Tres jóvenes fueron condenados ayer por el magistrado del
Juzgado de lo Penal número dos al reconocer que cada uno
había cometido dos delitos de robo con intimidación, por los
que deberán hacer frente a cuatro años de prisión así como
indemnizar a las tres víctimas de estos hechos, entre ellas,
dos menores y un ciudadano, a los que sustrajeron dos
teléfonos móviles, una cadena de plata y otras pertenencias
el pasado 5 de marzo, en el centro de la ciudad y en la
playa. -
Tres jóvenes fueron sentados ayer en el banquillo de los
acusados del Juzgado de lo Penal a los que la representante
del Ministerio Fiscal en la ciudad imputaba dos delitos de
robo con intimidación para cada uno de ellos.
Aceptando los términos de la conformidad propuesta la
fiscal, los acusados fueron condenados por el magistrado a
cuatro años de prisión para cada uno de ellos, así como la
correspondiente indemnización para la tres víctimas de los
hechos, que se determinará durante la ejecución de la
sentencia. Pese a no tener antecedentes penales, los
procesados, en prisión preventiva, deberán hacer frente a la
totalidad de la pena debido a la gravedad de los hechos que
cometieron, con un arma blanca, y que no permitió la
suspensión ni la condicional.
Los sucesos tuvieron lugar el 5 de marzo cuando los
condenados cometieron en menos de 24 horas los dos robos por
los que han sido juzgados, siendo víctimas de los mismos dos
menores y un ciudadano, intimidados con una navaja de 13
centímetros de hoja, según informaron desde el Cuerpo
Nacional de Policía el día de los hechos.
La primera sustracción se produjo en la playa del Chorrillo
a un ceutí de 50 años de edad, al que le quitaron su
teléfono móvil cercándolo y amenazándolo entre los tres
sujetos. La segundo, tuvo lugar en las inmediaciones
comprendidas entre la Plaza de África y la Gran Vía,
intimidando a un grupo de menores y robándoles a dos de
ellos, los móviles, una cadena de playa y otras
pertenencias.
Fueron las patrullas de Seguridad Ciudadana las que peinaron
la zona hacia la frontera del Tarajal para intentar detener
a los tres individuos que coincidieran con la descripción
física que habían facilitando las tres personas robadas.
Finalmente, la detención se produjo en l intersección de la
N-352 con Arcos Quebrados, y en la que los policías
intervinieron, tras el cacheo, la navaja de 13 centímetros
de hoja, un juego de llaves, cinco teléfonos móviles, un
collar de plata, prendas de varios establecimientos ceutíes
y varios accesorios.
Según la información que facilitó ese día el Cuerpo Nacional
de Policía, los condenados tenían entre 20 y 22 años, de
origen marroquí y de ellos se sospechaba por hechos
similares en el centro.
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