Hay cosas que me cuestan un enrome
trabajo entender, por mucho esfuerzo que hago para tratar de
comprenderlas. Nos dicen desde la DGT que nada tiene que ver
con el TDT y mucho menos con el DDT, que son cosa muy
diferentes que, en estas mini vacaciones de Semana Santa, se
han producido 14 millones de desplazamientos.
Y digo yo, en el caso que se pueda decir algo, si somos 45
millones de españoles, cómo es posible que se hayan
producido 14 millones de desplazamientos. Por un
razonamiento lógico me parece imposible que se hayan
producidos estos desplazamiento.
Aclarando que es gerundio. Teniendo en cuenta el promedio
que se hace cuando un vehiculo se desplaza en esas mini
vacaciones, que son cuatro personas por vehículo,
multiplicando cuatro por 14 millones nos da un total, si las
matemáticas no mienten, de 64 millones de desplazados. A ver
de dónde sacamos, si sólo somos cuarenta y cinco millones,
los quince millones que nos sobran.
O sea que España, en esas mini vacaciones, no sólo se ha
quedado vacía, sino que hemos aportado un crecimiento a la
población, como el que no quiere la cosas, de quince
millones más de habitantes. Y nosotros sin enterarnos.
Claro que igual contabilizamos, en estos desplazamiento, los
vehículos que sus propietarios para tenerlos más cerca de la
casa, lo cambian de aparcamiento, echándolos un par de
metros más adelante. Y a la mañana siguiente, ven que no
están muy bien aparcados, en ese lugar, y lo vuelven a
retrasar par de metros. Pero ni así me saldrían las cuentas.
Creer en esto de los 14 millones de desplazamientos en
vehículos, durante estas mini vacaciones de Semana Santa, me
resulta tan difícil como creer en el asunto del recibo del
agua, donde viene lo de alcantarillado como fijo por el cual
pagamos unos impuestos, y después otra cantidad como
variable. Qué pasa, qué cada noche o cada día, unos propios
mueven las alcantarillas, desplazándolas de un lugar a otro.
Pues a ver si dejáis quietecitas las alcantarillas donde
están y no la movéis más, que por eso de moverlas de un
sitio a otro, estamos pagando más impuestos. Con lo bien que
se estaba antes, pagando por separado el recibo del agua, de
los impuestos de basura y alcantarillado donde, por cierto,
no se movían constantemente las alcantarillas de su sitio.
Un siglo de estos que tenga un rato libre, como tengo la fea
costumbre de guardar todos los recibos, donde pagábamos los
impuestos de basura y alcantarillado por un sitio y el agua
por otro, sí como los recibos actuales donde pagamos basura,
alcantarillado y agua en un solo, me va a dar por calcular
la diferencia entre ambos pagos, y, algunos de los usuarios,
se van a asombrar al comprobar lo que han subido los
impuestos al pagarlo junto al recibo del agua.
La culpa es mía por gustarme tanto las matemáticas y, sobre
todo, que no me tomen por tonto los listillos de turno,
queriéndome hacer comulgar con ruedas de molino. Las
matemáticas no engañan, porque no saben mentir. ¿O no?
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