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OPINIÓN - DOMINGO, 11 DE ABRIL DE 2010

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Se hace camino al andar...

Por Guillermo Martínez Arcas, Consejero de economía y empleo


La coyuntura económica nacional e internacional apunta momentos de mayor dificultad, si cabe, para el desarrollo económico. Ceuta, obviamente, no se mantiene al margen de tales circunstancias. Pero nuestra ciudad se ve condicionada por una serie de factores que también la hacen diferente. Dichos factores conviene reiterarlos puesto que son claves para determinar nuestras posibilidades de crecimiento. Factores que habría que dividirlos en negativos y positivos.

En cuanto a los primeros habría que comenzar por la escasez de territorio y recursos básicos. Así, la limitada superficie y los múltiples condicionantes que la afectan (terrenos del ejército y cumplimiento de las normas de protección ambiental) determinan la imposibilidad de establecer actividades agrícolas o ganaderas e industriales intensivas. Adicionalmente, tales limitaciones condicionan la expansión urbanística en nuevas zonas de Ceuta.

Otro factor negativo determinante es el aislamiento. Es evidente que la ‘barrera’ del Estrecho, fundamentalmente por el elevado coste del transporte, condiciona, en buena medida, el desarrollo turístico y la importación y exportación de mercancías.

El carácter fronterizo es un fenómeno que Ceuta padece en primera línea. Somos receptores de inmigración subsahariana y también de origen magrebí. Ello trae como consecuencia un mayor esfuerzo en el gasto público para la atención de determinados servicios como la sanidad, la asistencia social, menores, limpieza y seguridad; por citar los más relevantes. Pero esa inmigración consolidada termina adquiriendo derechos que el ordenamiento jurídico español consagra como la educación, el empleo o una vivienda.

Las diferencias macroeconómicas con nuestro vecino país, fundamentalmente en términos de renta per cápita, salarios y niveles de protección de los trabajadores, implican, por leyes de mercado, que al empresario le pueda resultar más ‘rentable’ la incorporación de trabajadores transfronterizos. Dichos trabajadores, obtienen retribuciones sensiblemente superiores a las que obtendrían en su país de origen y, teóricamente, mejores condiciones laborales.

También actúa como factor negativo la liberalización del comercio mundial. La supresión de los aranceles aduaneros, para la importación a Marruecos, supone neutralizar uno de los factores característicos de nuestro régimen económico: nuestra condición de puerto franco.

Las características de la población desempleada y niveles de formación, por factores diversos, son bien diferentes a las del resto de España: Mayor porcentaje (casi el doble) de mujeres y jóvenes desempleados y sobre todo un muy bajo nivel formativo: el 35% de nuestros desempleados no tiene estudios frente al 8% de media nacional.

Por último entre los rasgos negativos que concurren en Ceuta figuran los problemas de índole administrativa. Frecuentemente nuestros empresarios topan con múltiples problemas relacionados con la interpretación negativa que muchos funcionarios de la Península hacen de nuestro Régimen Económico y Fiscal. Más adelante haré un apunte a este respecto.

Pero, tal y como he referido anteriormente, Ceuta también atesora unas condiciones muy peculiares que pueden detallarse a continuación como factores positivos a tener en cuenta.

De entrada, su ubicación geográfica estratégica. La geografía no sólo nos depara inconvenientes sino también nos abre oportunidades de desarrollo económico en varios sentidos:

a.- Debemos aprovechar el desarrollo de la zona Norte de Marruecos. Ceuta tiene unos niveles de servicios en comercio, hostelería y restauración, sanitarios, asesoramiento, financieros… que no se encuentran al otro lado de la frontera y que nos convierten en punto de referencia para los turistas de la Bahía de Restinga y para los usuarios del macro puerto Tánger-Med.

b.- El Puerto de Ceuta se encuentra ubicado en una de las principales vías de transporte marítimo del mundo. Nuestros competidores (Algeciras, Gibraltar y Tánger) nos llevan cierta ventaja en infraestructura y equipamiento. La tendencia debe ser la pretendida por la Autoridad Portuaria de Ceuta: especialización en determinados avituallamientos y servicios tales como el biodiésel, esfuerzo en la captación de cruceros e implantación de más atraques para embarcaciones de recreo.

