresarios afectados por el pago de aranceles
(fundamentalmente los importadores de productos asiáticos) y
el establecimiento de una aduana comercial.
Seguiremos apoyando el desarrollo de los sectores
tradicionales (Comercio, Turismo y Servicios) mediante el
mantenimiento de los vigentes planes y programas de
colaboración con estos empresarios.
Lejos de ser una relación exhaustiva, las medidas citadas
anteriormente son únicamente las de mayor impacto en la
economía. Pero hay más, hasta completar las 43 aprobadas por
el Pleno de la Asamblea, como pueden ser, por poner sólo
algunos ejemplos, el desarrollo del turismo de eventos y
congresos con la finalización de las obras del complejo de
la Manzana del Revellín, el fomento del comercio electrónico
o el impulso a la implantación de sistema de calidad por
parte de las pymes ceutíes.
Indudablemente seguiremos oyendo a los interlocutores
socioeconómicos que con espíritu constructivo aporten
propuestas y soluciones. Es el momento de arrimar el hombro
e intensificar, si cabe, los esfuerzos en el desarrollo
económico y la creación de empleo. Creo que los discursos
catastrofistas y destructivos que desde algún sector
político se quieren transmitir son infames y poco aportan al
objetivo de disminuir la tasa de paro y fomentar el tejido
productivo local.
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