Jamás podría haber pensado una
mente sincera y totalmente neutral que, con los problemas de
todo tipo que existen en nuestros días, hubiera algún
organismo oficial que fuera a tratar de eliminar todo lo que
se gestó en nuestro país, en la mayor parte del pasado
siglo.
Veo que ahora Cultura comienza con la retirada de los
símbolos del “Llano Amarillo”. No me parece mal que se
elimine cualquier tipo de “culto” a aquella etapa, pero de
ahí a olvidar que existió y que en esa época sólo hubo cosas
malas, va un abismo.
Claro que como aquí se va a bandazos, pues ahora eso de la
Memoria Histórica es la moda y todo el que no apoye
aparecerá en no se qué punto de mira de los “contras”.
El propio término Memoria Histórica, no lo olvidemos, en un
término ambiguo puesto que puede estarse refiriendo al
régimen de Franco, a los años del general Primo de Rivera, a
los instantes de José Bonaparte, o incluso a los Reyes
Católicos.
Podría citar más momentos, pero he citado estos cuatro
porque no son unos instantes en los que haya coincidencia al
enjuiciarlos, ya que en ellos hay pros y contras. Por
ejemplo, cuando se rechaza a José Bonaparte se alega que
sería introducir una casa que nada tenía que ver con España,
y sin embargo parece que se olvida que la casa reinante
entonces había llegado al trono de España escasamente un
siglo antes. Eso es así.
Y en cuanto a los Reyes Católicos, ahora que está tan de
moda eso de igualdad de razas, culturas y religiones, no
creo que podamos hablar de una actuación ejemplar la seguida
ante una parte de muchos de los pobladores de la Península
Ibérica, entonces.
Son simples ejemplos de Memoria Histórica, y que no parecen
estar tan denigrados como esos cuarenta años del pasado
siglo.
Aquí, queda claro, se ven las cosas y las actuaciones según
el prisma de unas determinadas creencias y no me parecería
mal, siempre y cuando fuera para mejorar algo y no para
“dormir a los mosquitos” cuando más falta hace que estén
despiertos.
De momento, Cultura ha comenzado la retirada de los símbolos
del “Llano Amarillo”, y lo que no creo que sea de recibo es
que todo esto vaya acompañado de unos gastos que podrían
dedicarse a otras cosas, como crear algún puesto de trabajo,
ahora que tanta falta hace, y especialmente cuando la
Consejería presentará el proyecto, por valor de 129.000
euros a la Comisión de Patrimonio de la próxima semana. Así
son las cosas.
En lo de las ideologías, cada uno tendrá que apechugar con
la suya, en lo de a esos gastos extra ya no estoy tan de
acuerdo. Porque ya veremos en qué consiste ese proyecto para
remodelar el monumento y su entorno. Naturalmente, lo
primero que se ve es el desembolso que se ha programado de
129.000 euros.
Un punto más, pues, en el que la Memoria Histórica ha calado
profundamente y lo que no sé es qué explicación se dará en
el futuro, al analizar los “turistas” esa zona que va a ser
remodelada. Habrá que ver qué es lo que se puede decir de un
momento al que se ha ido desmembrando y a saber en qué
quedará.
Por el momento, ya el nombre de Franco ha desaparecido. La
fecha del 17 o 18 de julio habrá que esperar para ver en qué
“catecismo” y como se puede enjuiciar, mientras que lo de
los gastos también entrarán en algún capítulo, esperemos a
saber en cual. El departamento que dirige Mabel Deu lo único
que hace en todo esto es dar cumplimiento a la Ley de la
Memoria Histórica. Es lo que hay.
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