Resaltable es, sin duda, el potencial de desarrollo turístico que Ceuta encierra. La evolución del número de turistas y pernoctaciones en los últimos años (según el Instituto Nacional de Estadística) así lo evidencian. Muchos comercios y touroperadores locales lo acreditan. Turismo procedente de Andalucía y, también, del vecino Reino de Marruecos. Nuestro litoral, el producto vinculado al mar (submarinismo, pesca, vela, gastronomía, Parque Marítimo) hacen que los interlocutores socioeconómicos, administraciones y fuerzas políticas decidieran de manera unánime la especialización en el turismo náutico-deportivo. Lo acredita el potencial de desarrollo turístico, que es el sector donde más empleo, en términos relativos, se ha generado en los últimos tres años.

La indudable implicación de las administraciones es otra de las grandes bazas que juegan a nuestro favor. Sin embargo, algunos critican con desazón y tintes de desprecio el importante papel que el sector público desempeña en la economía local. Ciertamente más del 50% de nuestro Producto Interior Bruto deviene de la inversión y el gasto de las administraciones. No menos cierto es que ese papel de las administraciones hace que Ceuta sea la segunda región española a la que menos afecta la crisis en términos macroeconómicos. Estas mentes pensantes consideran que Ceuta es una ciudad dependiente y subsidiada. A estos agoreros, que no aportan soluciones y sólo discursos catastrofistas y que ya tuvieron la oportunidad de adoptar soluciones cuando gobernaron y la desaprovecharon, les haría la pregunta al revés ¿qué hubiera sido de la economía local si las administraciones no hubiesen mantenido el pulso inversor y no hubiesen incrementado la prestación de determinados servicios públicos como el mantenimiento y limpieza de los espacios públicos o la asistencia social? Quizás se les olvide que desde que Juan Vivas accedió a la Presidencia de la Ciudad más de 1.200 personas se han incorporado al mercado de trabajo, bien a través del Ayuntamiento o de sus sociedades municipales, bien incrementando servicios como el de limpieza, la ayuda a domicilio o la atención y mantenimiento de barriadas.

El empresariado ceutí ha sufrido en las últimas décadas serias sacudidas a las que ha respondido con solvencia y celeridad. La empresa ceutí se repuso a la entrada en la Unión Europea y la apertura de la verja de Gibraltar que supusieron el final de nuestra economía del bazar. También reaccionó a la caída del tráfico de buques y de la desaparición del servicio militar obligatorio. Hoy hace frente a la liberalización del comercio mundial y lo hace creando un producto de calidad que nos distinga de los mercados más cercanos. Basta con dar una vuelta por el centro comercial de Ceuta, tras su peatonalización, para verificar la cantidad de establecimientos nuevos o remodelados que radican en dicha zona. En concreto en las zonas remodeladas, más del 35% de los establecimientos han registrado modificaciones sustanciales. Citaré como ejemplos Zara, Charol, San Pablo, Cortefiel, Daniela o Imaginarium, entre otros. Del mismo modo los establecimientos hoteleros y de ocio y restauración han hecho apuestas similares. Sirvan como ejemplo el Hotel Ulises, el ‘Complejo Rural Miguel de Luque’, los pubs del Poblado Marinero, el Puerto Deportivo o el restaurante ‘El Cielo’, en el Casino del Parque Marítimo del Mediterráneo. Y no me puedo olvidar de los touroperadores como Viajes Trujillo o Viajes Flandria, en continua expansión por la Península (ambos tienen sedes en varias ciudades andaluzas). Estamos ante un sector empresarial maduro.

Pero si hay algo que no se puede obviar en este capítulo es que Ceuta cuenta con un régimen fiscal atrayente para el inversor. No obstante, desde el Gobierno de la Ciudad entendemos imprescindible una mejora del mismo en varios aspectos. En primer lugar pretendemos aportar la seguridad jurídica de la que a veces adolece, principalmente en lo concerniente al ciclo mercantil completo y a la aplicabilidad del régimen a determinadas operaciones (tanto en término de Impuesto de Sociedades como en la no aplicación del IVA).

En segundo lugar pretendemos incrementar las bonificaciones vigentes en nuestra fiscalidad así como en la Seguridad Social (incrementándose al 50% y para todos los sectores). En tercer lugar, pretendemos que se implementen nuevos mecanismos para favorecer la inversión en Ceuta como el establecimiento de la reserva para inversiones de forma que los beneficios de las empresas queden casi exentos del Impuesto de Sociedades siempre que se reinviertan en nuestra ciudad, o el establecimiento de nuevos atractivos para la matriculación de embarcaciones de recreo, por referir algunas de las medidas propuestas al Gobierno de la Nación hace ya varios meses.

