La zona de Arroyo del Infierno, junto a “la residencia de La
Atalaya, lo que era el antiguo camping”, se ha convertido en
un auténtico problema para los vecinos de la barriada. Y es
que las obras que comenzaron en agosto del año pasado por
parte de Dragados y que se incluyen dentro del Plan E, como
aseguró uno de los vecinos, se realizaron para cambiar las
tuberías y se comenzó a “arreglar la calle. Pero entonces
resultó que se llegó a un cierto punto de la bajada donde un
propietario dice que no pueden seguir poniendo las tuberías
nuevas ni nada de eso porque no es suyo y si no, que los
denuncia”.
El problema radica en que todos los vecinos se han visto
afectados y desde que comenzara la época de lluvias y los
destrozos causados por el último temporal, “se han reventado
tuberías y está saliendo por los caños que van a parar a la
carretera: hay un olor horrible, ratas, cucarachas... Hay de
todo allí”, continúa uno de los vecinos, indignado. Y es que
el problema está en que hay “un boquete cuando las obras se
terminaron y no hay manera de que nadie venga a arreglarlo.
con todo el agua que ha caído ha reventado prácticamente
todo”. Los vecinos están muy preocupados por el asunto y
solicitan que el problema se solucione lo antes posible para
evitar algún percance mayor en el caso de que haya un
derrumbamiento en la calzada.
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