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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 7 DE ABRIL DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Un Mundial entre el miedo y la sospecha
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

No podía haberse concedido la celebración de un Mundial de Fútbol a un país con más problemas que los que está teniendo en estos momentos Sudáfrica.

Y es que, o los organismos rectores del fútbol han recibido más atenciones y más prebendas allí que en otras partes o no es explicable que la representación más válida de este deporte se vaya a exhibir desde un país en el que las infraestructuras fallan y la seguridad por los propios deportistas corre un claro peligro.

Por si no fueran suficientes los acontecimientos que vienen sucediéndose desde hace tiempo, ahora el asesinato de Eugene Terre Blanche ha encendido la mecha y el partido de este líder ultraderechista comienza a mover todos los hilos para, de momento, meter miedo y más tarde ya veremos lo que hay.

Estamos a dos meses del comienzo del Mundial, un Mundial en el que, por méritos propios, España parte como una de las favoritas más claras y sería lamentable que incidentes ajenos a lo que suceda en el terreno de juego, incidentes tribales o partidistas del propio país rompieran todo el trabajo de muchos años, al no poderse jugar en unas condiciones normales.

La FIFA se ha lucido y se ha lucido, porque es difícil poderse encontrar con un escenario más peligroso que el que en su día eligieron.

Miedo ya hay, tensión también, en el país organizador y el miedo tiene su base en que no hay una clara situación que pueda mantener la calma y la seguridad para las delegaciones deportivas y para los turistas que vayan siguiendo a sus equipos.

Aunque muy lejos de nosotros, no debemos olvidar, o no debemos tratar de desconocer que hoy mismo, con el asesinato del líder del Movimiento de Resistencia Africaner, Sudáfrica se ha situado en un estado de tensión, que nos trae a la memoria épocas pasadas de enfrentamientos por el apartheid, antes del 94.

Y que no va en broma la cosa nos lo demuestra el que otro de los hombres fuertes del partido del asesinado Eugene Terre Blanche está colocando en el ojo del huracán el Mundial del próximo verano.

Seguridad, pues, ahora mismo no hay ninguna, además de que se ha puesto de manifiesto que los máximos organizadores del fútbol mundial, van mucho más lejos del deporte y sólo otro tipo de intereses hacen posible que un país sin estructuras y sin seguridad pueda ser el encargado de organizar un acontecimiento deportivo de este calado.

Y ya que estamos en los problemas que rodean al fútbol de élite, especialmente, hay que volver la vista hacia otras categorías no tan profesionales, y en España, “para dar más tranquilidad a todos” la AFE llama a la huelga, para la próxima semana, en la jornada 33.

El sindicato de los futbolistas, en el que aparecen los mejores de cada casa, reclama el pago de las deudas que mantienen los clubes, algunos de ellos, con ciertos futbolistas.

Aquí volvemos a lo mismo. Los que más ganan cobran lo acordado, los otros firman unas cosas, apalabran otras, los presupuestos no se cubren y, en muchas ocasiones, lo que suele pasar es que “de lo dicho no hay nada”.

La jornada en primera división puede decidir mucho, tanto por la parte alta de la tabla, como por abajo, con lo que se ha aprovechado, una vez más, para sacar tajada, cuando no se ha sabido negociar muchos meses antes.

Miedo, incumplimientos, chantajes y sospechas aparecen entrecruzados en el fútbol de nuestros días.
 

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