El papel de la ciudad


Los Gobiernos presididos por Juan Vivas no han rehuido su responsabilidad en materia de desarrollo económico y empleo pese a no tener competencias reales en ambas materias. No es mi objetivo enumerar todas y cada una de las actuaciones llevadas a cabo al efecto porque sería ciertamente aburrido pero si me atrevo a enumerar actuaciones concretas que verifican dicha aseveración:

1.- Fomento de la inversión pública con la consiguiente generación de empleo

Los casi 600 millones de euros presupuestados por los gobiernos de la Ciudad desde 2001 han supuesto la contratación media diaria de 620 trabajadores en obras públicas de la Ciudad. Indudablemente, el objetivo irrenunciable es que dicha contratación sea mayoritariamente de ceutíes. Para ello, desde el Gobierno se están implementando medidas específicas como fomentar de manera preferente la formación en el sector de la construcción, la obligatoriedad de contratar un 30% de desempleados en todas las obras públicas de la Ciudad, o la bonificación en el IPSI para las empresas de construcción que generen empleo.

2.- Impulso de medidas paliativas


Cerca de 8.000 personas se han beneficiado de los Planes de Empleo, programas formativos o itinerarios de inserción llevados a cabo por la Ciudad en los últimos 9 años. Conviene recordar como hitos concretos que los primeros Planes de Empleo se acometieron en el año 2001, que en los próximos meses se inaugurará la Escuela de la Construcción que permitirá formar aproximadamente a 400 desempleados en nuestra ciudad, o la importancia de los itinerarios integrales de inserción que se llevan a cabo en el Polifuncional del Príncipe con procesos formativos que incluyen alfabetización, adquisición de hábitos prelaborales y formación en oficios.

3.- Apoyo a sectores estratégicos


Son una realidad los dos planes dinamizadores de turismo acometidos en los últimos cinco años. El vigente plan (Ceuta 2+2) alcanza su momento álgido con la creación de la Estación Náutica de Ceuta y su inclusión en el selecto club de la Asociación Española de Estaciones Náuticas. La evolución en el número de visitantes y pernoctaciones y el grado de implicación de los empresarios ceutíes (más de 50 forman ya parte de la Estación Náutica).

Otro sector que se pretende potenciar es el sector del taxi. Ya en 2005 se impulsó un plan de remodelación que supuso la modificación del 50% de la flota. En la actualidad está vigente un nuevo plan para la adquisición de nuevos vehículos o la remodelación de los actuales.

El sector comercial ha recibido múltiples incentivos en varias líneas. Hacia referencia antes a la remodelación del centro acometida en los últimos años y el impacto que la misma ha tenido en los establecimientos de la zona. También deberíamos considerar una medida de impacto en el comercio la habilitación de aparcamientos públicos en la Plaza de los Reyes, o en la Manzana del Revellín.

El desarrollo industrial se ha visto seriamente condicionado por la poca claridad del sistema de las Reglas de Origen y por los factores antes reseñados de escasez de territorio y aislamiento. No obstante desde el Gobierno de la Ciudad se ha habilitado un Polígono Industrial en Loma Larga y en el próximo Plan General de Ordenación Urbana se habilitarán nuevas zonas de uso industrial en el entorno de Loma Colmenar.

El sector de concesionarios de vehículos ha sido beneficiario de la implicación de la Ciudad en 2009 en el Plan 2000E para la adquisición de vehículos. En el año 2010 el Gobierno de la Ciudad ha prorrogado su línea de subvención para la compra de turismos.

Muchas de las empresas de los sectores antes referidos han recibido en los últimos nueve años 1.670 subvenciones por autoempleo, contratación indefinida o inversión en nuevos establecimientos, por un importe total de 16,9 millones de euros.

4.- Medidas de carácter general


Desde el Gobierno de la Ciudad consideramos que uno de los principales problemas para el desarrollo económico de Ceuta y, en particular, para el desarrollo turístico es el elevado coste del transporte marítimo. A tal efecto se ha hecho un planteamiento muy concreto a la administración competente (Ministerio de Fomento): el establecimiento, vía resolución de carácter general, de una tarifa máxima para todas las navieras que operen en la línea del Estrecho de manera análoga a la fijación de tarifas para el servicio de taxis por el Pleno de la Ciudad. Alternativamente pretendemos que dichas tarifas máximas se establezcan en el nuevo contrato de la línea de servicio público que entrará en vigor en 2011.

Igualmente consideramos estratégico modificar y mejorar el vigente régimen económico y fiscal en los términos expuestos anteriormente y de conformidad con la propuesta entregada en el Ministerio de Política Territorial el pasada año.

