En cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, Cultura
ha puesto en marcha el proyecto de eliminación de la
simbología franquista que contiene el monumento del Llano
Amarillo, ubicado en la falda del Monte Hacho y que
presentará en la próxima Comisión de Patrimonio. De momento,
se han retirado las piedras con el nombre de Franco.
La Consejería de Educación Cultura y Mujer ha puesto en
marcha el proyecto que ya presentara al Consejo de
Patrimonio Histórico Español en 2008, época en la que el
Ministerio estaba bajo la batuta de César Antonio de Molina,
para la eliminación de los símbolos franquistas del
monumento del ‘Llano Amarillo’.
Tal como explicaron desde el departamento que dirige Mabel
Deu, en ese momento, y con el fin de dar cumplimiento a la
Ley de la Memoria Histórica, se encargó la redacción de un
proyecto de remodelación para este conjunto monumental, que
se encuentra ubicado en terrenos del Monte Hacho de los que
es propietaria la Ciudad. El resultado de dicho encargo
fueron tres alternativas diseñadas por el arquitecto de la
Ciudad José Pedro Pedrajas, de las cuales se ha escogido una
de presupuesto “intermedio”, unos 129.0000 euros.
Al no haberse obtenido respuesta por parte del Consejo de
Patrimonio Histórico Español y tratarse tan sólo de un
trámite de consulta, Cultura ha decidido reactivar el
proceso de remodelación del ‘Llano Amarillo’, toda vez
además que el Ministerio de Defensa ya procedió, el pasado
mes de febrero, a la retirada de los denominados ‘Pies de
Franco’ y del Mástil del cañonero ‘Dato’.
Por el momento, y con personal y maquinaria de Obimace, se
ha procedido a retirar piedras en las que estaba tallado el
nombre de Franco, a la espera de la aprobación del proyecto
que dará lugar a una restauración más amplia tanto del
monolito como de su entorno, conformado por otros paramentos
pétreos y unas escaleras. Uno de los elementos que más
deteriorado se encuentra es la solería, indicaron los
responsables de Obimace, quienes señalaron también las
dificultades de acceso de la maquinaria a la escarpada zona
en la que se ubica el monumento, que recibe su nombre del
lugar en el que en origen se ubicó, en el Rif.
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