Es imprescindible que el Gobierno de la Nación defienda en las instituciones comunitarias el reconocimiento de un status específico para Ceuta que permita seguir percibiendo fondos de la Unión Europea, independientemente de nuestros niveles de convergencia, que suponga mantener un régimen particular de ayudas de estado, que tenga en cuenta las peculiaridades de nuestra ciudad en lo concerniente a la normativa vinculante al transporte marítimo y que potencie programas específicos para el desarrollo económico en analogía a lo que sucede con las Regiones Ultraperiféricas.

También defendemos de manera clara la implantación de una aduana comercial en la frontera como elemento imprescindible para poder convertirnos en plataforma logística de mercancías en el norte de África. No obstante, reconocemos que tal pretensión no depende de la voluntad exclusiva del Gobierno de la Nación, sino que requiere aunar voluntades externas.

Expectativas de futuro


Indudablemente las cifras de paro de la ciudad, fuertemente condicionadas por los Planes de Empleo, y las tendencias de la economía nacional e internacional suponen inquietud y preocupación para la administración de la Ciudad. Hacer frente a las cifras del paro en Ceuta requiere la implantación de empresas y/o servicios públicos que no necesiten mano de obra de elevada cualificación (conviene recordar que casi 4 de cada 10 desempleados no tiene estudios). Igualmente procede intensificar la alfabetización, la formación profesional y estar vigilantes al abandono escolar.

Las administraciones, aunque a algunos no les guste, deben procurar mantener los niveles de inversión y gasto en servicio público. Eso parece en cierta medida asegurado con la construcción del nuevo centro penitenciario, la construcción del campus universitario, el nuevo albergue para personas necesitadas, las nuevas guarderías, la remodelación del chalet de Ybarrola, los nuevos aparcamientos en barriadas o el sellado del vertedero de Santa Catalina, entre otras actuaciones. Desde el Gobierno intensificaremos los esfuerzos, si cabe y en el ámbito de la legalidad, en la contratación de personas de Ceuta. Las medidas adoptadas (cláusulas sociales, formación e incentivos a la contratación) deben surtir efecto.

Seguiremos procurando la captación de proyectos empresariales estratégicos. A tal efecto, incentivaremos la construcción de un nuevo hotel (ya hemos puesto una parcela pública a disposición del inversor y hemos entablado contacto con las principales cadenas hoteleras), apoyaremos los proyectos industriales que se quieran implantar en el Puerto de Ceuta (como la prevista planta de biodiésel) y facilitaremos la implantación de grandes marcas comerciales en nuestra Ciudad de igual manera que a otras que ya lo han hecho como Zara, Lidl o el Centro de Oportunidades de El Corte Inglés. Adicionalmente a lo anterior vamos a contactar a expertos del mercado de las Nuevas Tecnologías para ver la posibilidad de implantar empresas y servicios relacionados con este sector y que se puedan acoger a nuestro Régimen Económico y Fiscal especial.

Seguiremos defendiendo ante el Gobierno de la Nación las propuestas relativas a la modificación y mejora del REF, el abaratamiento del precio del transporte marítimo, el reconocimiento de un status equivalente al de las Regiones Ultraperiféricas y el establecimiento de una aduana comercial en nuestra frontera.

Fijaremos la posición definitiva de Ceuta respecto a la integración en la Unión Aduanera. La propuesta debe ser ampliamente consensuada, bien analizada y siempre condicionada al establecimiento de un paquete de medidas para el fomento de la economía local, medidas compensatorias para los empresarios afectados por el pago de aranceles (fundamentalmente los importadores de productos asiáticos) y el establecimiento de una aduana comercial.

Seguiremos apoyando el desarrollo de los sectores tradicionales (Comercio, Turismo y Servicios) mediante el mantenimiento de los vigentes planes y programas de colaboración con estos empresarios.

Lejos de ser una relación exhaustiva, las medidas citadas anteriormente son únicamente las de mayor impacto en la economía. Pero hay más, hasta completar las 43 aprobadas por el Pleno de la Asamblea, como pueden ser, por poner sólo algunos ejemplos, el desarrollo del turismo de eventos y congresos con la finalización de las obras del complejo de la Manzana del Revellín, el fomento del comercio electrónico o el impulso a la implantación de sistema de calidad por parte de las pymes ceutíes.

Indudablemente seguiremos oyendo a los interlocutores socioeconómicos que con espíritu constructivo aporten propuestas y soluciones. Es el momento de arrimar el hombro e intensificar, si cabe, los esfuerzos en el desarrollo económico y la creación de empleo. Creo que los discursos catastrofistas y destructivos que desde algún sector político se quieren transmitir son infames y poco aportan al objetivo de disminuir la tasa de paro y fomentar el tejido productivo local.
 

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